Unos dos millares de científicos de todo el mundo, especializados en afecciones infecciosas y salud pública, abogan por ponerle fin a los confinamientos por la pandemia en una declaración pública. Piden acabar con las restricciones.
En la Declaración de Great Barrington, en alusión a Massachussetts, donde se celebró la ceremonia, proponen que los jóvenes y los sanos regresen a sus rutinas normales y que se focalice la protección contra el coronavirus en la población más vulnerable. Médicos y especialistas sanitarios se sumaron a la petición.
Entre los principales firmantes del documento se encuentran Martin Kulldorff, doctor y profesor de medicina en la Universidad de Harvard, y Jayanta Bhattacharya, profesor de economía y epidemiología de la Universidad de Standford. En ocasiones anteriores ambos han insistido en que la gestión de la pandemia se debe enfocar en proteger a los grupos de riesgo y no en cerrarlo todo aplicando confinamientos.
La inmunidad como premisa de la declaración
Los especialistas expresaron su preocupación en la declaración conjunta. Lo que les genera mayor inquietud son las consecuencias del impacto de las medidas aplicadas por la COVID-19 en la salud física y mental de las personas.
Kulldorff, Bhattacharya y Sunetra Gupta, epidemióloga de Oxford y tercera firmante principal, proponen una medida que implique la propagación del virus entre los grupos de bajo riesgo para llegar el fenómeno conocido como «inmunidad de rebaño». Un hecho que Kulldorff avaló recientemente en una entrevista para Libre Mercado. Este proceso de inmunidad no es más que esperar a que parte de la población sea capaz de desarrollar los anticuerpos necesarios, tras contagiarse, para frenar la propagación del virus.
En contra de las políticas de confinamiento
Los especialistas que avalan el documento son críticos con el confinamiento como una medida exitosa para frenar los contagios. Resaltan sobre todo los efectos negativos que las cuarentenas han dejado para la salud pública. Índices bajos de vacunación infantil, resultados cardiovasculares negativos, deterioro de la salud mental y menos estudios de detección de cáncer son algunas de las consecuencias que resaltan en la declaración.
Lo más alarmante, y lo que más les preocupa es que cada uno de estos aspectos que afectan hoy a las personas debido a los confinamientos incidirán en un aumento de la mortalidad en años futuros. «La clase obrera y la juventud soportan las peores cargas», afirmaron.
Los científicos especialistas son enfáticos, sobre todo, en un punto: mantener el confinamiento hasta la aparición de una vacuna causará un daño irreparable.
La «protección enfocada«
Frente a un escenario de cuarentenas y restricciones, los expertos presentan una estrategia en su declaración que se fundamenta en lo que, aseguran, han podido aprender sobre el virus. La «protección enfocada» es lo que proponen como la manera «más humana» de abordar esta pandemia.
Su premisa es que quienes no son tan vulnerables al virus y corren menor riesgo de morir, como los jóvenes, deben vivir sus vidas con normalidad hasta alcanzar la inmunidad a través de la infección natural. Todo esto mientras se protege a quienes sí enfrentan un mayor riesgo.
De acuerdo con lo que proponen, el objetivo de los gobiernos debería estar enfocado en reformular las medidas y que quienes no sean vulnerables puedan recuperar la normalidad en su vidas.
«Lavarse las manos y quedarse en casa cuando estén enfermos» son medidas sencillas de higiene que deben llevar a cabo «todos y cada uno para reducir el umbral de inmunidad de rebaño», inxisten.
Opiniones en contra de la declaración
La pandemia todavía no ha terminado. En Europa son varios los países que se encuentran enfrentando una seguda ola y donde las restricciones han dividido la opinión de políticos y científicos.
Tal es el caso de William Hanage, profesor de epidemiología de Harvard. Tras la publicación de la declaración expuso su punto de vista para The Guardian. De acuerdo con Hanage, no se puede proteger a grandes partes de la población contra el virus. Apunta que la COVID-19 resulta más letal que la gripe para quienes están alrededor de los 30 años y aumenta considerablemente a partir de allí. Frente a este escenario se necesitaría protección para varias franjas de la población.
Finalmente señaló que un brote sin control entre jóvenes sanos podría resultar en numerosos problemas médicos a largo plazo. Esto a pesar de que no hay evidencia suficiente que sustente su presunción.
Entre tanto, el curso de la pandemia continúa. Los científicos que firmaron la Declaración de Great Barrington proponen acabar con el confinamiento y reestructurar las medidas de protección. Abogan por ello y aseguran que con el fin de la cuarentena extendida se podrán evitar «efectos desproporcionados» sobre los menos privilegiados.
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