Por Magdalena Tsanis (Efe)
Seiscientos fósiles de mamut, un Cristo de marfil del siglo XVII, una fotografía del primer paseo espacial o un cartón vacío de leche son algunos de los objetos con los que el artista vietnamita Danh Vo ha convertido el Palacio de Cristal del Retiro en una evocadora vitrina museística y conceptual.
Vo (Bà Ria, Vietnam, 1975) desafía con su obra las convenciones artísticas desde el momento en que él mismo se convierte en coleccionista de objetos y el espectador en creador y cómplice necesario para descubrir los múltiples itinerarios que la instalación propone.
«Interpretamos los signos según nuestro modo de ver y nuestra historia particular; eso es algo que nadie puede controlar. Para mí, lo bello del arte es establecer esa comunicación extraña y difícil con el espectador», ha dicho este jueves el artista durante la presentación de la muestra.
Destierra a los sin rostro/ Premia tu gracia es su sugerente título, extraído de Afraid (1970), la canción de Nico que también ha sido versionada por Antony and the Johnsons y cuyos versos, escritos sobre el suelo con caracteres góticos, acompañan al visitante durante el recorrido.
Referencias culturales e históricas se entrelazan con ecos de la agitada biografía del artista, considerado uno de los más brillantes de su generación. Con solo cuatro años, Vo huyó de su país, junto a su familia, en una embarcación que permaneció a la deriva hasta que fue rescatada por un carguero danés.
«La obra de Vo ha sorprendido por su novedad, su confrontación con cuestiones sobre el lugar del arte y la relación entre el arte y la historia. Escribe la historia de su tiempo pero también la de su vida», ha explicado el comisario y subdirector del Museo Reina Sofía Joao Fernandes.
Fernandes ha hablado de una «estética de la fragmentación» y de la creación de «universos paralelos», que no son explicativos unos de los otros, sino que lanzan múltiples hilos posibles al espectador.
Desde las referencias cotidianas y pop de la caja de leche, al elogio de la vida contenido en una carta de un misionero francés del siglo XIX, dirigida a su padre, en vísperas de su ejecución.
La herencia católica de Vo se refleja en un Cristo de marfil y en una talla gótica francesa de una Virgen con Niño, que aún no ha podido llegar a Madrid por problemas logísticos, pero que llegará en breve.
El propio Palacio de Cristal, donde la instalación permanecerá hasta el próximo 28 de marzo, se convierte en parte del proyecto con sus referencias al pasado colonial español -fue construido en 1887 para una exposición sobre Filipinas.
Según Manuel Borja-Villel, el director del Museo Reina Sofía, al que está adscrito el palacio, «Danh genera un sistema expositivo propio» y «cuestiona el sistema museístico desde dentro, así como la teatralidad y el academicismo de la instalación contemporánea».
En la actualidad, Danh Vo representa a Dinamarca en la 56 Bienal de Venecia y es uno de los comisarios de Slip of the tongue, una exposición de la Pinault Foundation.
Su obra ha sido expuesta desde el Stedelijk Museum de Ámsterdam a la Kunsthalle de Basel o el Art Institute de Chicago y ha sido reconocida con el premio Hugo Boss de la Fundación Guggenheim y el Arken Art Prize danés.
Sobre su forma de trabajo, el artista explica que no utiliza un estudio, va a paso a paso y «reza» para que todo salga bien. Se nutre de piezas que va encontrando en sus viajes y trabaja en equipo con varios colaboradores, desde anticuarios a especialistas o gente no relacionada con el mundo del arte.
Pero Vo no sabe explicar cómo empiezan a gestarse las obras en su cabeza. «Si lo supiera, mi vida sería más fácil», afirma.