Un reciente informe de la ONU cuenta testimonios de más de cien mujeres de Corea del Norte que fueron repatriadas forzosamente y las recluyeron en centros de detención donde fueron sometidas a torturas, abusos sexuales y castigos que violan sus derechos humanos. Es el castigo por haber pasado la frontera sin permiso oficial.
El informe lo elaboró la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Seúl, Corea del Sur, con la colaboración de la sociedad civil y de entes de investigación. Aunque antes de su divulgación se procuró la opinión del Gobierno norcoreano, este lo rechazó de manera categórica.
Los testimonios de más de cien mujeres abarcan casos entre 2009 y 2019. Denuncian haber sido maltratadas, torturadas, golpeadas, violadas, forzadas a abortar y hasta haber sufrido desnutrición.
“Apenas nos dieron de comer. Fui testigo de una mujer de 47 años de edad que había vivido en China durante mucho tiempo y murió de desnutrición. Parecía mucho mayor por la inanición y el sufrimiento”, declaró una de las detenidas en 2012.
El texto, que lleva por título Siento el dolor (I feel the pain…), abarca los casos de mujeres que, al final, pudieron huir del país. Por tanto, el organismo las pudo entrevistar en el exterior. Algunas de ellas, incluso, se fueron a vivir a Corea del Sur.
Los periodos de prisión, dependiendo de la gravedad del cargo que se les impute, que puede ir desde la necesidad de pasar la frontera por problemas económicos hasta delitos políticos como viajar a Corea del Sur y mantener contacto con sus habitantes, oscila entre los seis meses y los cinco años o más. Hasta pueden dar a parar en los campos de prisioneros políticos. Aunque el Gobierno ha negado su existencia.
Mujeres sin juicio justo y torturadas en Corea del Norte
Ninguna de las mujeres tuvo acceso a un juicio justo ni a una alimentación adecuada. Algunas fueron víctimas de diferentes tipos de violencia sexual, incluyendo la violación y la desnudez forzosa. También, las búsquedas corporales invasivas y los abortos forzados.
“Ha habido casos de recién nacidos que fueron separados de sus madres y a los que mataron”, anota el reporte.
También relata un caso de infanticidio en el que la mujer había quedado embarazada en China. Como la ley prohíbe los embarazos de raza mixta, fue obligada a abortar en 2015. En otro caso similar, una detenida expuso la situación de una compañera que en 2012 tenía siete meses de embarazo. Pese a que los funcionarios la habían mandado al hospital para que abortara, no pudo hacerlo. La regresaron al centro de reclusión. “Los guardias le pusieron ladrillos en la espalda y la obligaron a caminar. Tuvo que caminar con los ladrillos durante una semana más o menos. Al final, dio a luz. El bebé estaba vivo cuando nació. Le dijeron que lo envolviera y que lo pusiera fuera. La mujer tuvo que trabajar al día siguiente. No supo más del bebé».
Violaciones y torturas a detenidas
Las mujeres también afrontaron otros tipos de violaciones. Por ejemplo, que se les negaran insumos necesarios para la higiene propia de la mujer. A su vez, se les negó el servicio médico, incluyendo estudios preventivos como las pruebas de Papanicoláu y la detección de cáncer de mama y útero.
Cabe destacar que la Acnudh también pudo tener acceso a la declaración de exfuncionarios que huyeron de Corea del Norte.
La población cruza las fronteras de manera ilegal con China y Corea del Sur porque tener un pasaporte es difícil. Aunque el Gobierno los da solo a los leales al régimen y a los que tienen suficientes fondos. Además, la ley penaliza el cruce ilegal de las fronteras. Sin embargo, las personas cruzan por diferentes motivos: para trabajar en el sector informal, para huir, para ayudar a otros a huir, para el trueque de bienes, etc.
Las mujeres, sin embargo, se exponen al tráfico de personas. La práctica puede tener como fin los matrimonios forzados, la explotación sexual y el reclutamiento de mano de obra barata.
Violación de derechos humanos
La falta de acceso de observadores independientes de derechos humanos a Corea del Norte, incluidos los centros de detención, sigue entorpeciendo el análisis de la situación de los detenidos. Lo mismo pasa con la labor de la Acnudh al no poder verificar las denuncias de los entrevistados en el sitio, incluso a través del chequeo de los lugares y entrevistas con funcionarios y los detenidos.
“Las prácticas que se han documentado en este informe violan las obligaciones del país con respecto al derecho internacional de los derechos humanos y contravienen los compromisos que ha contraído el Gobierno con relación al examen periódico universal (EPU, de la ONU). También, las obligaciones que el Comité de la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer ha destacado para mejorar el respeto y la protección de los derechos de la mujer”, señala.
Algunas medidas y unos pocos cambios
Cabe destacar que la Acnudh hizo una advertencia importante. Aun cuando recabó testimonios de que había mujeres que fueron repatriadas y que fueron acusadas de haber cometido delitos políticos y algunas fueron enviadas a campos de prisioneros políticos, no pudo obtener ninguna declaración de un caso de ese tipo.
Sin embargo, reconoce que el régimen norcoreano ha adoptado algunas medidas para abordar la situación y ha hecho cambios en las leyes y políticas. Algunos de ellos tienen que ver con los derechos de la mujer y los detenidos.
Por ejemplo, en 2019 aprobó la Ley de Protección de los Derechos de la Mujer. En 2017 se sometió a un examen que hizo el Comité de la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer después de que presentó su informe periódico en 2016.
El ente instó al Gobierno de Corea del Norte a que tome medidas urgentes con miras a cumplir la normativa internacional sobre derechos humanos, su aplicación en el país, la imposición de penas contra los responsables y la reparación a las víctimas.
También instó a otros Estados a honrar el principio de no devolución al no repatriar a personas de Corea del Norte que corran el peligro de ser víctimas de la violación de sus derechos.
Daniel Collinge, representante de derechos humanos de la ONU en Corea del Sur, dijo que el proyecto tenía como objetivo presionar a Pionyang para mejorar la situación
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