Desde el año 2015, una ley prohibía el suicidio asistido con ayuda de empresas en Alemania. Este miércoles, su Tribunal Constitucional la declaró anticonstitucional, al argumentar ahora que no permitía que los pacientes decidieran sobre su propia muerte.
Andreas Vosskuhle, el juez que preside el alto tribunal situado en Karlsruhe, afirmó que «este derecho incluye la libertad de quitarse la vida y de buscar ayuda para hacerlo».
El suicidio asistido es la ayuda o asistencia a otra persona que desea terminar con su vida. Es legal en Suiza, Bégica, Luxemburgo, Holanda y en algunos estados de los Estados Unidos como California, Oregon, Washington, Vermont y Hawai. También bajo diferentes causales se permite en Argentina, Colombia y Uruguay.
Esa ayuda la facilitan profesionales de la medicina u otras personas e implica proporcionar al paciente los medios para que él mismo se produzca la muerte. No debe confundirse con la eutanasia, que consiste en la acción u omisión por parte de un tercero para acelerar la muerte de un paciente desahuciado. Puede ocurrir con su consentimiento o no.
Desde que en 2015 la cámara baja del Parlamento prohibió el suicidio asistido con ayuda de empresas y estableció penas de hasta tres años de prisión, varias asociaciones alemanas y suizas acudieron al Tribunal Constitucional en busca de la derogación o modificación de esa ley que también penaba cualquier tipo de promoción del suicidio asistido.
La batalla por el suicidio asistido en Alemania
En 2017, el tribunal administrativo más importante en Alemania, decidió que «en casos excepcionales, el Estado no puede impedir el acceso de un paciente a productos anestésicos que le permitan suicidarse de manera digna y sin dolor».
Y es que ante esta importante instancia había acudido el marido de una mujer que en 2002 quedó paralizada por un accidente y debió trasladarse tres años después a Suiza para acceder al suicidio asistido. Tres condiciones enumeraron los jueces al darle la razón al esposo:
- El sufrimiento del paciente debe ser insoportable
- No haya ninguna alternativa razonable
- La decisión de morir se debe tomar libremente
Esa decisión levantó la indignación de las iglesias católica y protestantes, por lo que en 2018 el gobierno suspendió su aplicabilidad. Esto llevó al Instituto Federal de Medicamentos a rechazar más de 100 demandas de enfermos en los últimos dos años.
Para regular el suicidio asistido, los legisladores disponen de «un amplio abanico de posibilidades», de acuerdo al Tribunal Constitucional, que aseguró este miércoles que la ayuda al suicidio no puede solo subordinarse al diagnóstico de una enfermedad incurable.
Vosskuhle afirmó que se puede lamentar la decisión de un enfermo de elegir la muerte e intentar todo lo que está a nuestro alcance para que cambie de opinión, «pero finalmente debemos aceptar su decisión libre».
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