A pesar de la salida de las máquinas y de los operarios, el panorama del bosque Montegancedo es de desolación, con cientos de árboles talados.
El bosque Montegancedo, de gran valor natural y cultural, ubicado en el suroeste de Pozuelo de Alarcón, está a merced de poderosos intereses económicos, inmobiliarios y políticos. La municipalidad tiene en mente desde 2020 realizar un proyecto urbanístico en el espacio natural. Forma parte del Plan General de Ordenación Urbana y abarca un área de 70 hectáreas, todas de propiedad privada.
Aunque las autoridades defienden las bondades y beneficios que traerá para la movilidad y la capacidad residencial, grupos ecológicos y vecinos lo rechazan por considerar que causaría un daño medioambiental importante, al destruir áreas verdes y dañar el hábitat de muchas especies animales. A pesar de las voces en contra, recientemente se le dio luz verde y de inmediato las maquinarias se pusieron a trabajar. Un recurso de reposición del PSOE de Pozuelo de Alarcón logró frenar el desarrollo de esta urbanización de lujo.
«La naturaleza ya está en el bosque de Montegancedo, no necesitamos que la destrocen y luego pongan tres arbolitos»
María
El ayuntamiento, en manos del PP, paralizó momentáneamente la obra iniciada a mediados de junio. A pesar de la salida de las máquinas y de los operarios, el panorama del bosque Montegancedo después de un mes de trabajo es de desolación. Cientos de árboles fueron talados. Se calcula que alrededor de 300 ejemplares. Vecinos y ecologistas consideran que se perpetró un «daño ambiental irreparable» aunque se paralice de manera definitiva el proyecto.
Los promotores del nuevo desarrollo son las compañías mercantiles SPV Reoco 1, S. L. y Promociones y Construcciones, PYC, Pryconsa, S. A., que forman parte de la denominada Asociación de Propietarios del Área de Planeamiento Remitido APR 2.6-02 UE-2 Montegancedo. El plan estipula la construcción de 1.050 viviendas (900 colectivas y 150 unifamiliares), la construcción de un acceso directo desde la M-40 o el desvío de la vía pecuaria Vereda del Camino de Alcorcón.
La advertencia se hizo
Son cuatro años los que lleva la plataforma Salvemos Montegancedo peleando junto con vecinos por evitar «el ecocidio» en un monte con gran densidad arbórea, un corredor ecológico y un pulmón verde único en el oeste de la Comunidad de Madrid. Emilio Blanco, doctor en biología por la Universidad Autónoma y el Real Jardín Botánico de Madrid, explica que se trata de una zona silvestre que ha conservado su vegetación original, de un entorno natural. «En plena aceleración de la crisis climática, es imperdonable destruirla», subrayó.
El expediente llegó a tribunales después de que Ecologistas en Acción introdujo un recurso contencioso, pero quedó engavetado hasta abril de este año, cuando se le dio el visto bueno definitivo al proyecto urbanístico.
El ayuntamiento se valió de la ley Omnibus aprobada en 2023. El instrumento legal faculta a las municipalidades de la región a construir viviendas en suelo público dotacional en desuso, con el fin de ofrecerlas en alquiler sin necesidad de realizar antes una modificación del planeamiento urbano local. Sin contar con los permisos de construcción, pero con luz verde, los desarrolladores con planos de calles y accesos de la futura urbanización en mano llevaron las primeras retroescavadoras al bosque Montegancedo.
«En plena época de cría, la más sensible para la fauna, vallaron el perímetro de Montegancedo y comenzó la tala de decenas de encinas y pinos, la eliminación del matorral y movimientos de tierra para crear grandes explanaciones y las futuras calles del complejo de lujo», denunció Ecologistas en Acción a través de un comunicado.
«Hombre, qué desvergüenza llamar limpieza a talar 100 arboles. Yo creo que la gente no es tonta»
Luis
Depredación generalizada
Los vecinos no entienden cómo, en plena crisis ecosocial, se destruye la naturaleza en lugar de protegerla y restaurarla. «El bosque Montegancedo nos duele a todos. Su destrucción es el reflejo de la política medioambiental de la Comunidad de Madrid», resume Ana Castro, portavoz de la plataforma.
Prefieren no celebrar ni entusiasmarse con la paralización de la obra. Temen que si regresan las máquinas puedan tumbar otros 700, pues así figura en el plan de urbanización autorizado por el ayuntamiento.
Pozuelo de Alarcón, un municipio construido casi en su totalidad, necesita de grandes espacios de disfrute al aire libre. Los terrenos que se pretenden destruir para construir el enésimo desarrollo urbanístico, tienen más valor para la ciudadanía, como espacio natural y cultural.
«No tiene lógica alguna que este fantástico bosque mediterráneo lleno de encinas y pinos en muchos casos centenarios y con una gran riqueza ambiental acabe siendo ladrillo», manifestó el portavoz del PSOE Ángel González Bascuñana.
«Nos quitan una zona verde a los habitantes de Pozuelo; eso sí, nos quieren imponer un coche eléctrico, menuda vergüenza de políticos corruptos»
Fausto
Castro es directa en su opinión acerca de lo que pasa: «Ayuntamientos en connivencia con promotores urbanísticos están depredando lo mejor de nuestra naturaleza. Es vital que los ciudadanos de toda la Comunidad de Madrid comprendan el daño irreversible que supone la destrucción de todos estos ecosistemas». Para ella, la destrucción de Montegancedo, es igual a la de Los Carriles de Alcobendas, cuyo proyecto se aprobó semanas atrás, a la de Boadilla del Monte (proyecto urbanístico de Boadilla Hills), a la de San Sebastián de los Reyes (plan de urbanismo Cerro del Baile), la de Torrelodones (urbanización de lujo en la finca Las Marías) y a la de Villaviciosa de Odón (proyecto de desarrollo urbanístico del sector UZ4).
Importancia ecológica
El bosque de Montegancedo o Dehesa de Montegancedo es uno de los escasos enclaves que aún no se han urbanizado en Pozuelo de Alarcón. Se localiza al suroeste del municipio, entre la M-40 y las urbanizaciones La Cabaña y Montepríncipe, en Boadilla del Monte. Es un bosque de encinas, alcornoques, coscojas, quejigos y pinos piñoneros, en el que destaca la presencia continuada de rapaces (milano negros, milanos real, águila imperial, buitre negro, azor) todas ellas especies protegidas por la legislación estatal y autonómica.
Se trata de un enclave de gran importancia ambiental y ecológica. Cumple una función de isla-refugio para la fauna y la flora. Es un espacio libre, rodeado de viviendas e infraestructuras. También desempeña una importante función social, al servir de área de esparcimiento. De hecho, en el anterior plan general de Pozuelo de Alarcón, este bosque y su entorno estuvieron protegidos y calificados como sistema general con ordenación de parque natural. Sin embargo, en 2002, con la aprobación del plan general vigente pasó a reclasificarse a suelo urbano. Pero esa circunstancia no ha variado el valor natural de los terrenos.
Este bosque y su entorno estuvieron protegidos y calificados como sistema general con ordenación de parque natural hasta 2002. En esa fecha se aprobó el actual Plan General de Ordenación Urbana y pasó a reclasificarse como suelo urbano. Así se delimitó el Área de Planeamiento Remitido APR 2.6-02 “UE-2 Montegancedo”, con una superficie de 68 hectáreas.
«Plantan arbolitos donde les interesa para su reconocimiento ante la opinión pública y talan 150 árboles, algunos de más de 100 años, para sus fines comerciales: urbanizar el monte, concretamente construir 1.050 viviendas de lujo»
Lounik
Patrimonio cultural
El valor cultural de los terrenos es un aspecto que ha sido ignorado durante toda la tramitación. El grueso de las viviendas se erigirían sobre los restos de los polvorines de Retamares y otras edificaciones militares que durante décadas constituyeron una de las principales reservas de munición y explosivos de la región centro. Estas construcciones desempeñaron un importante papel durante la Guerra Civil. La toma del polvorín de Retamares fue uno de los episodios más cruentos de los primeros meses del conflicto. Estos polvorines o depósitos de armamento se situaban alejados de las poblaciones para evitar riesgos. El primero de ellos se construyó en 1912. Para protegerlos se construían otras edificaciones como puestos de vigilancia -que aún perduran-, fortines y casamatas.
El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón no tiene catálogo de bienes y espacios protegidos. A pesar de ser una obligación y uno de los requisitos establecidos por la Comunidad de Madrid para aprobar el plan general de ordenación urbana. Por ello, es de aplicación la Disposición transitoria primera de la Ley 3/2013, del 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid. Establece que quedarán sujetos al régimen de protección previsto para los Bienes de Interés Patrimonial las Fortificaciones de la Guerra Civil española. Es decir, el desarrollo previsto en el bosque Montegancedo no puede desarrollarse porque supondría la destrucción de unos restos históricos protegidos por ley.
«Sin un pulmón verde y van a cargarse miles de especies de animales y arboles de gran valor y edad que ni por asomo podrán sustituir plantando nada en la zona ni en ninguna parte»
Paula
Urbanizar en tendencia
El alcalde José Luis Martínez-Almeida aprobó recientemente liberar más de 7 millones de metros cuadrados para construir cerca de 22.800 viviendas. Entre los proyectos a los que ha dado luz verde está la construcción del Parque Metro Cuatro Caminos, en el distrito de Chamberí. En el que está previsto que se hagan aproximadamente 443 viviendas en una superficie 43.250 metros cuadrados.
También se reactivó el proyecto de la antigua cárcel de Carabanchel, demolida en 2008. El plan es que se edifiquen 640 residencias; 34% serán protegidas. Contar con esta enorme superficie permitirá que amplíen los servicios sanitarios, educativos y zonas verdes. En este mismo distrito, en el terreno de las antiguas piscinas de San Miguel (13.000 m2) en el barrio de Opañel, se harán 130 viviendas –el 16% de promoción pública–, zonas verdes y equipamientos para los vecinos.
Igualmente, el plan de Madrid Nuevo Norte contará con el primer barrio de esta zona: Las Tablas Oeste –en el distrito de Fuencarral–, donde se construirán habrá 741 viviendas. En total, el terreno cuenta con 204.976 metros cuadrados, de los cuales 74.197 serán destinados a uso residencial, 123.795 al terciario y 14.000 al comercial.
En la Solana de Valdebebas, en el distrito de Hortaleza, el permiso aprobado permitirá construir 1.400 viviendas; 45% serán protegidas. Contará con 290.000 metros cuadrados de zonas verdes públicas, se preservará el arroyo de Valdebebas y sus vaguadas y se ampliará y finalizará el Parque Forestal Felipe VI. Los Ahijones, en el sureste de la ciudad, tendrá seis etapas con 19.000 viviendas, de las que el 52% tendrá algún tipo de protección pública. Además, está pautado construir 420 viviendas en el espacio de Arroyo Butarque, donde actualmente solo existe un descampado en desuso.