Personas de renombre o desconocidas, pero con alta sensibilidad, han puesto al servicio de otros su talento y bonhomía, para hacer más amenos y dóciles los fieros tiempos de pandemia. David Halls es uno de ellos. En la Catedral de Salisbury (Inglaterra), convertida en centro de vacunación anticovid, el músico despliega sus acordes en un histórico órgano. Cada pieza es una oda a la vida, a la salud, a la alegría.
Desde los 4 años Halls tenía claro lo que quería ser de grande: organista de los mejores. Aprendiendo las letras aprendió también las notas en el piano. Mientras era alumno de la Harrogate Grammar School, fue organista asistente en St Wilfrid’s, Harrogate. Y estudió órgano con Adrian Selway en St Peter’s Church. Con título en mano y un postgrado en educación musical, recibió cinco premios y la medalla de plata de la Worshipful Company of Musicians.
Hoy, Halls es el director de la Catedral de Salisbury y miembro del Grupo de Festivales Coral Diocesano de Salisbury. De pronto, el gran templo que inició su construcción en 1220, se transformó en un centro de vacunación. Sin saber qué hacer, porque no es personal de salud ni de protección civil, se ha dedicado a tocar, nada menos que un inmenso órgano de 800 años.
Interpreta a Bach, Handel y hasta algo de Rodgers & Hammerstein. Su música acompaña a la gente que pasa por la nave central a recibir la vacuna. Por lo general, personas mayores y discapacitados.
“En épocas de crisis la gente se reúne y quiere escuchar música; en momentos alegres también la gente quiere música”, dijo Halls, director musical de la catedral. “No creo que sea ninguna sorpresa el efecto relajante de una música suave en personas que probablemente están estresadas”, comentó Halls.
La Catedral de Salisbury, sitio de encuentro
En la Catedral de Salisbury se encuentra una de las copias mejor preservadas de la Carta Magna del Reino Unido. Y cuenta con el capitel de iglesia más alto de Inglaterra. Actualmente funciona como uno de varios centros de vacunación que el Gobierno abrió para atender la crisis. En los esfuerzos por vacunar a todos en ese país azotado por el virus también se han habilitado en estadios de fútbol y centros de convenciones.
La catedral además de ser lugar de recogimiento y oración, recibe a cientos de ancianos en la gran nave de la catedral. Acuden para resguardar su salud y para refrescar los ánimos con los finos tonos de Halls.
El Reino Unido espera haber vacunado a más de 15 millones de personas para mediados de febrero, dando prioridad a los mayores. Luego se abocará a la gente más joven y espera haber vacunado a toda persona mayor de 18 años para septiembre.
“Parece totalmente apropiado que la catedral ayude a superar todo esto y sea parte de la campaña de vacunación. Participar en esto es un privilegio, un honor”, señaló Halls a AP.
John Challenger, de 32 años de edad, director musical adjunto de Salisbury, también ejecuta obras de los clásicos. Dijo que muchas de las personas que se vacunan son ancianos que se han aislado y no escuchan música en vivo desde hace meses.
“En los momentos más frívolos toqué ‘I Do Like to Be Beside the Seaside’ (Me gusta estar junto al mar). Tú sabes, a todos nos gusta salir de paseo y no hemos podido ir adonde querríamos ir en meses”, expresó.
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