Un simple análisis de sangre, que puede detectar la enfermedad de Alzheimer, ha sido descubierto y validado en un esfuerzo conjunto por un equipo de la Universidad McGill, en Canadá, y de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia.
Antes de este descubrimiento, la detección de las proteínas y la confirmación de un diagnóstico de la enfermedad solo era posible mediante costosos escáneres PET, punciones lumbares invasivas o autopsias.
Análisis de sangre
El análisis mide con precisión una de las proteínas, P-tau181, implicada en el alzhéimer. La sangre P-tau181 mide indirectamente la hiperfosforilación de tau en el cerebro, que es una de las características de la enfermedad, junto con las placas grumosas causadas por la proteína β amiloide.
La búsqueda de un análisis de sangre para la enfermedad de Alzheimer lleva años en desarrollo. Pero una prueba lo suficientemente sensible fue elusiva por mucho tiempo. «Esto cambia las reglas del juego», afirma el coautor del estudio, el Dr. Serge Gauthier.
«Los países que no tienen escáneres PET ahora tienen la esperanza de un diagnóstico más preciso de la enfermedad». La prueba también podría allanar el camino para mejores tratamientos que no solo reduzcan el deterioro cognitivo, sino que en realidad retrasen su progresión. «Ahora podemos soñar con tal droga», agrega el Dr. Gauthier.
Maladie d’Alzheimer : un test sanguin marque un point tournant. Une collaboration McGill-Gothenburg débouche sur un test peu coûteux qui pourrait révolutionner le diagnostic, l’étude et le traitement de la maladie: https://t.co/9xqUDoBBMC pic.twitter.com/znv3q8KBaH
— McGill Medicine and Health Sciences (@McGillMed) May 9, 2020
Principales aplicaciones clínicas
El equipo está liderando otro ensayo para determinar la utilidad de este biomarcador en entornos clínicos y probar cómo funciona en la vida real. La prueba debería estar ampliamente disponible en dos o tres años.
Existen varias aplicaciones clínicas importantes para la prueba, incluso como herramienta de detección en el entorno de atención primaria para controlar la progresión de la enfermedad; y como una forma de asegurar que los sujetos inscritos en ensayos clínicos tengan la enfermedad de Alzheimer. Y que los medicamentos que están probando sean efectivos.
El ensayo podría reducir en gran medida los costes de diagnóstico y estudio de la enfermedad, beneficiando sobre todo a los países en desarrollo.
Una útil herramienta
La prueba también es lo suficientemente sensible como para diferenciar a los pacientes de alzhéimer de quienes tienen otros trastornos neurodegenerativos, incluida la demencia frontotemporal. También será posible descartar el alzhéimer en pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL), lo que indica que hay otra causa de sus problemas de memoria.
El Dr. Tharick Pascoal, quien participó en el estudio, señala que alrededor del 30% de los pacientes diagnosticados actualmente con la enfermedad de Alzheimer en realidad no la padecen.
Agrega el Dr. Gauthier que «no estamos hablando de personas de 90 años, estamos hablando de personas de 60 años donde hay incertidumbre sobre el diagnóstico cuando eres tan joven».
La prueba, utilizada en esta etapa temprana, identificará un factor de riesgo, pero no es un diagnóstico. Lo compara con una prueba de colesterol que puede indicar un factor de riesgo de enfermedad cardíaca.
«No hay tratamiento para el deterioro cognitivo leve (DCL), excepto para los cambios en el estilo de vida, especialmente para reducir la presión arterial, mantener la mente y el cuerpo ocupados, todas las cosas buenas que se supone que debes hacer», dice Gauthier. «Pero las personas estarán más motivadas para hacerlo si saben que tienen proteínas elevadas y están en riesgo».
Join us on May 20 at noon for the second webcast in our new weekly series, #McGillCares, designed to support family caregivers. Dr. Serge Gauthier will help us to gain a better understanding of #dementia. https://t.co/LZCWtg7EoY pic.twitter.com/A1yR6JejCu
— McGill Simulation (@mcgillsim) May 19, 2020
Diferenciando la neurodegeneración
Otro de los autores, el Dr. Pedro Rosa-Neto, agrega que el biomarcador será particularmente útil para evaluar a los pacientes más jóvenes que muestran un deterioro cognitivo para descartar AD y buscar otras causas de demencia, y también para determinar la AD en pacientes con síntomas atípicos, como dificultad para hablar y dificultad de lectura o escritura, o ciertos problemas de comportamiento.
«El alzhéimer tiene una heterogeneidad importante, y los biomarcadores permiten a los médicos identificar cuál de estos pacientes con presentación atípica tiene EA», dice. «Esto es importante porque el tratamiento principal para la EA, los inhibidores de la colinesterasa, puede ser dañino para quienes no tienen la enfermedad».
El Dr. Pascoal agrega que el ensayo será importante para ayudar a los médicos a estadificar la enfermedad de Alzheimer, desde las primeras etapas de DCL, cuando los niveles de tau son bajos, hasta la etapa posterior cuando los niveles de tau son mucho más altos.
Los resultados se publicaron en la edición de mayo de The Lancet Neurology. Un comentario que acompaña el estudio llama al descubrimiento «transformador».
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