Por JESÚS OSSORIO
UP: aviones
El desplome de los precios del petróleo, los ajustes de las aerolíneas y la recuperación económica hacen remontar el vuelo al sector. Los viajeros tardarán algo más en notar la rebaja de las tarifas aéreas.
DOWN: autocares
La fuerte competencia de la extensa red de alta velocidad de Renfe, su agresiva política de precios y el auge del coche compartido arrollan a las empresas de autobuses, que pierden cada vez más viajeros.
No es ningún secreto. El combustible es la partida más abultada de los presupuestos de las aerolíneas, el talón de aquiles del sector. La caída en picado de los precios del petróleo está disparando los títulos de las compañías en los parqués y todos los indicadores apuntan a que la aviación comercial remontará el vuelo gracias en parte al desplome del crudo.
La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) es el organismo más optimista. Sus previsiones apuntan que el sector tendrá este año unos ingresos de 650.000 millones de euros. Esto se traducirá en un margen de beneficio de un 3,2%, el dato más alto de la última década. Miriam Ashong, portavoz de la IATA, recuerda que “las reestructuraciones de costes en las aerolíneas” también tienen mucho que ver en el crecimiento.
Pero la mejora de todas las variables no ha repercutido todavía en una rebaja de los precios de los billetes. En España, la CEAV (Confederación española de las agencias de viajes) fue la primera en pedir por carta a las aerolíneas que eliminen el recargo por combustible que muchas incluyeron en 2011, cuando el petróleo subía. La mayoría no ha contestado a la petición. Air Europa, sí ha señalado que no tiene prevista todavía una bajada en las tarifas. La explicación es sencilla: negocian por adelantado un gran porcentaje de sus necesidades de queroseno. Los expertos aseguran que el impacto en los precios que pagan los viajeros se notará, aunque no en el corto plazo. John Strickland, analista de aviación de JLS Consulting, recuerda que compañías como Monarch no tienen todo el combustible cubierto, pero algunas como IAG (Iberia y British Airways) “ya están comprometidas y no están en la posición de retirar los recargos”.
Pero hay más razones para el optimismo. La recuperación económica ha dado alas a un crecimiento prudente pero sostenido de las compañías: “Estábamos en la UVI, ahora en planta y esperamos salir del hospital”. Es la frase que utiliza Luis Gallego para resumir la situación de Iberia. La compañía que preside está renovando su flota e incrementará su oferta de rutas en verano, también crecerán sus aliadas Vueling e Iberia Express. De hecho, la suma de las aerolíneas de IAG ha conseguido desbancar en número de pasajeros en España a la poderosa low cost irlandesa Ryanair.
Tramo con baches para el sector de los autobuses de línea. “En los últimos cinco años hemos experimentado una caída libre en el número de pasajeros por culpa de una doble crisis, la económica unida a los precios de los carburantes, que hasta hace no mucho subían”. Así resume la situación del sector José Luis Pertierra, director de Fenebús, la patronal de los autobuses.
Las estadísticas del INE certifican la tendencia a la baja del número de pasajeros que utilizan este medio de transporte para los desplazamientos interurbanos. De media, en el año 2014 los usuarios han descendido un 3,6%.
El principal culpable va sobre raíles y se llama AVE. Los trayectos en los que el autobús y los servicios de alta velocidad compiten tienen un claro ganador. Comodidad, frecuencia, tiempo de viaje y precio decantan la balanza. A pesar de que el bus sigue siendo una opción muy económica en muchas combinaciones, la política de precios dinámicos de Renfe les ha hecho mucho daño. Descuentos y precios bajos por la compra por adelantado han mejorado considerablemente las ocupaciones en los trenes a costa del sector del autocar. Una tendencia que aumentará este año con las inauguraciones de nuevos tramos de alta velocidad. Según el director de Fenebús, las ciudades que tienen acceso a la red de AVE han registrado hasta ahora una bajada “de hasta el 20%” en los usuarios del autobús.
Las amenazas para el negocio del autocar no acaban en las vías férreas. El auge de las plataformas de coches compartidos también ha contribuido al desplome y le ha robado “hasta un 10% de viajeros”. Redes sociales como BlaBlaCar mueven hasta dos millones de personas al mes poniendo en contacto a conductores particulares y viajeros, según sus datos.
La patronal del autobús llegó a pedir el cierre de esta plataforma y la regulación de su actividad por “competencia desleal”. Desde BlaBlaCar se subraya que se cumple “escrupulosomante” con la legislación de transportes terrestres. Pertierra mantiene que la actividad de estas plataformas es “ilegal” y denuncia “dejación de funciones” por parte de Fomento: “No descartamos acudir a la vía judicial tal y como han tenido que hacer los taxistas con el caso de Uber”.
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