Con goles de Casemiro, Ramos, de penal, y Bale, el Real Madrid conquistó el Wanda Metropolitano y relegó al Atlético de Madrid, que descontó con un gol de Griezmann, al tercer puesto de la tabla. Los de Solari se quedan a cinco puntos del Barcelona, a espera de lo que hagan los de Valverde ante el Athletic en San Mamés mañana.
El derbi madrileño ofreció lo mejor de sí en el primer tiempo, cuando el equipo del Cholo Simeone sometió a los visitantes a una intensa presión. Incómodo el Real, lograron sortear el planteamiento local con un gol a balón parado a los quince minutos. Cobró Kroos un tiro de esquina, la cabeceó Ramos y la colocó en el fondo de la red Casemiro con una chilena.
El tanto ayudó a asentar al Madrid, que comenzaba a ganar espacios gracias a las internadas de Vinicius por banda, las buenas combinaciones entre Modric y Kroos, con algunas noticias de Benzema, con poca participación hoy. Sin embargo, Griezmann, que no había aparecido mucho, igualó el partido al minuto 26 con un gol entre las piernas de Courtois.
El VAR revisó la jugada, aparentemente por una falta de Correa sobre Vinicius, antes de filtrar el pase al francés. No señaló la falta, ni tampoco hubo fuera de juego del delantero. El gol subió, como también subió el penalti que cobró Ramos, cinco minutos antes del descanso. La falta, según las repeticiones fue fuera del área, si es que hubo. Sin embargo, el VAR también determinó penal, y penal fue.
Segundo tiempo de tarjetas y más VAR
En el complemento, el partido dejó de ser fluido como en la primera parte y comenzaron a ser más seguidas las faltas y las agresiones. El árbitro, Estrada Fernández, mostró la cartulina amarilla en nueve ocasiones, dos para Thomas, que se fue expulsado al 79.
De nuevo, el VAR intervino para anular un gol, de vaselina, a Morata por supuesto fuera de juego, también revisado por el VAR y que, de nuevo, no quedó claro en las repeticiones televisadas. Sí fue legal el tanto de Bale, que entró a poco más de la hora de partido para sustituir a Vinicius. Sentenció el galés con un disparo cruzado, imposible de detener.
Y el Madrid da un golpe de mesa en La Liga. O, por lo menos, quiere poner alerta a los azulgranas, a los que tienen en jaque para la Copa y esperan también para liga.
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