El gobierno de Rusia sigue tratando de influir en la opinión pública de Estados Unidos. Un hecho cada vez más notorio y abierto. Las denuncias más conocidas se relacionan con las elecciones de hace cuatro años. Pero no se quedan ahí. Hay evidencia de que Moscú ha venido ejecutando un programa de desinformación sobre la pandemia del coronavirus.
Con base en material recientemente desclasificado, el diario The New York Times publicó que el Departamento Central de Inteligencia de Rusia ha impulsado una estrategia de desinformación y la propaganda en inglés sobre la pandemia. Consiste, principalmente, en propagar los falsos argumentos chinos de que el virus fue creado por el Ejército de Estados Unidos. Otros artículos decían que la asistencia médica de Rusia haría posible una nueva distensión con Washington. La nueva estrategia es un refinamiento de lo que Rusia intentó hacer en 2016, cuando trataba de influir en las elecciones presidenciales entre Hillary Clinton y Donald Trump.
Las cuentas falsas de redes sociales y los bots que utilizan han resultado fáciles de eliminar. Sin embargo, ha sido más complicado detener la difusión de los artículos que aparecen en sitios web con apariencia real.
Uso de fachadas
Muchas de las piezas creadas por la inteligencia rusa se publicaron en InfoRos, un sitio controlado por el Kremlin. También utilizaron a OneWorld.Press. Aunque autodenominado «independiente», tenía vínculos con la muy estrechos con los centros de espionaje y contrainteligencia rusos, dijeron funcionarios inteligencia de Estados Unidos a la agencia Associated Press en condición de anonimato.
Los funcionarios no solo describieron la desinformación centrada en la pandemia. También hablaron de los vínculos entre la inteligencia rusa y un grupo de expertos que publicaban artículos sobre política.
La Fundación de Cultura Estratégica está dirigida por otra agencia rusa, el Servicio de Inteligencia Exterior. La organización y sus vínculos con la inteligencia rusa son investigados por el FBI, dijo otro funcionario al The New York Times.
Ocultos a la vista
Las historias impulsadas por la inteligencia rusa parecen escritas por hablantes nativos de inglés. No se destacan como productos de una campaña de influencia extranjera. Desde finales de mayo hasta principios de julio,fueron publicados cerca de 150 artículos sobre la pandemia. Varios sitios de Internet recogen el material del GRU y lo divulgan aún más. Algunos son marginales en la web, mientras que otros, como Global Research, cuentan con muchos seguidores.
OneWorld publicó artículos sobre cómo la pandemia fue un experimento para manipular el mundo. InfoRos y la agencia de noticias Tass publicaron un artículo que decía que Estados Unidos utilizaba la pandemia para imponer su visión del mundo. InfoBrics.org publicó informes sobre la afirmación de Pekín de que el coronavirus era originalmente un arma biológica de creación estadounidense.
Los sitios específicos pueden no recibir mucho tráfico, pero la desinformación de la inteligencia militar rusa se amplifica, a veces intencionalmente, a veces sin saberlo, por los «guerreros del teclado» que se mueven en todas las redes sociales. Basta que sea una información contra Estados Unidos o contra Trump para que de inmediato la compartan sin averiguar su veracidad.
Pandemia y desinformación
Determinar la verdadera influencia de la desinformación rusa en la opinión pública es verdaderamente difícil, casi imposible. Si bien los documentos robados y publicados por las agencias de inteligencia rusas tuvieron un efecto importante en la campaña presidencial de 2016 en Estados Unidos, las publicaciones en las redes sociales no parecen haber sido tan efectivas.
La propaganda y la desinformación publicadas en sitios de noticias alternativos, como OneWorld o Global Research, pueden tener más impacto. Aparentan ser resultado de investigaciones rigurosas y de buena fe, y no el producto de un laboratorio de desinformación.
En 2019, un grupo de trabajo de la Unión Europea que estudia las campañas de desinformación identificó a One World como «una nueva adición al panteón de los medios de desinformación con sede en Moscú«. El equipo de investigación señaló que el contenido de One World a menudo repite la agenda estatal rusa, en temas que incluyen la guerra en Siria.
Un informe publicado el mes pasado por una segunda organización no gubernamental, EU DisinfoLab, con sede en Bruselas, examinó los vínculos entre InfoRos y One World con la inteligencia militar rusa. Los investigadores identificaron pistas técnicas que vinculaban sus sitios web a Rusia e identificaron algunas conexiones financieras entre InfoRos y el gobierno.
Foco en el tema racial
los programas de desinformación rusos también estarían detrás de las violentas protestas de Black Lives Matter en Estados Unidos y grandes ciudades europeas.
Desde 2016, esta campañas se han centrado especialmente en cuestiones raciales y sociales relacionadas con los afroamericanos, tratando de explotar el supuesto de que la raza sigue siendo un punto altamente volátil en Estados Unidos, por su alta capacidad de crear focos de perturbación simultáneos.
Una investigación del Washington Post reveló que la inteligencia rusa ha utilizado cuentas maliciosas para publicar mensajes con una mezcla de sentimientos para cultivar seguidores y manipular las narrativas estadounidenses sobre la raza, las tensiones raciales y la conducta policial.
En el futuro, los trolls vinculados a Rusia podrían explotar los informes continuos de brutalidad policial contra los manifestantes para ampliar aún más la división de la sociedad. Es la estrategia que han seguido desde el principio. Los intentos anteriores de secuestrar movimientos como Occupy Wall Street y las protestas de Standing Rock contra el oleoducto Dakota Access indican que el Kremlin puede replantear hábilmente las protestas sociales para aumentar la desconfianza de los ciudadanos estadounidenses en su gobierno. Un acción que forma parte de la estrategia de Rusia para interferir con las elecciones presidenciales de 2020.
«Si los afroamericanos continúan siendo el objetivo principal, esperaríamos que el Kremlin aumente los esfuerzos para dar forma a los debates relacionados con la raza antes y durante el Día de las Elecciones. Sin sólidos marcos de seguridad en línea, será difícil aislar el legado de las recientes protestas de la interferencia rusa», afirma el Post.
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