Si bien el mundo se dirige hacia impactos climáticos severos e inevitables, de mantenerse en aumento las temperaturas globales, el apoyo a quienes sufren los rigores de la crisis climática ha sido lento. La COP27, en Egipto, ofrece una oportunidad para poner la justicia climática y la solidaridad al frente de los esfuerzos internacionales.
Muchos podrían pensar que es anticipado hacer referencia a una nueva edición de la cumbre climática de la ONU, cuando hace apenas tres meses concluyó la de Glasgow. Pero el informe de la NASA y la NOAA, que anticipa que en 10 años se alcanzará el techo del calentamiento global, urge de una respuesta contundente y asistida.
Los niveles de calentamiento existentes han puesto en marcha cambios irreversibles, como el aumento del nivel del mar. Se necesita dinero y políticas para que las personas puedan hacer frente a un mundo sobrecalentado. Además, de ayudar a las que huyen de los estragos climáticos.
La ONG Christian Aid dijo recientemente que las 10 catástrofes meteorológicas más costosas de 2021 superaron los 170.000 millones de dólares en daños. Y dejaron unos 1.075 muertos y provocaron el desplazamiento de más de 1,3 millones de personas.
Sin embargo, la compañía reaseguradora Munich Re sostiene que los daños son mayores y llegan a 280.000 millones de dólares. Mientras que las pérdidas humanas llegan a 688 personas tras cuantificar 20 episodios inusitados de huracanes, incendios e inundaciones.
Pete Ogden, vicepresidente de Energía, Clima y Medio Ambiente de la Fundación de las Naciones Unidas, dijo que el tiempo no está de nuestro lado. «En 2022 es imperativo construir sobre lo logrado y tener éxito donde hemos fallado anteriormente”, subrayó.
2022, ¿qué hacer para frenar el cambio climático?
Las próximas conversaciones climáticas de la ONU se llevarán a cabo en Egipto. La cita tiene como objetivo destacar la adaptación y la resiliencia, la prioridad climática para muchas naciones africanas. La cumbre podría ser un momento para elevar millones de voces africanas, a menudo reprimidas, y los desafíos del 2022 para frenar el cambio climático.
Un importante informe científico que se publicará en febrero del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) sobre los impactos le dará a la presidencia egipcia mucho material para guiar la conferencia climática de Sharm el-Sheikh. A la vez de pulir iniciativas de ayuda a las poblaciones afectadas por la crisis climática.
Es probable que ningún acuerdo prospere sin un progreso significativo en las finanzas, incluida la promesa atrasada de 100.000 millones. La duplicación de la financiación para la adaptación y las negociaciones hacia el próximo objetivo a largo plazo.
La equidad corre como hilo conductor en los principales debates políticos: el escrutinio de las promesas de cero emisiones netas, el alivio de la deuda y la implementación de los objetivos globales de biodiversidad. Así como la justicia climática.
Esta semana, hubo las primeras señales de apoyo para los países menos desarrollados para limpiar sus industrias contaminantes mediante la estrategia de impuestos fronterizos de carbono de la UE. Pero la propuesta solo llegaría a una pequeña proporción de socios comerciales y tiene un largo camino por recorrer antes de ser adoptada, recoge Climate Home News.
Ante la propagación exponencial de la variante ómicron surge la disparidad en la distribución de las vacunas y los países vulnerables se mantienen al margen. Compartir las dosis será fundamental para frenar las infecciones y permitir a los países en desarrollo el espacio político y fiscal para la acción climática.
África, el derecho a exigir
Este año comienza un diálogo de dos años para explorar los arreglos de financiación para las víctimas del clima extremo y el aumento del nivel del mar y se espera que sea polémico. Los países en desarrollo exigen una financiación significativa y adicional para recuperarse de los impactos irreversibles de la crisis climática, contra la resistencia de las naciones ricas.
Los esfuerzos del Grupo Africano para que su vulnerabilidad climática sea reconocida en el sistema de la ONU hasta ahora no han tenido éxito. Algunos expertos pidieron a la Unión Africana que eleve el perfil del problema. Está prevista una cumbre UE-Unión Africana para los días 17 y 18 de febrero en Bruselas. Arabia Saudí albergará una cumbre de la Liga Árabe-África en Riad en la primavera y Joe Biden recibirá a los líderes africanos.
La cumbre en Glasgow impulsó compromisos audaces para acabar con la energía del carbón, reducir las emisiones de metano y detener la deforestación. Ahora deben traducirse en planes climáticos nacionales y políticas concretas. Además, se necesitará una diplomacia climática sostenida para cumplir la promesa de iniciativas como un paquete de 8.500 millones de dólares para ayudar a Sudáfrica en la transición del carbón a una energía más limpia. Incluirá apoyo para que las regiones mineras del carbón se diversifiquen. Pero no está claro qué forma tomará la financiación y cómo se gastará.
El presidente sudafricano Cyril Ramaphosa dijo que el efectivo debería entregarse en forma de subvenciones. Mientras que los financiadores se inclinan por los préstamos. La forma en que se implemente el acuerdo podría determinar si otras naciones buscan arreglos similares.