Por Ores Lario
14/12/2016
Nació para defender el formato del cortometraje y este año se adentra en su 15 edición. Desde su nacimiento en 2001, más de 58 millones de espectadores han disfrutado de las más de 13.000 películas presentadas a concurso en JamesonNotodofilmfest.
Consolidado como certamen de referencia, en esta nueva edición se entregarán más de 40.000 euros en premios que atribuirá un jurado compuesto por cineastas como Icía Bollaín, Raúl Arévalo, Daniel Guzmán, Javier Fesser, Julio Medem o Gracia Quejereta.
Presidiendo la mesa está Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 24 de junio de 1970), que debutó en la industria ganando la segunda y tercera edición del festival que ha hecho del cortometraje (y microcortometraje) su estandarte. El cineasta da algunas de las claves del concurso y se posiciona fiel a su premisa: «lo que importa es transmitir emociones».
¿Qué es lo que más te motiva de liderar la 15 edición de JamesonNotodofilmfest?
Intentar que los participantes experimenten las mismas sensaciones que yo tuve cuando participé en la segunda y tercera edición. En aquellas ocasiones, el jurado contó con directores de lujo como Amenábar, Fesser, Bigas Luna, Achero Mañas, Campanella, Icíar Bollaín, Monzón, Fresnadillo, Coixet, etc… Sentir que si mi corto pasaba esa primera criba iba a ser visto por estos directores que eran una clara inspiración y referencia para mí era la mayor de las motivaciones. Así que esta vez mi mayor motivación será motivar.
¿Cómo surgió lo de ser presidente y por qué aceptaste?
Bueno, el festival es un poco como mi casa, y no sé dónde estaría yo como cineasta de no ser por mi paso por el certamen, por los cortos que hice expresamente para presentarme: Gol y Exprés, siendo este ultimo el primer cortometraje en vídeo que fue nominado a los premios Goya, y el que atraería atención de gente de la industria, y en particular del productor de mis cuatro largometrajes, José Antonio Félez.
¿Qué perfiles tienen los otros miembros del jurado?
Sus nombres dejan claro su perfil: Julio Medem, Iciar Bollain, Mateo Gil, Javier Fesser, Gracia Querejeta, Dani Guzman y Raúl Arévalo. Los cinco primero consagrados y admirados directores que han marcado a muchas generaciones de cineastas (entre los que me incluyo), y en el caso de Dani y Raúl, como parte de esa nueva gran ola de creadores, de directores emergentes con voz propia que claramente van a tomar el testigo.
¿Cuál es la importancia de este festival en la industria?
A mí me cambió la vida hace ya 13 años. Ahora el festival ya es un referente en España y gran parte del resto del mundo. Así que todos estamos muy atentos a la caza de nuevos talentos.
¿Qué tiene que tener un cortometraje para ser uno de los grandes vencedores?
Lo primero contar una historia. Esto que parece una perogrullada, no lo es tanto. Hoy día todo el mundo lleva una cámara de cine en su móvil. Pero no todo vale. Para mí es fundamental respetar el oficio de contar historias, de hacer películas. Así que más te vale, antes de desenfundar el móvil tener algo que contar. Y sobre todo, tener algo que transmitir. Porque al final lo que importa es transmitir emociones. El que más emocione –ya sea a través de la risa, el susto, la ira, la sorpresa, la alegría, la tristeza o el amor- será el que gane.
¿Cómo fue tu experiencia cuando te presentaste a este festival como concursante y lo ganaste dos veces consecutivas?
Fue una experiencia maravillosa, no tanto por ganar, que también, sino por compartir, por encontrarme con gente con mis mismas inquietudes. Cuando uno empieza se siente muy solo, no sabe en quien apoyarse, como conseguir las cosas básicas que uno necesita para hacer películas. El sentimiento de comunidad en este festival fue clave para mí, el conocer a otros directores que a día de hoy son grandes directores, además de amigos, como Borja Cobeaga, Rodrigo Cortés, Nacho Vigalondo y muchos más.
¿Podría llegar un festival de tanta difusión por Internet a conformar un nuevo formato cinematográfico?
Bueno, en este caso ya ha ocurrido, ¿no? Se le llama hacer un “Notodo”. El formato de películas cortas de menos de tres minutos y medio es conocido por todos por “hacerse un Notodo”.
¿Cuáles son las novedades del Festival este año?
Uy, ahí me pierdo, que me acabo de incorporar a mi cargo. Pero para mí la gran novedad es que no haya novedades, que el festival siga siendo un claro referente en la industria, y un constante hervidero de grandes pequeñas historias y talento emergente.
¿Cómo ves la situación actual del cine español? ¿Hacia dónde se dirige?
El cine no va a ningún lado, el cine ESTÁ. Y de eso se trata, ¿no? De conseguir que esté y siga estando, que sea parte del ocio de la gente, que sea un arte que prevalezca y al que uno acuda a buscar refugio de la triste realidad que nos asola. Y la situación del cine español siempre es la misma: estable dentro de la gravedad, con una mala salud de hierro. Como dijo Churchill: We shall prevail… Prevaleceremos.
¿Cuáles son tus referentes cinematográficos?
Berlanga, Azcona, Fernán Gómez, Almódovar, Amenábar, todos los Trueba, León de Aranoa, Bollaín, Mañas, Vermut y Raúl Arévalo. Y Billy Wilder, claro.
¿Qué nuevos proyectos tienes en mente?
Estoy escribiendo el guion de mi próxima peli, que espero rodar el próximo año. Es la adaptación de una novela que transcurre en una isla. Y no, no es La isla de Alice (eso ya llegará).