Cuerpos de seguridad han atropellado los derechos de los gitanos en estos días de COVID-19. Especialistas y activistas de derechos humanos denunciaron que Gobiernos y cuerpos de seguridad de varios países europeos con considerables poblaciones gitanas se han valido de la pandemia para agredirlos de manera impune.
“En Bulgaria se rociaron poblaciones gitanas con desinfectante desde aviones de fumigación cuando los casos de coronavirus crecían en el país esta primavera. En Eslovaquia, sus poblados fueron los únicos donde el Ejército hizo pruebas diagnósticas. Y en toda Europa central y del este, los reportes de fuerza excesiva de la policía contra gitanos se dispararon con el despliegue de agentes para vigilar el cumplimiento de las cuarentenas en sus comunidades”, reportó AP. Agregó que, debido al repunte de los contagios, algunos especialistas temen que se recrudezca la represión.
Aumentan las agresiones
Los gitanos, considerados el grupo minoritario con más población en Europa, han sido blanco de discriminación y persecuciones a lo largo del tiempo. La situación se ve agravada tanto por el poco apoyo de europeos como por la falta de denuncias de los mismos gitanos. La razón: temen represalias.
Durante estos días de pandemia, pues, han sido agredidos, dado que se les ha acusado de violar las medidas de seguridad para evitar contagios; por ejemplo, la cuarentena. O han sido acosados con mayores controles discriminatorios.
Azume Ali Topchu, de 48 años de edad, contó que su esposo e hijo tenían que rellenar una serie de papeles para poder pasar el control policial que se había instalado en su poblado de Burgas, el cual se halla en la costa del mar Negro (este de Bulgaria), durante la cuarentena. Varios meses antes las calles de la zona donde vive fueron rociadas con desinfectante. Acotó, sin embargo, que “era algo que había que hacer”.
No obstante, otros poblados gitanos que se encuentran en Yambol, Kyustendil y demás lugares de Bulgaria fueron rociados en los meses de marzo y abril con varios litros de desinfectante pero que se echaron desde helicópteros o aviones. De acuerdo con funcionarios o activistas gitanos de origen búlgaro, estos desinfectantes se usan, por lo general, para fertilizar cosechas.
Radoslov Stoyanov, miembro del Comité Búlgaro de Helsinki, un grupo dedicado a los derechos humanos, afirmó que la medida de desinfección fue “claramente racista”.
“Eso fue claramente racista, porque solo se hizo en vecindarios gitanos”, aseguró. “El mensaje general que se envió a la población no gitana era que los gitanos eran peligrosos”.
Alerta de Amnistía Internacional
La denuncia se suma a la que había hecho en julio la ONG Amnistía Internacional sobre medidas discriminatorias de los cuerpos de seguridad de, precisamente, países como Bulgaria y Eslovaquia, en contra de los romaníes (gitanos). Como una medida discriminatoria, hablaron de las cuarentenas obligatorias que impusieron ambos Gobiernos a los poblados romaníes y los daños que les causaron.
En el caso de Bulgaria, más de 50.000 romaníes quedaron aislados del país y se vieron expuestos a la escasez de alimentos. “Una encuesta reveló que los ingresos medios de los barrios romaníes disminuyeron 61% entre marzo y mayo de 2020”, denunció.
Por su parte, la agencia de noticias agregó que las estrictas medidas en contra de las poblaciones gitanas se emplearon a pesar de que se no se vio ningún brote de consideración entre ellos. También, que imitaron la forma en la que algunos Gobiernos aprovecharon la pandemia para encubrir tácticas represivas.
“Muchos países europeos no monitorean los casos de coronavirus en la población romaní, aunque autoridades eslovacas reportaron al final del verano que se habían registrado 179 casos en distritos romaníes en una población de más de 500.000 personas”, agregó.
Casos gubernamentales que fueron denunciados
Dos defensores de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas publicaron en mayo una carta abierta en la que le pidieron al Gobierno de Bulgaria que suspendiera las operaciones policiales que estaban relacionadas con la COVID-19 en barrios gitanos. También, que detuviera “el discurso de odio” contra esta minoría. La petición la hicieron después de que el dirigente de un partido nacionalista tildara a esas comunidades de “nidos de infección”.
A su vez, un alcalde del norte de Moldavia culpó a los gitanos de propagar la COVID-19. Lo mismo ha pasado con otros grupos como los inmigrantes y los refugiados en diferentes partes del mundo. Tal es el caso de Libia, donde los inmigrantes han sido señalados de propagar la enfermedad y se ha pedido que los expulsen.
También se habló de Ucrania. Ahí un funcionario ordenó a la policía que expulsara a todos los gitanos de la localidad de Ivano-Frankivsk, que se encuentra en el oeste del país.
En toda Europa
No obstante, en Europa del oeste se han visto, asimismo, casos de discriminación en contra de los gitanos. “El alcalde de una ciudad que se encuentra a las afueras de París pidió a los vecinos que contactaran con el Gobierno francés ‘en cuanto vieran una caravana circulando”, indicó AP.
Hay denuncias de otras medidas como el uso desproporcionado de la fuerza policial de diferentes países en contra de los gitanos, incluso contra niños, y amenazas por haber supuestamente incumplido la cuarentena.
Se afirmó que se ha incurrido en la restricción injusta de la libertad de movimiento y en aislamientos injustificados de barrios enteros, cuando las tasas de contagio estaban por debajo del umbral establecido para ese tipo de medidas. Se señaló a los Gobiernos de Bulgaria y de Eslovaquia de no haber prestado suficiente atención a los gitanos para ayudarlos a protegerse de la COVID-19.
Gitanos en España
El Consejo de Europa recomendó recientemente que se avanzara en la lucha contra la discriminación y en la mejora de las condiciones educativas de los estudiantes gitanos en España.
Aunque se reconoce que el país ha estado activo en el fomento de la igualdad de la comunidad gitana española a través de políticas y programas para contrarrestar la exclusión social, el organismo apuntó que la discriminación sigue a escala municipal y regional en ámbitos como la educación, el alquiler de viviendas y el empleo.
Se “insta a las autoridades a hacer cumplir la asistencia escolar obligatoria hasta los 16 años y a poner en marcha programas específicos para erradicar los barrios marginales que aún existen en algunas comunidades autónomas, proporcionando a los gitanos una vivienda digna y adecuada”, reseñó la Fundación Secretariado Gitano. El ente tiene como fin velar por los derechos de los gitanos en España y Europa.
A su vez, se señaló el problema de la segregación escolar de los alumnos gitanos en algunos centros educativos del país.
Entre otras medidas, se pidió el empoderamiento de la comunidad gitana y, en particular, el de las mujeres y de las generaciones más jóvenes. El objetivo es que participen más activamente en los asuntos públicos y en la vida política. También, la necesidad de crear una legislación integral para prevenir la discriminación en contra de los gitanos.
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