Fang Fang es una prestigiosa escritora nacida en Nanjing, provincia de Jiangsu, en China. Estudió en la Universidad de Wuhan en 1978, aunque ya en 1975 escribía poesía. Su primera novela la lanzó en 1982 y en 2010 ganó el premio literario más prestigioso de su país. Desde su confinamiento, el 23 de enero comenzó a escribir su diario desde el epicentro de la pandemia. En 60 entradas publicadas en Internet cuenta lo que se vivía en la ciudad de 11 millones de habitantes. Los miedos, la cólera y la esperanza que había en Wuhan.
Hoy la mujer de 64 años es el centro de una polémica después de que la editorial estadounidense Harper Collins anunció que publicaría como un libro sus escritos, traducidos al inglés, alemán y francés. Los nacionalistas la califican como “traidora”. La acusan de alentar críticas a la gestión que ha llevado adelante el Gobierno de Pekín contra la pandemia del coronavirus.
La bitácora habla de hospitales saturados que rechazan a enfermos, de su vida confinada, de la muerte de familiares, de la solidaridad entre habitantes o del placer simple de ver el sol desde su habitación.
«Un amigo médico me dijo: nosotros los médicos sabemos desde hace tiempo que hay una transmisión entre humanos de la enfermedad. Informamos a nuestros superiores, pero aun así nadie advirtió a la gente», escribió en el 38º día de confinamiento.
El principal reproche que se hace a la escritora es que la traducción de su diario, una crónica muy personal que ha sido seguida por millones al mostrar una visión distinta a la del Gobierno de Xi Jinping, dará pie a la crítica…https://t.co/WuBnwG6Yh5
— Cambio 16 (@Cambio16) April 24, 2020
Acusan a Fang Fang de dar armas a Occidente
El principal reproche que se hace a la escritora es que la traducción de su diario, una crónica muy personal que ha sido seguida por millones al mostrar una visión distinta a la del Gobierno de Xi Jinping, dará pie a la crítica sobre todo de los Estados Unidos y de otros países de Occidente que acusan a China de ocultar información y no reaccionar a tiempo ante esta pandemia, cuyo número de fallecidos se encamina a los 200.000 y los contagiados se ubican en 2.717.000.
En la red social Weibo la señalan de dar armas a los países occidentales para disparar contra China.
Nacida en una familia de intelectuales, Fang Fang aclaró ante las inquietudes que hay sobre lo que habría recibido por los derechos del libro que todo estará destinado «a las familias del personal sanitario fallecido» en la pandemia.
Uno de los más críticos ha sido Hu Xijin, redactor jefe del periódico nacionalista Global Times, quien considera que «no es de muy buen gusto» que la publicación se haga en pleno conflicto diplomático con Washington. «Al final serán los chinos, incluidos los que la apoyaban al principio, los que deberán pagar el precio de su prestigio en Occidente».
Este periódico que administra el Partido Comunista Chino rechaza el supuesto uso de fuentes de segunda mano y la velocidad de sus traducciones al inglés y al alemán, que estuvieron disponibles para pre-pedido en Amazon el 8 de abril, solo dos semanas después de la finalización de su versión original china de Weibo que finalizó el 25 de marzo.
Fin a la censura de Internet en China
En la acera contraria también hay internautas que han expresado en Weibo su apoyo a la escritora, al calificar de “desproporcionados” los ataques. «Fang Fang no debe nada a nadie. Si quieren escriban un diario que vaya en contra de lo que ella dice, tradúzcanlo y publíquenlo en el extranjero».
“¿Por qué debería renunciar a publicar este libro? ¿Solo porque algunos pueden utilizarnos? (…) Si la gente lee realmente mi diario descubrirá todas las medidas eficaces que China tomó contra la epidemia», indicó Fang Fang, quien en su diario de Wuhan pide del fin de la censura de Internet en su país.
Toda esta polémica ha generado que muchas editoriales, que antes estaban interesadas en publicar el libro en el gigante asiático, lo estén ahora repensando.
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