En busca de prevenir, destruir, repeler o controlar las plagas, la empresa GreenLight Biosciences desarrolló un insecticida que incursiona en la modificación genética para cumplir su cometido. Es un método que escapa a lo usual y enciende algunas alarmas por las alteraciones a las que incurre, pero los reguladores de EE UU se muestran entusiasmados.
El producto contiene el ingrediente activo ledprona, que utiliza un mecanismo llamado interferencia de ARN (ARNi) para matar al escarabajo de la papa de Colorado, una plaga notoria. Lo hace desactivando los genes que necesita para sobrevivir.
La empresa le ha puesto por nombre Calantha (‘flor bella’ en griego) y sería el primer pesticida en aerosol que utiliza ARNi: siglas y uso que tienen un amplio historial en vacunas y terapias médicas.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) concedió a GreenLight Biosciences un permiso de uso experimental (EUP) en mayo. Esta decisión le da a la empresa dos años para recopilar y evaluar datos del uso del nuevo producto en parcelas de prueba limitadas. Pero ahora el nuevo pesticida podría fumigarse ampliamente en los cultivos de papa en todo el país en esta primavera, reseñó The New Lede.
Los críticos temen que el nuevo pesticida se esté lanzando al mercado sin datos suficientes que demuestren que es seguro para la salud humana y el medio ambiente. También se preguntan si será eficaz.
«Es un enorme precedente», afirmó Michael Hansen, científico senior de Consumer Reports. “Cuando se trata de una nueva clase (de pesticida), no se deben tomar atajos”.
Son muchos los pesticidas controversiales en el mundo, por su vínculo con enfermedades e impactos al medio ambiente. Los productos de la Bayer se llevan las críticas y litigios por sus secuelas, en especial Roundup.
Logran insecticida que modifica genética
La EPA dijo que extenderá el período de comentarios públicos para ledprona luego de una solicitud del grupo ambientalista Amigos de la Tierra. La fecha límite para el período de comentarios, que estaba previsto que finalizara el 13 de octubre, se trasladó al 30 de octubre.
Las empresas agroquímicas aplauden los pesticidas silenciadores de genes como una solución prometedora al problema de la resistencia a las plagas y una respuesta al llamado de los consumidores de productos libres de residuos de estos productos.
En 2021, el Departamento de Agricultura de EE UU escribió una carta a la EPA alentando a la agencia a autorizar el uso experimental de ledprona. Entonces afirmó que “podría desplazar parte del uso de insecticidas de amplio espectro” y podría ayudar a los productores de papa a controlar el insecto invasor con esa técnica de modificación genética.
Múltiples estudios han «confirmado» que el producto no tiene efectos nocivos sobre «personas, polinizadores, aves, peces u otros organismos no objetivo», indicó un portavoz de GreenLight Biosciences.
«Además”, agregó, “a diferencia de los pesticidas químicos comerciales comúnmente utilizados para controlar el escarabajo de la papa de Colorado, Calantha no deja residuos detectables en los alimentos, el suelo, el agua o la atmósfera», añadió.
Aún así, los opositores temen que adoptar esta alternativa biotecnológica a los pesticidas químicos sin evaluar cuidadosamente los riesgos podría crear nuevos problemas. Los críticos argumentan que este tipo de insecticida que realiza modificación podría dañar especies no objetivo y poner en peligro la salud de los agricultores. Esta tecnología también la están desarrollando grandes empresas como Bayer, BASF y Syngenta.
Piden mayores pruebas al silenciamiento genético
«No podemos asumir que porque una tecnología sea biológica y no química necesariamente será segura», sostuvo Kendra Klein, subdirectora de ciencia de Amigos de la Tierra. Y autora de un informe de 2020 que llama al silenciamiento genético o modificación genética de este insecticida “un vasto experimento genético al aire libre”.
Asimismo comentó que “estamos considerando liberar un material al medio ambiente que modificará genéticamente organismos en tiempo real. Tenemos una larga historia de consecuencias no deseadas de las tecnologías en la agricultura. Sería una tontería no asumir que esta tecnología tendrá consecuencias no deseadas”.
Sin embargo, la agencia no exige “ningún tipo de verificación de que todos vayan a usar (equipo de protección personal) ni siquiera monitorear a ninguna de esas personas para ver si está sucediendo algo”, dijo Hansen. «Me parece casi una estrategia de ‘no mirar, no encontrar'».
Hansen también se pregunta sobre la eficacia del pesticida y, en términos más generales, sobre la eficacia del insecticida de ARNi con modificación genética.
Un estudio de Scientific Reports de 2021 evaluó un ARN bicatenario similar, que se estaba desarrollando para un aerosol destinado a combatir la misma plaga de la papa. Descubrió que, en nueve generaciones, se necesitaba 11.100 veces la cantidad original de pesticida para obtener el mismo efecto: un nivel de resistencia «extremadamente alto».
«Me gustaría ver lo mismo en este producto (ledprona) antes de que sea aprobado. Si selecciona resistencia muy rápidamente, eso no es útil», argumentó Hansen. «Con la mayoría de los pesticidas químicos no se ve algo así», adicionó. «Eso me hizo preguntarme si todo este campo simplemente colapsará».
Según Klein, el mecanismo de silenciamiento genético utilizado por tales pesticidas puede activarse siempre que encuentren una secuencia genética similar o coincidente.