Alternativas Económicas cumple diez años como medio de comunicación impulsado por una cooperativa de trabajo asociado. Pluralismo, rigor, autonomía, crítica, investigación, transformación social y calidad sostienen su línea editorial. La revista nació en 2013, cuando la crisis financiera causada por el colapso de la burbuja inmobiliaria daba sus últimos coletazos, con la intención de explicar la economía y sus efectos en la vida de las personas.
En su presentación, se apuntaba que se trataba de la versión en castellano de la revista francesa Alternatives Economiques. Su propósito aboga por las distintas alternativas al modelo económico existente, dominado por unas finanzas hipertrofiadas que ocasionan graves destrozos sociales y medioambientales. Su director, Juan Pedro Velázquez-Gaztelu, apunta que el medio aboga por la economía que pone por delante a las personas.
¿Qué balance hace en este aniversario?
El balance es muy positivo. Hemos conseguido consolidar el proyecto desde el punto de vista editorial y empresarial en un mercado extremadamente competitivo como el de la prensa. Contamos con 2.000 suscriptores y nuestra marca es cada vez más conocida en los ámbitos a los que nos dirigimos: profesores, estudiantes, economistas, profesionales, sindicalistas… La cooperativa editora de la revista está saneada y no tenemos deudas. Hemos conseguido un buen equilibrio en nuestras fuentes de ingresos: suscripciones, que es la principal, venta en quioscos y publicidad. Contamos con más de 90 socios-colaboradores, equivalentes a los accionistas en las sociedades anónimas, cuyo respaldo ha sido fundamental para salir adelante. Alternativas Económicas es, además, una empresa en la que se trabaja con libertad, dignidad y espíritu solidario.
Acaba de ser nombrado director de la publicación, que inicia una nueva etapa. ¿Cuáles son sus prioridades?
La más inmediata es la transición hacia nuestra nueva página web, que será mucho más atractiva y dinámica que la anterior y con más contenidos. En el medio plazo tenemos por delante varios retos importantes, entre ellos seguir creciendo en número de suscriptores y diversificar geográficamente las ventas de la revista. Nos gustaría extender a todo el país la buena acogida que la revista ha tenido en Cataluña, donde se ubica nuestra redacción y donde tenemos la mitad de nuestros lectores. Y, por supuesto, crecer en facturación para retribuir mejor a la plantilla. Nos lo merecemos.
¿Qué va a cambiar?
Alternativas Económicas es fundamentalmente un proyecto colectivo. Tenemos una estructura interna poco jerarquizada y el éxito de la revista es fruto de un esfuerzo conjunto. Somos una cooperativa en la que todos los trabajadores tienen el mismo salario y todas las decisiones se adoptan democráticamente. Por lo tanto, los cambios que vayamos adoptando los pensaremos y llevaremos a cabo juntos.
Se ha popularizado la frase “esto no lo leerás en los medios generalistas”: ¿un síntoma más del desprestigio y falta de credibilidad del periodismo?
Estoy de acuerdo en que el periodismo, en general, ha perdido credibilidad, pero en España siguen existiendo medios de calidad con fantásticos profesionales. Es fundamental que la ciudadanía compare y escoja para informarse aquellos que trabajan con rigor y honestidad, independientemente de su línea editorial. En nuestro caso, el hecho de ser una cooperativa garantiza a nuestros lectores que escribimos con total independencia de los poderes políticos y económicos, algo que no muchos pueden decir.
Afirma que su objetivo es seguir ejerciendo el periodismo con dignidad, “que no es poco”. ¿Tan mal está la profesión?
En los últimos años han proliferado medios muy ligados a partidos políticos e intereses económicos. Las fake news están a la orden del día y hacen mucho daño a la profesión. La caída en los ingresos de muchos medios les ha hecho excesivamente dependientes de la publicidad de los grandes anunciantes y de las Administraciones, y eso ha repercutido en la calidad de la información. Para ser realmente independientes y resistir las presiones externas, los medios deben ser rentables económicamente, y eso no es nada fácil en los tiempos que corren.
¿La pérdida de lectores en papel favorece a los canales digitales, así como un mayor feedback del público?
Una de las grandes ventajas de los canales digitales es que dan a los lectores la oportunidad de dar su opinión, interactuar con los periodistas e incluso a aportar su propia información sobre asuntos de actualidad. A través de ellos, muchos periodistas se enteran de cosas que merecen ser contrastadas, investigadas y publicadas.
¿La participación en redes es CLAVE para los medios alternativos al proporcionar espacios de coaprendizaje, coproducción, conexiones locales y globales, y apoyo social, legal o técnico, además de actuar como grupo de presión político?
Las redes son una herramienta para dar a conocer nuestros contenidos a personas a las que no podríamos llegar de otra manera, ya que no disponemos de recursos para lanzar grandes campañas de publicidad. También nos permiten conocer la opinión de los lectores sobre nuestros artículos y la línea editorial de la revista. En Alternativas Económicas estamos en permanente contacto con nuestros suscriptores, bien a través de las redes o por nuestros canales internos.
¿Van a competir con los periódicos color salmón o reclaman un espacio propio?
Alternativas Económicas está escrita pensando en el interés de la ciudadanía, no de los mercados o de las grandes empresas. A la hora de elegir y enfocar los temas que tratamos siempre tenemos en cuenta cómo pueden afectar a la vida cotidiana de las personas. Me refiero a las pensiones, la inflación, el mundo del trabajo, la vivienda, la sanidad, la educación, la movilidad… etc. Y tratamos de utilizar un lenguaje lo más didáctico posible para que los lectores puedan aprender de economía con nuestros artículos. Eso nos hace diferentes a la mayoría de los medios.
La prensa cooperativa ha reaccionado a la crisis manteniendo su actividad, preservando el empleo y articulándose con otros medios y actores de la economía social y solidaria. ¿Toca ampliar el campo de acción?
Nuestra revista presta especial atención y da voz a quienes defienden formas de hacer economía que ponen a las personas por delante de los beneficios. Pero no somos una revista exclusivamente de economía social y solidaria. Tenemos el campo muy abierto desde el principio. Somos fundamentalmente europeístas, feministas y defensores del medioambiente y de la justicia social.