El crecimiento de la demanda mundial de electricidad se está desacelerando a medida que la expansión económica se debilita y los precios de la energía se disparan como resultado de la invasión militar de Rusia a Ucrania y la guerra de resistencia. La Agencia Internacional de Energía esperaba que la demanda mundial de electricidad creciera un 2,4 % este año después del aumento del 6 % de 2021. Alineándose con su tasa de crecimiento promedio durante los cinco años anteriores a la pandemia.
Sin embargo las olas de calor y el uso de aparatos de aire acondicionado no ha incrementado ese indicador. Más bien se estima que en 2023 la demanda de electricidad continúe en un camino similar debido ala turbulencia económica y la incertidumbre sobre cómo los precios del combustible podrían afectar la combinación de generación.
Pese al comportamiento moderado de la demanda eléctrica, la AIA prevé que las fuertes adiciones de capacidad impulsen la generación de energía renovable global en más del 10% en 2022 y desplacen parte de la generación de combustibles fósiles.
El estudio observa una disminución del 3% de la energía nuclear, mientras la generación baja en carbono aumentará un 7%. Conducirá a una caída del 1% en la generación total basada en combustibles fósiles. Y se proyecta que las emisiones de dióxido de carbono del sector eléctrico mundial disminuyan en 2022.
En España, en el primer semestre, la demanda se estimó en 125.446 GWh, un 1,2% menos que en el mismo período de 2021. Los altos precios de la electricidad han impulsado niveles de inflación récord.
Demanda mundial de electricidad
La debilidad económica y los precios disparados de la energía, con un alto componente de incertidumbre por la garantía de los suministros, han mermado el crecimiento de la demanda mundial de electricidad.
En la primera mitad de 2022, los precios promedio del gas natural en Europa fueron cuatro veces más altos que en el mismo período en 2021. En tanto, los precios del carbón fueron más del triple, lo que resultó en que los precios de la electricidad al por mayor se triplicaron en muchos mercados.
El índice de precios de la AIE para los principales mercados mayoristas de electricidad del mundo alcanzó niveles que duplicaron el promedio de la primera mitad del período 2016-2021.
Debido a los altos precios del gas y las limitaciones de suministro, el carbón está reemplazando al gas natural para la generación de energía. En los mercados con capacidad disponible en las plantas de carbón. Particularmente en los países europeos que buscan terminar con su dependencia de las importaciones de gas ruso.
Para asegurar el suministro de energía tras la invasión de Ucrania, algunos países europeos han retrasado los planes de eliminación del carbón. Y han levantado las restricciones impuestas anteriormente al carbón.
Estas complejidades del mercado energético han asomado la posibilidad del racionamiento eléctrico. Es el caso del Reino Unido, cuya posibilidad extrema, se incluye en los escenarios oficiales para los días de enero.
Complejidades del mercado energético
La AIEA refiere que a nivel mundial se espera que el uso de carbón para la energía aumente ligeramente en 2022. El crecimiento en Europa se equilibra con las contracciones en China, debido al fuerte crecimiento de las energías renovables.
La generación de energía de China a partir de fuentes limpias, incluidas la hidroeléctrica, la eólica y la solar, creció en la primera mitad de este año. Aumentando un 12,8 % interanual hasta 1,235 billones de kilovatios-hora, según datos de la Administración Nacional de Energía.
Para finales de junio la capacidad instalada de generación de energía de China había alcanzado los 2.440 millones de kilovatios. Un 8,1 % más que en el mismo lapso de 2021.
Mientras, el informe de la AIE espera que la energía de gas caiga un 2,6 %, ya que las disminuciones en Europa y América del Sur superan el crecimiento en América del Norte y Oriente Medio.
“El mundo se encuentra en medio de la primera crisis energética verdaderamente global. Desencadenada por la invasión rusa de Ucrania. Y el sector eléctrico es uno de los más afectados”, dijo el director de Mercados Energéticos y Seguridad de la AIE, Keisuke Sadamori.
“Esto es especialmente evidente en Europa, que está experimentando graves turbulencias en el mercado de la energía. Y en las economías emergentes y en desarrollo, donde las interrupciones del suministro y el aumento de los precios del combustible ejercen una gran presión. Sobre los sistemas de energía y provocan apagones. Los gobiernos tienen que recurrir a medidas de emergencia para hacer frente a los desafíos inmediatos”, comentó. Pero también “deben centrarse en acelerar la inversión en transiciones de energía limpia como la respuesta duradera más eficaz a la crisis actual”.