Hay un impactante desequilibrio en cuanto a la distribución de vacunas. Mientras en los países más desarrollados las campañas de vacunación van a un ritmo acelerado, e incluso en algunos como Israel y Estados Unidos ya pueden prescindir de las mascarillas al aire libre, en otros como la India están cremando a sus muertos en las calles ante el colapso de los hospitales y funerarias. Hay países que tienen suficientes dosis como para vacunar cinco veces a su población y hay otros que no administrarán vacunas hasta 2024.
El problema llega cuando entendemos que si los países subdesarrollados no vacunan a su población, el virus seguirá propagándose y mutando por el mundo. Por lo tanto, es algo que le compete a todos los gobiernos, y es algo que se debe tratar de solucionar lo antes posible. Bien sea enviándoles suficientes dosis a los países más pobres o buscar la manera de agilizar el proceso.
Los países con menos ingresos no consiguen vacunas por varias razones, la primera y la más obvia es por falta de dinero. Las farmacéuticas venden al «mejor postor», lo que hace que estos países injustamente no tengan la cura al virus. Pfizer recaudó $ 3.5 mil millones de su vacuna en los primeros tres meses de 2021. Mientras que ha prometido a Covax menos del 2% de las dosis de este año. Moderna, que espera $ 18 mil millones en ventas de vacunas en 2021, acordó solo esta semana suministrar Covax.
Por otro lado, está la logística y desorganización que se ha hecho para distribuir las dosis. Ha sido totalmente desigual, por eso hay unos países con dosis de sobras y otros con cero. Pero realmente ni las farmacéuticas ni los gobiernos son los completos culpables. La culpa es de todo el sistema en conjunto, incluso de los mismos ciudadanos que no terminan de aceptar el verdadero peligro que representa el coronavirus.
Situación con las vacunas
India, una fuente importante de distribución de vacunas detuvo las exportaciones hace unos días mientras lucha contra el aumento récord de los casos de la COVID-19 y los fallecidos. Esta decisión ha retrasado los envíos más importantes, ya que India produce la mayoría de los suministros de Covax. Mientras tanto, en Brasil, donde miles de personas también mueren a diario y es el tercer país más afectado por la pandemia, los funcionarios han recibido solo una décima parte de las dosis de AstraZeneca que se les prometieron a mediados de año.
En otros países como Ghana y Bangladesh, que agotaron sus suministros iniciales de vacunas, los pocos afortunados que recibieron una primera inyección no están seguros de cuándo recibirán otra. En Malawi solo han vacunado al 2% de la población. “Esto es algo en lo que los países ricos deberían estar pensando. Es su conciencia. Así es como se definen a sí mismos», asegura Boston Zimba, médico y experto en vacunas en ese país.
La India y Sudáfrica buscan apoyo con las vacunas
En la segunda quincena de este mes, la India y Sudáfrica presentarán una propuesta ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), para liberar las patentes de vacunas, medicamentos y productos sanitarios necesarios para combatir el SARS-CoV-2. La decisión fue comunicada por ambos países en la reunión del Consejo sobre los Acuerdos de Propiedad Intelectual (Adpic) de este organismo, celebrada el pasado viernes.
El objetivo es ganar tiempo para llegar a un acuerdo con los gobiernos que se siguen oponiendo a la medida, especialmente los de los países ricos e incluida la Unión Europea. Pero al mismo tiempo, la India y Sudáfrica buscan sumar nuevas fuerzas al apoyo sin precedentes que ha recibido en las últimas semanas la exención de patentes.
Hay que destacar que en los últimos meses, la India y Sudáfrica han logrado que otros 60 Gobiernos pasen a ser también patrocinadores de la liberación de patentes. En total, más de 100 países apoyaron en la OMC la primera propuesta presentada en octubre por India y Sudáfrica. Incluso Joe Biden, presidente de EE UU y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, se han mostrado «abiertos al debate».
La medida permitiría aumentar la producción mundial y la distribución de vacunas para hacerlo de una forma mejor repartida por todo el globo. Para que así los países con ingresos más bajos también puedan fabricarlas. Pero también están los críticos de la medida, quienes consideran que sería “contraproducente” e “inviable”. Además de criticarla por “poner en riesgo la innovación” y los “esfuerzos de colaboración” puestos en marcha por parte de la industria para satisfacer la demanda de vacunas en base a acuerdos entre compañías.
Nuevo récord de muertes en la India
Los últimos datos del Ministerio de Salud de India sumaron este miércoles 3.780 muertes a causa del coronavirus, el número más elevado desde el inicio de la pandemia. Las infecciones diarias volvieron a aumentar tras varios días de ligeras caídas en medio de la nefasta segunda ola que ha colapsado el sistema de salud y hasta las funerarias. Ahora la cifra total de fallecimientos es de 226.188.
Los nuevos casos de la COVID-19 sumados en el mismo reporte son 382.315. Por lo que el número total de contagios asciende ya a 20,6 millones, manteniendo el segundo lugar del ranking de los países más afectados por la pandemia.
Desde febrero el sistema sanitario indio se ha visto muy afectado. Provocando saturación de los hospitales y falta de oxígeno para asistir a los pacientes. Mientras tanto, las vacunas administradas no son suficientes. Con apenas 1,4 millones de dosis en las últimas 24 horas, un número bajo comparado con los casi tres millones y medio de vacunas que llegó a administrar hace semanas. Con estos datos, el país supera los 160 millones de vacunas inoculadas desde que comenzó la campaña.
La alta tasa de contagios y fallecidos se debe en parte a la relajación de las restricciones en los últimos meses, pero también a la variante India. Por ello, más de 40 países han comenzado a enviar ayuda y así intentar cooperar en la lucha contra la pandemia. Le han enviado ventiladores y equipos médicos, además de generadores de oxígeno, cilindros, concentradores y reguladores.
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