De profundis/ Epístola: in carcere et vinculis
La belleza, al igual que el amor, cuando la sentimos muy de cerca, en ocasiones puede resultar muy dolorosa y sus consecuencias fatales. Especialmente para quienes saben que amarse a sí mismo es el comienzo de un amor que enseña y dura toda la vida.
Copia y pega esta URL en tu sitio WordPress para incrustarlo
Copia y pega este código en tu sitio para incrustarlo