Aurora Pro Services, contratista en Carolina del Norte, exige a su personal capacitación y eficiencia para ofrecer a sus clientes, servicios de climatización, plomería, electricidad e impermeabilización de techos. Pero la empresa además exige, según dos exempleados, participar en las reuniones de oraciones cristianas diarias. Afirman que por negarse a compartir los rezos fueron despedidos.
Esta historia fuera de lo común en las relaciones entre empleadores y trabajadores está siendo debatida en los tribunales. Estos exempleados de la empresa de servicios del hogar presentaron una demanda federal por discriminación laboral.
John McGaha y Mackenzie Saunders argumentaron en la demanda presentada que el propietario de Aurora Pro Services “creó un ambiente de trabajo hostil, basado en la religión”. Y amenazó abiertamente con despedir a los trabajadores que no asistieran a las sesiones.
“Tienes que participar”, dijo el propietario, recordó McGaha en la demanda. “Si no participas, está bien, no tienes por qué trabajar aquí. Te pagan por estar aquí”. Mientras tanto, Saunders precisó en la querella que las reuniones de oración “duraban casi una hora. Y que el propietario oraba y recitaba las escrituras de la Biblia”.
Saunders relató que comenzó a sentir que las reuniones se volvían “similares a un culto” después de que el dueño pidiera a todos que recitaran la versión católica del Padrenuestro al unísono.
La demanda se presentó en el Tribunal de Distrito de EE UU en Greensboro, Carolina del Norte. Justo el mismo día que el Tribunal Supremo de ese país dictaminó que un entrenador de fútbol americano de secundaria en el estado de Washington, que se arrodillaba y rezaba en el campo después de los partidos, estaba protegido por la Constitución.
Empresa pide a sus trabajadores oraciones cristianas
La denuncia, que identifica a la empresa como demandada, no nombra al propietario. Los registros públicos, LinkedIn y un operador de Aurora Pro Service identificaron al propietario como Oscar D. López, de 40 años de edad.
El sitio web de la empresa no dice explícitamente que el empleado tiene que pertenecer a una religión específica y participar de oraciones cristianas para trabajar allí. Pero sí dice que «la solución siempre se puede encontrar en el Señor».
“No podemos proporcionar ninguna información adicional más allá de lo que está en la denuncia”, dijo Mary Kate Littlejohn. La abogada litigante de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EE UU, o EEOC, que presentó la demanda.
La comisión de empleo indicó en un comunicado que Aurora Pro Services «violó la ley federal cuando exigió a los empleados participar en sesiones de oración religiosa como condición de empleo. Y tomó represalias contra los empleados que se opusieron a la práctica ilegal».
Melinda C. Dugas, abogada regional del distrito de Charlotte de la EEOC, señaló que “la ley federal protege a los empleados de tener que elegir entre sus creencias religiosas sinceras y sus trabajos”. Y agregó que “los empleadores que patrocinan reuniones de oración en el lugar de trabajo tienen la obligación legal de acomodar a los empleados cuyas opiniones religiosas o espirituales personales entren en conflicto con la práctica de la empresa”.
McGaha trabajó como gerente de construcción en Aurora Pro Services desde el 8 de junio de 2020 hasta que fue despedido el 4 de septiembre de 2020, según la demanda. Saunders trabajó para la empresa como representante de servicio al cliente desde noviembre de 2020 hasta el 21 de enero de 2021.
Conflicto de religiones
En la denuncia, John McGaha se identificó como ateo y Saunders dijo que era agnóstica. Dijeron que estaban obligados a participar en reuniones de oración donde «los empleados se paraban en un círculo, mientras el dueño y otros leían las escrituras bíblicas y los devocionales cristianos».
«A veces en la empresa, se pedían y ofrecían oraciones cristianas por los empleados de bajo rendimiento, que fueron identificados por su nombre», refirió la denuncia.
McGaha destacó en la demanda que «inicialmente asistía a las reuniones de oración. Pero a medida que las reuniones se volvieron más religiosas en naturaleza y de mayor duración, se volvieron menos tolerables».
“En una ocasión, el propietario le pidió al McGaha que dirigiera la oración cristiana”. El extrabajador relató que se negó y luego, en privado, le pidió al propietario que lo excusara «de asistir a partes de las reuniones de oración diarias relacionadas con la religión. Porque estaban en conflicto con sus creencias religiosas personales».
La solicitud, recoge la denuncia, fue denegada, y McGaha comentó que el propietario le dijo que lo mejor para él sería asistir a las reuniones de oración. McGaha puntualizó que el dueño luego redujo su salario a la mitad cuando continuó objetando.
Saunders coincidió con su compañero. Indicó en la denuncia que fue despedida después de negarse a asistir a las reuniones de oración.
«El propietario le dijo a Saunders que la iban a despedir porque ‘no encajaba bien’ con la empresa», indicó el texto.
Los extrabajadores están buscando un juicio con jurado, daños y perjuicios y un “pago atrasado apropiado para cubrir salarios y comisiones perdidos”.
Trabajo y libertad de expresión
Economic Policy Institute señala que el empleo «a voluntad» a veces se abrevia como los derechos de los empleadores a despedir a los empleados (y el derecho de los empleados a renunciar). Por una razón mala o arbitraria, o sin razón alguna. Entre las razones malas o arbitrarias por las que los empleadores a veces despiden a los trabajadores: algo que dijo el trabajador o algo que no dijo.
Los empleados han sido despedidos, a menudo sin recurso legal, por criticar a sus empresas en las redes sociales. Por postularse para un cargo público o incluso por tener una calcomanía en el parachoques apoyando a un candidato político a cuya elección se opone el jefe. La libertad de expresión que tantos estadounidenses valoran es, en la práctica, ilusoria para muchos trabajadores estadounidenses.