Quizá en un futuro no muy lejano, los animales cautivos de acuarios en todo el mundo podrían ser reemplazados pronto por delfines robots. La empresa de tecnología Edge Innovations, con sede en San Francisco (California, Estados Unidos), ha creado un delfín nariz de botella animatrónico, que se mueve y nada igual que uno real.
Roger Holzberg y Walt Conti, ex vicepresidente y director creativo de Walt Disney Imagineering, respectivamente, diseñaron el robot, llamado Flipper. Pesa casi 600 libras, presenta una estructura esquelética y muscular realista. Actualmente está diseñado para ser controlado a distancia.
Los cetáceos, que incluyen delfines, ballenas y marsopas, son criaturas muy complejas e inteligentes. Pueden recorrer grandes distancias en el océano y son increíblemente sociales, viviendo en unidades familiares muy unidas.
Cruel cautiverio
Los estudios han demostrado que los delfines y otros cetáceos que se encuentran en cautiverio sufren mucho. Esto se debe en parte al hecho de que sus tanques no replican adecuadamente el mar abierto. Una orca cautiva tendría que nadar alrededor de un contenedor unas 1.400 veces por día para igualar la distancia que recorrería en el océano.
Igualmente, los delfines son animales genéticamente diseñados para nadar a diario cientos de kilómetros, compartir con grandes cantidades de congéneres y vivir en libertad.
Además, tienen habilidades increíbles para sentir emociones, comprender problemas complejos y comunicarse de una manera muy elaborada. Pero, los humanos no parecen valorar esto, destaca la organización Wild Dolphin.
Los acuarios mantienen a los delfines alejados de los miembros de su familia, de sus bebés, metidos en tanques y obligándolos a hacer trucos para comer. Es una práctica «insultante y cruel», declara esta organización. «¿Te imaginas el dolor de vivir en una habitación pequeña toda tu vida y tener que hacer volteretas para alimentarte? Suena como una existencia miserable, ¿no?», escriben en su página web.
Muchos de estos delfines provienen de la caza y captura de ejemplares salvajes. Los capturan en el mar y los llevan a tanques y piscinas, lejos de sus grupos de referencia. Otra parte provienen de la cría en cautividad, informa Anima Naturalis.
La tecnología al rescate
Holzberg y Conti crearon estos delfines robots debido a la caída de los espectáculos de mamíferos marinos cautivos. Su misión es reinventar la industria moribunda del entretenimiento marino.
La compañía cree que los animatronics en tiempo real permitirán que los acuarios y parques marinos como SeaWorld continúen sus espectáculos de una manera sostenible, ética y segura.
«Para aquellos de nosotros que nos importa la preservación de los animales marinos, este es un sueño hecho realidad», dijo Holzberg en un comunicado.
China tiene los ojos puestos en los delfines animatrónicos. Según Edge Innovations, los delfines robóticos pronto podrían unirse a un nuevo acuario chino.
«Estoy entusiasmado y con ganas de diseñar estas experiencias de rescate de animales en los años venideros», dijo Holzberg en Twitter.
Un día para recordar
Para evitar la práctica de privar a estos animales de su libertad, cada 4 de julio se celebra el Día Mundial de los Delfines en Cautiverio. Su objetivo primordial es acabar de una vez por todas con la retención de los delfines que se encuentran en cautiverio. Como así también, garantizar el cierre de todos los acuarios que actualmente existen en distintos países de todo el mundo.
Los amantes de estos animales ven con preocupación como cada vez más, los delfines que se encuentran en cautiverio, terminan muriendo por distintas causas, pero la principal es estar fuera de su hábitat, así como no gozar total libertad.
Un cambio de actitud
Sin embargo, muchos países sobre todo de Europa, han decidido prohibir los delfinarios para acabar de una vez por todas con esta situación. Esto ha sido posible gracias al clamor de miles de personas que ven esta práctica como un hecho abominable contra una especie marina, capaz de mostrar emociones y de entablar algún tipo de comunicación con los seres humanos, que lo hacen más especiales.
Tras el lanzamiento de la película de 2013 «Blackfish», que expuso la realidad de mantener a las orcas en cautiverio, SeaWorld enfrentó una ola de críticas de activistas, celebridades y el público. El parque marino dejó de criar orcas y renovó sus espectáculos, cambiando el enfoque del entretenimiento a favor de ser educativo.
A principios de este año, SeaWorld anunció que ya no permitiría la navegación de delfines en sus parques marinos. También reveló que también dejaría de permitir a los entrenadores pararse sobre las narices de los animales durante sus espectáculos. Los delfines robots permitirían que, al liberar a los animales, el espectáculo pueda continuar.
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