Las amenazas o peligros de desaparición de especies de animales están vinculadas con la pérdida de hábitat y el cambio climático. Un estudio revela, contrariamente, que la disminución y eventual extinción de grandes poblaciones de carnívoros está más estrechamente asociada con el desarrollo económico, que con los anteriores factores.
El rápido crecimiento económico ha llevado a especies de grandes carnívoros, como leones, osos y linces al borde de la extinción.
Un estudio analizó 50 especies de grandes carnívoros en el mundo durante los últimos 50 años. Descubrió que los factores sociales y económicos, como la calidad de vida de las personas, están más estrechamente relacionados con la disminución de estas especies que los factores ambientales. Como la afectación de la biodiversidad y la crisis climática.
“La disminución de los grandes carnívoros es marcada. Los leones y los tigres están ausentes en más del 90% de su área de distribución histórica”, señaló Thomas Johnson. Académico de la Universidad de Sheffield, quien dirigió el estudio mientras trabajaba en la Universidad de Reading. «En casa, muchas de las especies de carnívoros del Reino Unido, como el lince, el lobo y el oso, ya han sido cazadas hasta la extinción».
Johnson señaló que algunos carnívoros son asesinados por su carne o por el comercio de vida silvestre. Mientras que otros, como los leones, pueden ser asesinados si ponen en peligro la vida o el modo de vida de una persona, como su ganado.
“En medio de un rápido desarrollo, la gente parece volverse menos tolerante con los carnívoros, los conflictos estallan y sospechamos que las incidencias de caza furtiva y persecución se disparan”, afirmó.
Poblaciones de carnívoros al borde de la extinción
El estudio encontró que un desarrollo económico más rápido estaba relacionado con una disminución más rápida de las poblaciones de carnívoros e inclusive su extinción.
«Estos elementos humanos en realidad están teniendo un impacto mucho mayor que los elementos de pérdida de hábitat», dijo Johnson.
Tradicionalmente, la pérdida de hábitat se ha considerado la principal amenaza para las poblaciones de especies de animales, entre ellos los carnívoros, pero los investigadores dijeron que eso fue «empequeñecido» por el desarrollo humano.
El estudio, publicado en Nature Communications, concluyó que a medida que las comunidades humanas se vuelven más ricas y el crecimiento económico se desacelera, las poblaciones de carnívoros pueden recuperarse. Además, los autores argumentaron que esto se debió en parte a una mejor protección del hábitat. Pero principalmente porque las personas comienzan a preocuparse más por los animales y tienen menos deseo, y necesidad, de matarlos.
«Lo que quiere es que este crecimiento se desacelere antes de que (la población de carnívoros) desaparezca por completo, para que al menos haya una oportunidad de recuperarse», dijo Johnson a AFP.
Las poblaciones de lobos grises ya se han recuperado en Europa, creciendo un 1800% desde la década de 1960 gracias a una mejor calidad de vida. Y a la vez, por un desarrollo económico más lento en el continente, según los investigadores de la Universidad de Reading.
Esa recuperación no solo está ocurriendo en los parques protegidos sino también en las áreas silvestres, comentó Johnson.
Por ejemplo, los osos pardos y los linces también están comenzando a recuperarse en Europa. Mientras que las poblaciones de tigres en India han comenzado a recuperarse.
África, en sentido contrario
Pero varias partes de África no respaldaron los hallazgos generales. El continente no ha experimentado un desarrollo rápido, pero sus poblaciones de carnívoros han disminuido con amenazas de extinción. Sostuvo Johnson que esto puede deberse a que gran parte de la disminución de la población ocurrió hace décadas bajo los regímenes coloniales.
Los hallazgos presentan una tensión inherente entre priorizar el desarrollo humano versus proteger a los carnívoros. Entonces el experto sugirió que las naciones más ricas, apoyen a las naciones menos desarrolladas a través de un apoyo financiero específico.
Esto podría incluir pagar a las comunidades en puntos críticos de biodiversidad lo suficiente para ganarse la vida. Mientras se promueve la conservación. «Si encierras a la gente en la pobreza, la gente nunca vivirá junto a la biodiversidad», indicó Johnson. Espera que la política vaya más allá de tratar la pérdida de carnívoros como un problema limitado.
Johnson propuso que los países más ricos, que en gran parte son los culpables de la disminución de los grandes carnívoros, puedan ayudar a los países menos desarrollados. Y brindarles ayuda financiera específica. Esto podría proporcionar a las comunidades en puntos críticos de biodiversidad un salario justo y al mismo tiempo fomentar la conservación.
“Nuestros resultados sugieren que un modelo económico más lento y sostenible puede proteger a las poblaciones de carnívoros. Pero esto también corre el riesgo de encerrar a las personas en la pobreza por más tiempo. Necesitamos desarrollar urgentemente soluciones que puedan apoyar tanto a la biodiversidad como a las personas. Y tal vez las economías avanzadas del mundo necesiten ofrecer más ayuda financiera para proteger nuestra biodiversidad global”, comentó.
A la par: problemas económico y ambiental
Thomas Johnson manifestó que su «verdadera esperanza es que empecemos a pensar en esto como un problema económico, así como un problema ambiental» añadió.
Las poblaciones de carnívoros han visto disminuciones dramáticas a nivel mundial en el último siglo, con leones y tigres ausentes en más del 90% de su área de distribución histórica.
En el Reino Unido, muchas especies de carnívoros locales, como el lince, el lobo y el oso, ya han sido cazadas hasta su extinción”.