Un nuevo derrame de petróleo ennegrece, contamina y atenta contra la vida marina y terrestre en las costas de Venezuela. El torrente de hidrocarburos fluye desde la mermada refinería de El Palito y tiñe de negro espeso cientos de kilómetros de playa del Golfo Triste en el estado Falcón, en la región noroccidental
Este nocivo vertido de crudo alcanza también al Parque Nacional Morrocoy. Una ensenada paradisíaca de islotes o cayos con arrecifes y manglares de unos 320 kilómetros cuadrados. Es uno de los destinos más deslumbrantes por sus aguas cristalinas, bordeada de palmeras, refugio de aves y de una amplia diversidad de ecosistemas.
El biólogo y ecólogo marino Eduardo Klein publicó en su cuenta de X (@diodon321) imágenes satelitales en las que mostraba una mancha de petróleo de unos 225 kilómetros cuadrados en el Golfo Triste y que cubría completamente el Parque Nacional Morrocoy.
Esta refinería, con capacidad para procesar 146.000 barriles de crudo por día, ha escenificado otros derrames recientes, según el investigador del Laboratorio de Sensores Remotos de la Universidad Simón Bolívar.
Este desastre con graves efectos tanto ambientales como sobre la salud y economía de los pobladores en toda la zona afectada, señaló. El preocupante impacto puede prolongarse en el tiempo a medida que los contaminantes se mueven por las corrientes. Tiene una incidencia directa en la salud de los pescadores locales y sobre las personas que puedan estar consumiendo pescado contaminado con sustancias tóxicas.
«El derrame vino de El Palito. Algunas playas de Boca de Aroa amanecieron con mucho hidrocarburo en la orilla y afectó a algunas embarcaciones, a algunos barcos de pesca artesanal», dijo un residente a Reuters.
Derrame petróleo Venezuela: una amarga lista negra
El Palito es uno de los complejos para la refinación del petróleo de mayor envergadura en Venezuela. Y está ubicada en el municipio de Puerto Cabello, en la costa central del estado Carabobo. Pero su derrame de crudo se ha extendido hasta el Parque Nacional Morrocoy, en el estado contiguo de Falcón. Hasta los momentos no ha habido un comentario de la empresa estatal PDVSA ni del Ministerio del Petróleo sobre el origen y el impacto ambiental del derrame de petróleo.
Este desastre ambiental se suma lamentablemente a una larga lista. Es el vigésimo en la misma zona, entre junio de 2019 y diciembre de 2023, indicó Fridays for Future, una organización de jóvenes por el clima.En diciembre de 2023 diversas organizaciones no gubernamentales denunciaron de un incidente en la refinería El Palito, afectando severamente a varias playas de la costa norte de Venezuela.
Según la Fundación Azul Ambientalistas y la Fundación Caribe Sur el suceso se debió al “desborde de una laguna de oxidación en esa refinería”.
La Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales señaló que “la ocurrencia de derrames de hidrocarburos de distinta magnitud y naturaleza es un riesgo asociado a la actividad petrolera. Pero no se justifica el aumento de la frecuencia y la extensión de estos accidentes previsibles y controlables. Además, reflejan violaciones de las legislaciones nacionales e internacionales en materia de petróleo y ambiente”.
En esa ocasión, Gabriel Cabrera, coordinador de Fridays for Future se trasladó al lugar y observó casos de problemas respiratorios en algunas personas que habitan en comunidades adyacentes a la refinería.
Potencia en desastres ambientales
Otro derrame de petróleo en ese centro refinador de Venezuela que llamó la atención por su magnitud fue también en agosto, pero de 2020. En esos días en la isla Mauricio se luchaba por salvar su ecosistema marino ante las más de 1.000 toneladas de petróleo vertidas por un barco encallado.
La noticia cabalgó con la del vertido de crudo de grandes proporciones en los alrededores de El Palito. Klein estimó que el derrame fue de unos 20.000 barriles de petróleo, «más del doble que en Mauricio», y pudo extenderse unos 350 km cuadrados. La mancha, arrastrada por las corrientes y vientos a lo largo de más de 80 kilómetros, alcanzó al Parque Nacional de Morrocoy. Esta zona privilegiada de gran importancia natural, paisajística y biodiversa.
El Observatorio de Ecología Política documentó al menos 86 derrames petroleros en Venezuela en 2023, un promedio de 7 por mes, bajo un contexto de opacidad oficial.
“En el período comprendido de enero a diciembre de 2023, el OEP de Venezuela registró 86 derrames petroleros. Manteniéndose la misma cifra reportada en el año 2022”, precisa un reporte especial que presenta un análisis de los derrames el año pasado.
Con 40 casos en 2023, el balance ubica al Zulia, históricamente cuna de la actividad petrolera en el país, como el estado con mayores derrames. Le siguen los estados Falcón, con 32; Anzoátegui, con 8; Monagas, con 2 y Carabobo con 1. En 2021 el OEP, organización dedicada a visibilizar y analizar las desigualdades e impactos socio-ecológicos, había identificado 73 derrames.
Múltiples impactos
Las cifras presentadas en el informe correspondiente al 2023 “no reflejan la magnitud real” del problema ambiental que ocasionan los “continuos derrames”, precisó la organización.
“Apenas recoge aquellos casos que han sido visibles por reportes en diferentes medios digitales y redes sociales. La sistematización de estos reportes y denuncias busca palpar las implicaciones que dejan a su paso los siniestros de la industria petrolera en el país”, agregó.
La organización advirtió que las implicaciones de los derrames afectan “en múltiples dimensiones y escalas”. “Pescadores han denunciado en reiteradas ocasiones cómo ha mermado de manera significativa la pesca. Situación que redunda en un impacto económico en estas comunidades limitadas y amenazadas. El sector turístico también ha sido afectado debido a la contaminación de playas por crudo”.
El OEP manifestó que en ninguno de los casos la estatal petrolera se responsabilizó sobre los vertidos de crudo. No realizó estudios sobre los impactos ocurridos, ni cumplió con su obligación de reparar los daños generados por los derrames. Tampoco suministró información adecuada y suficiente sobre las causas, características del hidrocarburo derramado, consecuencias ni ninguna otra información pertinente sobre estos eventos.
Durante 2023 el gobierno realizó una serie de declaraciones sobre el desarrollo de planes de mejoramiento de la actual situación de deterioro del Lago de Maracaibo. Sin embargo, la obstaculización del trabajo periodístico en las zonas afectadas por los derrames, parecen indicar más el intento de crear una narrativa de normalidad que una verdadera voluntad de cambio, destacó la organización.
Las autoridades siguen incumpliendo con su obligación de adoptar las medidas adecuadas para garantizar una mejora sostenida del disfrute de los derechos humanos ambientales de los ciudadanos. Mientras tanto los derrames petroleros continúan produciéndose en el país.