Por Benito Guerrero
18/08/2017
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Según varios estudios, más de la mitad de los hombres españoles y casi el 70% de las mujeres de España deciden seguir una dieta más equilibrada antes y durante la época estival, lo que refleja el cuidado y concienciación sobre nuestro cuerpo en estos meses del año.
Sin embargo, la cultura popular alberga numerosas creencias en torno a la salud durante la temporada alta, siendo muchas de ellas mitos más que extendidos. Por este motivo Kaiku Sin Lactosa y Kaiku Caffè Latte ponen al descubierto las leyendas más extendidas sobre cuidarse en verano.
¿Son obligatorios los ocho vasos de agua diarios?
Durante el verano, mantener una correcta hidratación es una tarea que no debe dejarse de lado. Sin embargo, la regla de los «ocho vasos de agua recomendados» no tiene por qué cumplirse a rajatabla.
Gran parte del agua que necesitamos para mantener el organismo en perfecto estado proviene de alimentos ricos en agua, como la fruta de temporada, vegetales como los pepinos, o lácteos como los yogures sin lactosa, más ligeros y llenos de nutrientes esenciales.
Esperar dos horas para bañarse
El mito por excelencia del verano se ha desterrado, finalmente. Está comprobado que no es necesario esperar tanto tiempo antes de tirarse a la piscina para evitar cortes de digestión, puesto que se produce por un cambio brusco de temperatura corporal.
El mal denominado «corte de digestión» puede producirse incluso sin haber comido. Por esto, es importante ser conscientes y evitar los cambios de temperatura demasiado rápidos, refrescarse de forma regular y no caer en comidas muy copiosas ya que la temperatura corporal aumenta al iniciarse el proceso de digestión.
La piel en verano mejora
Es cierto que el contacto de la piel con el agua y el viento marítimos aportan un extra de minerales, sin embargo, son muchos los factores que hacen que en verano la piel pierda su fuerza y buen estado.
La exposición continuada a los rayos del sol, la mala aplicación de cremas y aceites corporales e incluso la mayor sudoración del cuerpo puede afectar a la elasticidad y equilibrio de la piel, provocando arrugas, granitos e incluso irritaciones.
Sólo hay que cuidarse en verano
Tendencias como la «operación bikini» o trucos exprés consiguen mejoras a corto plazo. No obstante, para alcanzar resultados que puedan perdurar en el tiempo y que consigan mantener nuestra silueta a raya, es necesario cuidarse durante todo el año. Si bien existen épocas en la que los excesos están a la orden del día, una alimentación completa y ejercicio diario serán la base los 365 días.
En verano, «a pan y agua»
Una falsa creencia dice que, para mantener la línea en verano, debemos eliminar alimentos como los carbohidratos o las grasas. Esta práctica es contraproducente y acaba provocando el efecto contrario.
Alimentos como los cereales integrales o grasas monoinsaturadas, como las del aguacate, son más que necesarias en una dieta saludable. Además, siempre existen alternativas saludables como los productos sin lactosa, que aúnan lo mejor de la leche, queso o yogur pero más ligeros y digestivos.
El verano nos hace más felices
Si bien es cierto que los rayos solares fomentan la producción de la hormona de la felicidad, la endorfina, debemos controlar la exposición solar en las horas de mayor incidencia, puesto que un calor excesivo puede provocar cefaleas, somnolencia y decaimiento.