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Por Natalia Lobo
20/05/2018
Rafael Nadal es el campeón del Masters 1000 de Roma tras vencer a Alexander Zverev por 6-1, 1-6 y 6-3 en una final que se vio interrumpida por la lluvia. El español ratifica su poderío sobre el alemán (con cinco victorias sobre cinco) y vuelve al número 1 del ranking mundial a tiempo para Roland Garros. No fue un partido fácil para el español. Comenzó dominando pero Zverev se recuperó en el segundo set para poner las cosas iguales. El mal tiempo interrumpió el encuentro y decantó la balanza para el balear.
Zverev comenzó el partido con un quiebre a favor. Sin embargo, fue lo único que pudo hacer porque a partir de allí, el español fue un vendaval. Rafa le devolvió el quiebre al alemán y se mostró más efectivo. Zverev no estuvo fino en sus golpes, especialmente en los momentos claves. Por su parte, Nadal aprovechó tres oportunidades de quiebre y se impuso en el parcial.
La remontada incompleta
En el segundo set, Zverev le dio vuelta a la historia. El joven de 21 años mantuvo su servicio y logró el quiebre en el segundo juego, a pesar de cometer un error en la red que casi le cuesta el punto. El alemán fue más efectivo con su servicio y pudo aprovechar tanto los errores de Nadal como sus tiros ganadores. De hecho, el español se desinfló tanto que solo consiguió un tiro ganador en todo el segundo set.
El tercer set fue más parejo. Sin embargo, Zverev comenzó como había terminado el parcial anterior: con un quiebre y consolidando su servicio. Sin embargo, la lluvia obligó a interrumpir el juego en dos ocasiones. Primero, cuando el alemán iba en ventaja por 3-1 y luego cuando estaba 3-2. La suspensión le cayó bien al balear y enfrió al teutón porque todos los siguientes juegos cayeron del lado del español. Así, Nadal salvó un partido que se le puso cuesta arriba y consigue de nuevo llegar a la cima del mundo.