La carrera artística de David Goldblatt (Randfontein, Sudáfrica, 1930-Johannesburgo, 2018) abarcó una amplia extensión geográfica, así como una gran variedad de situaciones humanas que mostraban el día a día de sus conciudadanos durante y después del apartheid. Desde sus inicios en 1948, su trabajo –que progresivamente fue reflejando en cuidados libros– corre en paralelo a la evolución histórica, política, social y económica de Sudáfrica. A partir de 1999 Goldblatt adoptó para su trabajo el color, centrado ya en las duras condiciones de vida del periodo post-apartheid.
La exposición está coorganizada por The Art Institute of Chicago y la Yale University Art Gallery, New Haven, en colaboración con Fundación MAPFRE. La gira de la exposición, que se podrá visitar en la sede de Fundación MAPFRE en Madrid hasta el 25 de agosto, y la publicación que la acompaña han sido posibles gracias a la generosa ayuda de Jane P. Watkins. La muestra forma parte de la sección oficial del Festival PhotoESPAÑA.
Nieto de refugiados lituanos, David Goldblatt nació en Randfontein en 1930. Desde muy joven mostró interés por la fotografía y tomó sus primeras imágenes con tan solo 18 años, mientras estudiaba Comercio y trabajaba en la tienda de su padre. En 1963, tras fallecer su progenitor, decidió ganarse la vida como fotógrafo.
Goldblatt fundó en 1989 el Market Photo Workshop en Johannesburgo con la intención de ofrecer educación visual a los estudiantes más desfavorecidos durante el apartheid.
En 1998 fue el primer sudafricano en exponer de forma individual en The Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York. Participó en las Documenta 11 y 12 de Kassel, en 2002 y 2007 respectivamente, así como en la 54 Bienal de Venecia del año 2011. Su trabajo ha sido reconocido con los premios Hasselblad (2006), Henri Cartier-Bresson (2009) y el concedido por el International Center of Photography (2013).
En 2016 fue nombrado Caballero de las Artes y las Letras por el gobierno de Francia. Su obra se encuentra en las colecciones de algunas de las instituciones más relevantes de todo el mundo, como la South African National Gallery de Ciudad del Cabo, la Bibliothèque Nationale de France en París, el Victoria & Albert de Londres o el MoMA de Nueva York.
EL DÍA A DÍA DEL APARTHEID
La carrera artística de David Goldblatt abarcó una amplia extensión geográfica de su país, así como una gran variedad de situaciones humanas que mostraban el día a día de sus conciudadanos durante y después del apartheid. Desde sus inicios en 1948, su trabajo –que progresivamente fue reflejando en cuidados libros– corre en paralelo a la evolución histórica, política, social y económica de Sudáfrica.
A partir de 1999 Goldblatt adoptó para su trabajo el color, centrado ya en las duras condiciones de vida del periodo posapartheid. Goldblatt fotografió con gran objetividad a disidentes, colonos y víctimas de aquel régimen, las ciudades donde vivían, sus edificios, el interior de sus hogares… Sus imágenes conforman un amplio y emocionado registro visual del régimen racista del apartheid, un registro que no muestra nunca explícitamente su violencia, pero deja ver con claridad todo lo que representaba, como él mismo señaló:
“Huyo de la violencia. Y no sé qué haría si tuviese que fotografiar una escena violenta. Pero hace tiempo que me di cuenta –me costó unos cuantos años hacerlo– de que los acontecimientos en sí no me interesan tanto como las condiciones que conducen a estos acontecimientos. Estas condiciones son a menudo bastante cotidianas y, sin embargo, en ellas se aprecia lo inminente. Lo inmanente e inminente”.
David Goldblatt: sin segundas intenciones reúne unas 150 obras de varias de sus series para mostrar la continuidad del trabajo del artista y también ofrece, por primera vez, un diálogo con la obra de otros fotógrafos sudafricanos entre una y tres generaciones posteriores al autor, como Lebohang Kganye, Ruth Seopedi Motau o Jo Ractliffe.
Además, se presentan tres maquetas de libros del propio Goldblatt, una parte de su trabajo a la que dio gran importancia. El recorrido, de carácter temático más que cronológico, explora el acercamiento de Goldblatt al apartheid, con sus contradicciones y su complejo legado.
Las obras expuestas proceden de las colecciones de The Art Institute of Chicago y de la Yale University Art Gallery e incluyen importantes adquisiciones recientes de fotografías del artista.
Tras ser presentada en The Art Institute of Chicago entre diciembre de 2023 y marzo de 2024, Fundación MAPFRE recoge el testigo en sus salas del Paseo de Recoletos en Madrid. Tras su clausura, podrá verse al año siguiente en la Yale University Art Gallery, New Haven (Connecticut).
David Goldblatt: sin segundas intenciones ha sido comisariada por Judy Ditner (Yale University Art Gallery, New Haven) y Leslie M. Wilson y Matthew S. Witkovsky (The Art Institute of Chicago).
INFORMALIDAD
Consciente de su condición privilegiada como individuo blanco, Goldblatt, con una clara postura ética, fotografía con gran objetividad el devenir diario de la población sudafricana bajo el régimen del apartheid ‒tema que para él definió su carrera‒ Invitaba así al espectador a intuir el comportamiento espontáneo y comunitario, compartido, de una población que resiste ante la opresión.
La libertad de la que disfrutaba el artista a la hora de relacionarse le hacía conducirse con sumo cuidado a la hora de abordar a sus retratados, para no sugerir de ningún modo un ejercicio de autoridad por su parte. Goldblatt captaba momentos íntimos tanto de unos como de otros sin generart ninguna diferencia.
Tanto si fotografiaba a los afrikáneres (descendientes de colonos predominantemente neerlandeses), que cultivaban la tierra en la zona rural del Cabo a principios de la década de 1960 para la serie Some Afrikaners Photographed, como a una joven pareja de negros en Johannesburgo, el artista hacía hincapié en las realidades improvisadas de la vida cotidiana.
Cuando se publicó como libro en 1975, Some Afrikaners Photographed indignó a los críticos sudafricanos, en especial a los afrikáneres, que se sintieron ofendidos por el descarnado trato que Goldblatt había hecho de la pobreza blanca. En años posteriores el interés del artista por la vida cotidiana se orientó hacia la vivienda y los intercambios comerciales, bautizados como “economía informal” (economía sumergida), así como hacia los monu mentos dedicados a figuras y acontecimientos históricos.
CERCA/LEJOS
A partir de 1948, el supremacista Partido Nacional, dirigido por afrikáneres y blancos anglófonos, impuso distancia entre personas de distintas categorías raciales en Sudáfrica. Goldblatt reflejó cómo el gobierno del Partido Nacional sacaba a la gente de sus casas para llevar a cabo su intención de segregación racial, expropiando y dispersando a los residentes negros e indios para hacer sitio a nuevos barrios blancos.
Sin embargo, los exclusivos centros urbanos que el partido pretendía crear no podían funcionar sin la afluencia diaria de jornaleros y trabajadores domésticos procedentes de la diversa población del país. Se formaba así una barrera espacial invisible, pero en la que a menudo los individuos segregados se relacionaban.
A Goldblatt le interesaban las formas en que la cercanía seguía manifestándose incluso cuando la distancia venía dictada por la ley, un statu quo que también afectaba a su relación con las personas que fotografiaba. Estas imágenes registran con ironía la constante colisión de grupos segregados en espacios públicos y privados de todo el país.
INCREDULIDAD
La falta de lógica del apartheid condujo a un escepticismo generalizado y a prácticas de autoengaño entre quienes perpetuaban activamente el sistema. Las fotografías de esta sección captan la sensación de incredulidad ante unas leyes absurdas y laberínticas que se reescribían sin cesar para legitimar un sistema de abusos y opresión.
Goldblatt plasmó este estado de cosas con una brillante impasibilidad y dio forma visual a la incredulidad que debieron de sentir todos los beneficiarios del apartheid, salvo los más cínicos y oportunistas. Los templos con apariencia de fortalezas de la Iglesia Reformada Neerlandesa se mezclan con absurdas escenas de ocio suburbano en zonas exclusivas para blancos, mientras algunas miradas pétreas o estoicas contemplan momentos de demolición repentina.
Incluso después del fin oficial del apartheid, Goldblatt siguió fotografiando lugares que inspiraban sentimientos de incredulidad, como puede comprobarse en sus fotografías de urbanizaciones sin terminar.
EXTRACCIÓN
Goldblatt nació en la ciudad minera de Randfontein y comenzó su carrera trabajando por encargo para la mayor empresa minera del país, la Anglo-American Corporation (AAC) de Sudáfrica, para la cual realizó encargos editoriales destinados a su publicación interna e imágenes publicitarias.
De forma paralela, este trabajo le permitió realizar también sus proyectos más personales, que trataba de separar de los anteriores. Pudo así retratar la economía extractiva puesta en pie por las empresas coloniales para explotar sus recursos naturales. Creó su primera serie, On the Mines (1964-1973).
La serie mostraba cómo una mano de obra migrante con predominancia negra realizaba el trabajo más peligroso en las minas de oro y platino, un trabajo que enriquecía sobre todo a sus jefes blancos. Goldblatt acompañó a los mineros a 1500 metros bajo tierra y fotografió en condiciones difíciles, con una Leica de 35 mm.
Décadas más tarde, en 2002, el fotógrafo encontró manifestaciones similares de la desigualdad al registrar el legado tóxico de la minería del amianto, un mineral letal cuando existe una exposición repetida por inhalación y contacto físico. Estas minas, a veces abandonadas, en las que los residuos seguían campando a sus anchas, se encontraban casi siempre en las zonas más desfavorecidas produciendo un enorme impacto en las comunidades negras.
En el prefacio de su proyecto, Goldblatt expuso:
“Las empresas que explotan el amianto […] despreciaban la salud y la vida de quienes lo extraían, molían, envasaban y transportaban. […] Mucho después de que se establecieran las conexiones entre el amianto y las enfermedades relacionadas con él, siguieron explotando las minas con cambios mínimos, mantuvieron a los trabajadores en la ignorancia de los peligros a los que estaban expuestos y obstaculizaron las investigaciones que perjudicaban sus intereses”.
CONGREGACIÓN
¿Cómo se reúne la gente en un país dividido por la segregación? Los sudafricanos estaban físicamente separados por razas en todos los aspectos de su existencia, desde el banco en el que podían sentarse hasta el lugar donde podían vivir. En los años 1950, las protestas en contra de estas políticas fueron habituales, pero en las décadas siguientes el gobierno introdujo tácticas cada vez más brutales para reprimir la disidencia y restringió gravemente el derecho de reunión.
Goldblatt evitó la representación directa de los actos de rebelión declarada y vio con la misma claridad las luchas políticas de su país en las ocasiones rutinarias en las que la gente se reunía por elección o por necesidad. En décadas posteriores, se dedicó con mayor intensidad a abordar temas de marcado carácter político y dirigió su cámara hacia los legisladores recién elegidos y hacia los jóvenes sudafricanos que protestaban abiertamente contra el legado colonial en la sociedad posterior al apartheid.
TRABAJADORES
Incluso cuando los artífices del apartheid trataban de separar a los sudafricanos, el sistema funcionaba gracias a una estructura económica que colocaba a diario a las personas en una tensa proximidad. Las familias blancas contrataban a trabajadores negros para criar a sus hijos y limpiar sus casas; las minas propiedad de los blancos y gestionadas por ellos dependían de personas de color para realizar los trabajos más peligrosos. Las categorías raciales dictadas por el gobierno determinaban profundamente los empleos que podían desempeñar las personas y creaban estrictas jerarquías en los lugares de trabajo.
Goldblatt puso de relieve estas desigualdades con imágenes como la de una trabajadora doméstica corriendo para encontrarse con su señora. Al mismo tiempo, prestó atención a cómo las personas conservaban su identidad y la dignidad en el trabajo, es el caso de los retratos de los mineros que decidieron posar para la cámara de Goldblatt con sus ropas tradicionales. Pasados los años, el artista parecía lamentarse de no haber sido con su trabajo más abiertamente crítico ante el flagrante racismo y la permanente explotación de la población negra. Como señala Judy Ditner, comisaria de la exposición:
“Su obra constituye un registro histórico devastador y un permanente reproche a quienes se mantienen al margen de la injusticia, y está imbuido del sentimiento de culpa de que, siempre, podría haber hecho más”.
DIÁLOGOS. REDES PARA LA FOTOGRAFÍA SUDAFRICANA
Junto con Goldblatt, otros fotógrafos sudafricanos han utilizado la cámara para reflexionar críticamente sobre la sociedad y la política de su país. Ernest Cole, Santu Mofokeng o Jo Ractliffe son algunos de los amigos o colegas que participaron como estudiantes o profesores en el Market Photo Workshop, la escuela de fotografía fundada por Goldblatt en Johannesburgo en 1989 que actualmente sigue funcionando y que se ha convertido en un pilar para la comunidad.
Las fotografías de Cole abordan los profundos cambios sociales, políticos y medioambientales que tuvieron lugar en Sudáfrica desde la década de 1950 hasta la de 1980.
Mofokeng fue miembro del colectivo Afrapix de fotógrafos documentales sudafricanos durante la década de 1980. Las fotografías de paisajes de Ractliffe abordan cuestiones como el desplazamiento y el conflicto y captan las huellas de historias a menudo violentas.
Cuando se fundó el Market Photo Workshop fue con la intención de ofrecer apoyo y formación a fotógrafos emergentes y socialmente comprometidos. Lebohang Kganye, Sabelo Mlangeni, Ruth Seopedi Motau o Zanele Muholi son antiguos alumnos del taller estrechamente vinculados a Goldblatt. Todos ellos han abordado temas como la pertenencia, la pérdida, la memoria, la emigración y la representación, al tiempo que han descubierto formas originales, a menudo profundamente personales, de explorar a las personas, los lugares y las políticas de Sudáfrica.