Han pasado 18 meses desde que se declaró la pandemia mundial por el SARS-CoV-2, aunque solo nueve meses desde que inició la distribución y administración de las vacunas contra la enfermedad de la COVID-19. Más de 170 países ya han vacunado al menos a un individuo de su población, sin embargo, es importante el número de personas que no se ha vacunado ni siquiera con la primera dosis.
Mientras unos países como Estados Unidos, Israel o España mantienen abierto el debate sobre si es necesaria una tercera dosis de refuerzo para multiplicar la inmunidad, otros aún no reciben suficientes vacunas para sus habitantes. Y en otros países, por ejemplo, son muchos los escépticos y antivacunas.
La FDA se reúne para dar o no luz verde a la dosis de refuerzo
Estados Unidos es uno de los países con más personas vacunadas en todo el mundo, por detrás de China y la India. Hasta la fecha, tienen 382.294.795 dosis administradas. Una cifra que representa al 54,71% de su población con al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19.
Por su parte, la FDA se reúne este viernes para determinar si poner una dosis de refuerzo a los adultos sanos ya vacunados con dos dosis. El organismo deberá decidir y comunicar si autoriza o no la tercera dosis de Pfizer/BioNTech para la población estadounidense, basándose en la evidencia disponible.
El debate se da porque muchos científicos aseguran que no es necesario este pinchazo de refuerzo. Aunque el Gobierno desea aplicarla para seguirse mostrando como uno de los países más preparados ante la pandemia. La tercera dosis para toda la población también es necesaria para las compañías farmacéuticas.
Anteriormente, la FDA ya había dado luz verde a una tercera dosis solo para los pacientes inmunodeprimidos. La vacuna los ayudaría a alcanzar el nivel óptimo de defensas. Algo similar sucede con las personas mayores, cuyo sistema inmunitario se debilita con la edad y quienes podrían necesitar una dosis de refuerzo.
Tercer pinchazo en personas mayores
En España, la Comisión de Salud Pública aprobó esta semana administrar la tercera dosis a los mayores que viven en residencias. Una idea propuesta por la Ponencia de Vacunas y apoyada por el Consejo Interterritorial. Por tanto, las comunidades comenzarán a inyectar esta dosis de refuerzo (de Pfizer y Moderna) “a partir de ya». «Hay dosis suficientes y es necesario proteger a los más vulnerables», señalan desde la Comisión.
El Ministerio de Salud de Colombia anunció este jueves que aprobó la tercera dosis de la vacuna antiCOVID para las personas mayores de 70 años. El ministro Fernando Ruiz Gómez dijo que las personas de esta franja de edad que hayan completado sus esquemas de vacunación con seis meses de antelación recibirán su dosis de refuerzo a partir del 1 de octubre.
Según explicó Ruiz Gómez, la tercera dosis (o segunda, en el caso de quienes se inocularon con Janssen), se inyectará “con el mismo biológico de las dosis previas o con uno de las vacunas de Pfizer y Moderna”.
El Reino Unido es uno de los países que ha optado por una opción intermedia. Ofrecen una tercera dosis únicamente a los mayores de 50 años, personal sanitario y los inmunodeprimidos.
Evidencia y beneficios de la tercera dosis
El Ministerio de Sanidad de Israel difundió este miércoles, en la prestigiosa The New England Journal of Medicine, los resultados del primer estudio sobre personas revacunadas con una inyección de refuerzo. La investigación concluye que los inoculados con la tercera dosis presentan unas tasas de contagio con infecciones graves hasta 10 veces menor frente a quienes solo han recibido los dos primeros pinchazos.
En cuanto al riesgo de contraer COVID-19 grave entre las personas mayores de 60 años que habían recibido la tercera dosis era hasta 20 veces menor que entre quienes habían recibido solo dos.
Basándose en estos datos, el sistema sanitario israelí ha inoculado hasta ahora con una tercera dosis a cerca de tres millones de personas. Es decir, a una tercera parte de los habitantes y en torno a la mitad de su población mayor de 12 años.
Es preferible aplicar primeras dosis a los no vacunados
Por otra parte, un texto publicado en la también prestigiosa The Lancet, por 18 eminentes figuras científicas, entre ellas miembros de la propia FDA y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluye que no hay pruebas sólidas sobre la necesidad de la tercera dosis. Los resultados se basan en una revisión de los ensayos clínicos y análisis observacionales realizados.
Los estudios muestran que dos inyecciones tienen de media un 95% de eficacia contra la COVID-19 grave. Además, un 80% contra la infección, independientemente de la severidad. Los expertos señalan que los datos también son válidos para todas las variantes conocidas.
Sobre una tercera dosis, aseguran que, aunque pueda aportar alguna ventaja, «los beneficios de inmunizar a los no vacunados son mucho mayores”. Seguir este consejo “puede acelerar el fin de la pandemia, pues evitará que evolucionen más variantes del coronavirus”, añaden.