El paso del temporal causa importantes inundaciones, obliga a evacuaciones de miles de personas, cortes de vías y la suspensión de clases
Extensas regiones del este y sur de España reviven los embates de las intensas lluvias de las últimas semanas que, prácticamente, no han dado respiro a sus habitantes tras la desastrosa huella climática en Valencia. En horas recientes, una nueva DANA transitó con fuerza en las provincias de Málaga (Andalucía) y Tarragona (Cataluña) avivando la alta tensión en las zonas de influencia que se mantienen sumidas en la devastación. El paso del temporal deja importantes inundaciones, evacuaciones de miles de personas, cortes de vías y, entre otros, suspensión de clases.
En el transcurso de las copiosas precipitaciones, la Agencia Estatal de Meteorología emitió alertas rojas para Málaga y Tarragona, luego las rebajó a naranja, advirtiendo que los eventos sucesivos requieren atención ciudadana y de los organismos de emergencia. La Aemet estimó en su informe que estos territorios recibirían hasta 180 litros de agua por metro cuadrado. Las lluvias no dejaron fallecidos pero sí viviendas afectadas e incuantificables pérdidas de inmuebles e infraestructuras.
“El peligro de la DANA persiste, aunque lo peor ha pasado”, afirmó el portavoz de la agencia, Rubén del Campo. E insistió en no bajar la guardia y estar muy pendientes de las lluvias esperadas en Andalucía occidental y en la Comunidad de Valencia. Aunque se espera que a partir del fin de semana la tendencia de la atmósfera es a recuperar la normalidad.
El meteorólogo reiteró que “no se puede decir que el peligro ha pasado. Pensarlo podría derivar en cierta relajación por parte de los ciudadanos, una situación que no sería buena. Todavía se espera una jornada adversa en las provincias de Cádiz, Huelva y Sevilla”.
Emergencia en Málaga por la DANA
La DANA (Depresión Aislada en Altos Niveles) sigue ocasionando fuertes lluvias y expectación en Málaga y Tarragona, potenciada por el calentamiento global. Se produce quince días después de que al menos 220 personas perdieran la vida en Valencia durante las peores inundaciones sufridas en España en décadas.
La Junta de Andalucía está llevando a cabo desalojos preventivos en la ribera del Guadiaro, en la frontera entre las provincias de Málaga y Cádiz, por la crecida del río. Su presidente, Juanma Moreno, informó que el río está a seis centímetros de desbordarse y está lloviendo con intensidad en la zona. Giró instrucciones para el desalojo preventivo de unas 3.000 personas próximas a la ribera. Las evacuaciones se producen en los núcleos de Estación de Cortes, de Jimera, de Gaucín, de Colmenar y Estación de Benaoján, en Málaga.
También admitió que el riesgo continúa siendo severo en la ribera del Guadalhorce a su paso por Cártama al haber subido casi tres metros. Es por ello, indicó Moreno en su visita al pueblo de Benamargosa, el más afectado por las inundaciones, que no se puede bajar la guardia, ya que sus cauces no dejan de aumentar. Y señaló que las personas desalojadas no volverán todavía a sus casas, por la persistencia de las lluvias.
En Andalucía se han suspendido las clases y el cierre de aulas se ha extendido a Sevilla, Cádiz y Huelva, después de que se reportaran anegaciones, desalojos y suspensión temporal de movilidad terrestre.
Asimismo, se paralizaron las operaciones de los trenes, incluido el de alta velocidad que comunica a Madrid con Málaga debido a las lluvias torrenciales. En el barrio malagueño de Campanilla, próximo al río Guadalhorce, los trabajadores construyeron una barrera de plástico para intentar contener el agua que el alcantarillado ya no podía absorber.
Restricciones en Tarragona por las lluvias
Málaga, Tarragona y otras provincias trabajan para recuperarse de la segunda DANA que azota a España, mientras las lluvias persisten con el atenuante de que comienzan a aislarse.
La Asociación de Jóvenes Agricultores, en Málaga, afirmó que el paso de la última DANA por la provincia de Málaga ha dejado «una estela de destrucción. Afectando de forma significativa a la agricultura y ganadería en puntos concretos». Asaja está evaluando los daños preliminares, centrados en las áreas rurales de la Axarquía y el Valle del Guadalhorce, «donde las lluvias torrenciales y el límite de los ríos han devastado cultivos y sistemas de riego. Las pérdidas y los problemas en el suministro de agua potable y los cortes de luz agravan aún más la situación».
el otro foco de la alerta roja por lluvias se emitió en la provincia catalana. Trascurridas las horas pasó a alerta naranja. El sector de la movilidad, al igual que el malagueño, es uno de los más afectados. Se registraron largas filas en una de las principales redes viales de Tarragona debido a los retrasos y las restricciones. Entretanto, la suspensión de las clases dejó a por los menos 128.000 alumnos sin jornada académica en 439 escuelas.
También se emitieron alertas naranjas en los territorios al sur de Granada y la zona costera de Valencia, desde Denia hasta Sagunto, donde se estimaron precipitaciones de entre 40 y 120 litros/m2, según la agencia meteorológica catalana, Meteocat. Se pronosticaron vientos de hasta 119 kilómetros por hora y marejada en Tarragona y Barcelona y, Murcia.
Al final del jueves hay avisos en siete comunidades, naranja tan solo en una provincia andaluza, Huelva. Y amarillo, en Alicante, Valencia, Albacete, Almería, Granada, Ávila, Salamanca, Extremadura, A Coruña y Murcia.
El cambio climático mata
Las repetidas alertas de clima extremo están aumentando la presión sobre los líderes mundiales para frenar las emisiones que calientan el planeta en la conferencia sobre el clima de la ONU. El jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, llevó la tragedia de su país, con el paso de una DANA por la comunidad de Valencia y, por Málaga y Tarragona, al escenario mundial durante su discurso en la COP29.
Dijo que no había duda de que lo ocurrido en Valencia a finales de octubre es un crudo recordatorio de lo que está en juego. “He venido aquí para decirles que el cambio climático mata y en Valencia ha matado a 220 de mis compatriotas”, señaló en Bakú, recogió Euronews.
Mientras todos los países enfrentan los impactos del cambio climático, desde tormentas más violentas hasta intensos incendios forestales, dijo que se necesitaban “medidas drásticas”. Las ciudades también deben ser reconstruidas para resistir lo peor de lo que está por venir, añadió.
«Algunos todavía dudan de la evidencia científica del cambio climático», adicionó Sánchez en la cumbre climática. “No nos demoremos. Hemos visto a los gobiernos vacilar y retroceder sólo para hacer más ricos a los ricos. Esta fórmula nos está llevando al desastre”.
Litoral mediterráneo es de alto riesgo
Un estudio de la Universidad de Almería revela que más de 3 millones de habitantes en España viven en zonas inundables. Y el litoral mediterráneo es la zona que tiene mayor riesgo de inundación en el país.
La investigación presenta una estimación de las personas, actividades económicas y puntos de especial importancia ubicados en zonas inundables. Así como su distribución por la geografía española.
Los resultados muestran, por primera vez, la distribución espacial para el conjunto del país de la exposición de la población humana, que asciende al menos a 3.263.000 habitantes (el 6,9% de la población española), y de las pérdidas económicas potenciales, que ascienden al menos a 122.132 millones de euros. Además, los resultados también indican una mayor concentración de exposición a lo largo de la costa mediterránea.
Los datos obtenidos permiten fortalecer el debate sobre la gestión del riesgo de inundación y contribuyen a mejorar los procesos de toma de decisiones. Los resultados pueden contribuir a mejorar políticas sectoriales de mitigación, adaptación y respuesta al riesgo como la ordenación territorial, la planificación urbana o la protección civil. Los hallazgos también son útiles para mejorar la educación y preparación ciudadana, al incrementar la sensibilización sobre el riesgo de inundación.
El estudio cobra especial importancia en la actualidad, puesto que en España la exposición a las inundaciones continúa aumentando impulsada por la impermeabilización del suelo y el crecimiento de la población en las zonas urbanas costeras. En Europa, a pesar de los considerables esfuerzos realizados para reducir el impacto de este tipo de catástrofes, las inundaciones siguen siendo el peligro natural más devastador, tal y como han demostrado los recientes acontecimientos ocurridos en Valencia.
Luz después de tantos nubarrones y tormentas
La Aemet indicó el jueves en la noche que la DANA continuará moviéndose lentamente hacia el suroeste a la par que evoluciona a una borrasca fría aislada, otro tipo de área de bajas presiones. Rubén del Campo, destacó de la jornada que, debido a esta nueva posición, la inestabilidad se extenderá a Andalucía occidental. “Seguirá lloviendo en las provincias de Valencia y de Málaga, otra vez con acumulaciones de más de 100 o 150 litros por metro cuadrado”, detalló.
Además, se prevén precipitaciones en otras zonas del área mediterránea y cuadrante suroeste peninsular, pero de menor intensidad. Así como una importante regada. “Aunque en principio sin especial adversidad”, en el entorno del sistema Central, sobre todo en el norte de Cáceres y en el sur de Ávila. Con una cota de nieve que ya subirá porque las temperaturas “van a ascender de forma notable en toda España”.
El viernes la BFA “tendería a quedar cuasi estacionaria al suroeste de la Península. Situación que hará que aún persistan los chubascos localmente intensos en el área mediterránea. Pero ya de menor adversidad”. Mientras que las precipitaciones serán más abundantes en Extremadura, área del Estrecho, aledaños del sistema central y Andalucía occidental. “En Huelva, Cádiz y Sevilla y el Estrecho, podrían ser localmente muy fuertes”, confió.
Y en el resto del país, “el tiempo será más estable. Continuarán subiendo las temperaturas con un ambiente de nuevo templado para la época”. El sábado, la Aemet da por finalizado el terrible episodio de la DANA. El domingo, “la situación tendrá a ser más tranquila”, aunque todavía con posibles lluvias, débiles en general, en el oeste de la Península.