El Real Madrid se desmoronó ante el Eibar en Ipurúa y salió con tres goles encajados, obras de Gonzalo Escalante (16’), Sergi Enrich (52’) y Kike García (57’). Es un resultado histórico para los armeros que nunca habían podido ganarle a los merengues. Con esta derrota, los de la capital se quedan en 20 puntos y en el sexto lugar de la tabla.
El equipo de José Luis Mendilibar tejió la victoria a partir de una presión alta, incómoda para los de Solari, y se definió por una gran actuación de Cucurella que en la banda causó estragos para la defensa merengue. Fue más que Odriozola, el elegido por Solari hoy. El del Eibar utilizó su velocidad e inteligencia para encontrar espacios para los suyos, que supieron aprovecharlos.
Tampoco fue el Madrid un rival que intimidaba a los locales. Los de blanco volvieron a ser una caricatura de sí mismos. No hubo sociedad, no hubo orden, ni siquiera atisbos de un plan por parte de los merengues. Arriba, Benzema se pasó el partido en fuera de juego; en el medio Modric y Kroos volvieron a desaparecer y atrás no había forma de apagar el fuego.
La goleada
Desde temprano, el Eibar demostró la intensidad que mantendría durante toda la cita. A los dos minutos un remate de Kike García puso en alerta a Courtois. El tanto llegaría gracias a una contra después de un córner a favor de los blancos. Ceballos perdió el balón, García intentó el disparo que detuvo Courtois y Escalante aprovechó el rebote.
El tanto dejó grogui al Real Madrid, que no supo mantener la pelota ni sabía qué hacer con ella. El Eibar siguió a lo suyo y en el segundo tiempo consiguió el premio. El segundo tanto del equipo local fue el resumen del partido: Kroos intentó un globo arriesgado a Odriozola, quien se enredó en el control y Cucurella no dudó en robarle la cartera. Luego, Enrich terminó de cruzar la pelota para batir a Courtois.
En esa misma jugada, Odriozola sintió molestias y Carvajal entró para hacerle el relevo. Pero ni él era competencia para Cucurella, que cinco minutos después se encontró un balón perdido y lo centró para que Kike García se adelantara a Varane y completara la goleada.
El resto del segundo tiempo dio para un par de paradas de Courtois, que evitó el cuarto. Entraron Isco y Vinicius, en un intento desesperado de cambiar la dinámica, que solo demostró que los problemas del Real Madrid nunca se fueron a pesar de las victorias. Siguen allí y nadie parece saber cómo enfrentarlos.
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