Primero los ataques a las estatuas de Cristóbal Colón sucedieron en calles y avenidas. En Boston una fue decapitada, en Richmond (Virginia) otra fue a parar a un lago y en el centro de Miami bañaron a una con pintura. En Minneapolis y Saint Louis fueron cargadas con grúas. Ahora el intercambio de opiniones y punto de vistas ha llegado al Capitolio de California, donde los demócratas decidieron retirar una estatua de mármol que muestra al almirante genovés pidiendo financiación a la reina Isabel la Católica para su viaje a América.
Desde la muerte del afroamericano George Floyd hace más de tres semanas en Minneapolis a manos de un policía blanco, quien por casi nueve minutos mantuvo la rodilla sobre su cuello, las protestas contra el racismo y muchas formas de desigualdad han tomado cuerpo en los Estados Unidos.
En este lapso los manifestantes han atacado las estatuas de generales y políticos confederados, los que se levantaron en armas para defender la esclavitud en el siglo XIX, y después contra Colón y el legado español en EE UU. Al llamado “descubridor de América” se le considera como uno de los responsables del genocidio de indígenas.
“Colón es una figura muy polémica dado los efectos mortales que su llegada al continente tuvo sobre los pueblos indígenas”, dijeron el martes los líderes demócratas después de acordar la remoción de la estatua, que lleva por título “Última petición de Colón a la reina Isabel”. Fue tallada en mármol de Carrara por el escultor estadounidense Larkin Goldsmith Meade en su estudio cerca de Florencia en 1868. La obra estaba desde 1883 en la sede del poder legislativo de ese estado.
Hace dos años otra estatua de Colón se retiró en California. El ayuntamiento de Los Ángeles removió la obra de un parque, después de protestas de activistas representantes de grupos nativos americanos minoritarios.
Vargas Llosa: Una “barbaridad” decapitar estatuas
Uno de los más afamados escritores del mundo, Mario Vargas Llosa, calificó como una “barbaridad” que se ataquen estatuas como la de Colón como si eso fuera ayudar a la lucha racial en los Estados Unidos.
En el marco de la publicación de “Medio siglo con Borges”, el premio Nobel de Literatura conversó con el diario ABC. Rechazó que se decapiten estaturas de héroes del pasado y dijo que lo que ocurre es “un disparate que no tiene ni pies ni cabeza.
“Es como prohibir Lo que el viento se llevó. Qué absurdo. Es resucitar la censura. Nos habíamos liberado de la censura y la resucitamos ahora por las buenas razones. Hay que criticar y condenar toda forma de censura porque es lamentable, hay que decirlo”.
Expresó que la lengua unificó América y antes de la llegada de Colón se hablaban 1.500 lenguas y dialectos y “nos entrematábamos, desde tribus a imperios. Todo eso desaparece cuando se unifica lingüísticamente el continente”.
“Colón es el que incorpora América a la gran tradición occidental que es la de la cultura y de la libertad. Borges era perfectamente consciente de eso. Si hay algo que podemos criticarle es el absoluto desdén con el que veía las pequeñas culturas prehispánicas”.
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