Por Sandra Martín / Fotografía: Lino Escurís
Año 1932. Tras la instauración de la II República, una gran parte de los bienes de la familia real fueron incautados por el Estado. Entre ellos, el Palacio de la Magdalena. Situado en Santander, la residencia de los monarcas para los meses de verano se transformó en un centro de sabiduría y enseñanza destinado a estudiantes de diferentes países. Así nació la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que sólo se vio interrumpida por el estallido de la Guerra Civil y reanudó su programa educativo a mediados de los años 40. “Además de los cursos de español para extranjeros, los seminarios de verano celebrados hasta mediados de septiembre fueron cogiendo mucha fuerza”, recuerda Rodrigo Martínez-Val, vicerrector de Innovación y Desarrollo de Proyectos.
Ciencias, Tecnología y Salud, Arte, Filosofía y Derecho, Economía y Política. Las temáticas son diversas. El director de cine y escritor Manuel Gutiérrez Aragón lidera el curso Aspectos narrativos del cine y la novela. Los profesores Manuel Trujillo Pérez-Lanzac y José María Valls ofrecen la quinta edición de la Escuela de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta Carlos Castilla del Pino. Los presidentes del BBVA y Banco Santander, Francisco González y Patricia Botín, el astronauta Pedro Duque o el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, también serán parte de la cita académica.
Y es que, una vez más, la política cumple un papel importante. El catedrático Rodrigo Martínez-Val señala que la prensa asiste a estos eventos y les da voz solamente por la presencia de dichas personalidades, hecho que los académicos lamentan. “Prácticamente todos los ministros actuales intervendrán en los cursos en Santander, como Cristóbal Montoro, de Hacienda; Luis de Guindos, de Economía; José Manuel García-Margallo, de Exteriores o Isabel García Tejerina, de Agricultura”, señala el profesor titular de la UIMP, aunque reconoce que hasta el último momento no es seguro debido a sus “complicadas agendas”. Respecto a los precios, la Universidad ofrece hasta 1.500 becas que cubren el alojamiento en las diferentes residencias cercanas al palacio y la matrícula, de 130 euros para un curso semanal. No obstante, estas ayudas no llegarán ni a un tercio de los estudiantes. En la pasada edición hubo 5.000, mientras que este año se esperan hasta 7.000.
Los Cursos de Verano de la Complutense en El Escorial atraen desde finales de los años 80 a miles de mentes. “Queremos trasladar la universidad a un ambiente festivo y dinámico”, explica María José Comas, directora de los cursos, planteados como una propuesta educativa basada en el rigor académico y el análisis de la actualidad.
En la XXVIII edición se ha visto la necesidad de enfocar estos cursos hacia los aspectos sociales que más demanda la sociedad actual. Por ejemplo, un seminario sobre el futuro laboral para los licenciados universitarios u otro sobre la confianza en la clase política. En total son 102 actividades de diferente duración.
Escritores, científicos y políticos
“Esperamos tener mucha afluencia en los temas de salud pero también en aquellos enfocados a las humanidades vamos a contar con gente muy importante. También hay grandes referencias políticas, y entre los ponentes están representados todos los partidos políticos”, comenta Comas. La directora destaca las conferencias extraordinarias que impartirán el médico Pedro Alonso y la activista Caddy Adzuba, ambos galardonados con el Príncipe de Asturias. Los cineastas Fernando Trueba y Borja Cobeaga, el jurista Baltasar Garzón, el director de orquesta José Sanchís o los escritores Juan José Millás y Mario Vargas Llosa también tendrán un hueco.
Este último escritor repite un año más en la localidad madrileña de San Lorenzo de El Escorial. Un estudiante de Periodismo en la pasada edición, Marc Cebrián Sánchez, le recuerda perfectamente: “Comer a su lado fue una experiencia irrepetible que sólo podía ocurrir en este tipo de eventos”. Sin embargo, Marc asistió a un seminario sobre la situación política de Cataluña y esperaba encontrarse con un ambiente más universitario. “En mi clase había estudiantes pero también personas de 60 años”, cuenta la estudiante de Farmacia por la Complutense Cristina Santa, quien realizó un curso de laboratorio. Según los datos del centro, el 75% de los alumnos son de fuera de la UCM y prácticamente la mitad, no son universitarios.
“Además de aprender y ampliar conocimientos te acercas a las opiniones y puntos de vista de personas de todos los ámbitos”, explica la estudiante de Derecho Alba Gutiérrez, quien espera poder repetir otro verano. La madrileña de 23 años cursó con buenos resultados dos seminarios sobre la Justicia y la evolución del Derecho en España. No obstante, Alba recrimina la reducción que han experimentado estos cursos, lo que provoca la alta concentración de conferencias en un período muy breve de tiempo. Mientras que en ediciones anteriores se extendían hasta el mes de agosto, cada año se ha ido disminuyendo su duración. “Ahora sólo tenemos cuatro semanas mientras que en los inicios estos cursos se celebraban en dos meses”, comenta la directora Comas. “Hemos reducido por cuestiones presupuestarias”.
La profesora de la reconocida universidad explica que convocan una licitación pública al año con la esperanza de que les acojan nuevas instituciones en otras sedes y así ampliar las posibilidades de cursos. “En realidad el presupuesto no se ha reducido mucho gracias al Banco Santander y distintos patrocinadores”. Sin embargo, han disminuido el número y la duración.
No es la única. La institución que ha experimentado una merma en sus fondos es la llamada Universidad Internacional del Mar, que reúne a la Universidad Politécnica de Cartagena y la Universidad de Murcia. “El presupuesto se ha reducido drásticamente”, explica la responsable académica Mónica Galdana Pérez, “y tenemos suerte porque contamos con la ayuda de algunas entidades financieras, al mismo tiempo que la comunidad autónoma aporta 20.000 euros a la actividad y podemos usar diferentes ayuntamientos como sedes para la realización de las clases”. Además, Mónica Galdana subraya que la escasez de becas no permite a todos apuntarse a las clases.
La Universidad de Cantabria es otra de las que ha experimentado una disminución de los fondos. “Se ha reducido de forma exponencial, en la edición de 2015 contamos con 330.000 euros, mientras que las cifras en años anteriores eran de un millón”, cuenta Manuel Estrada, director de los cursos en este centro. “La dirección reconoce la colaboración de instituciones y estamos en deuda de gratitud con aquellos ponentes que rebajan su remuneración y hacen posible los seminarios y conferencias”, apunta orgulloso.
Sin embargo, la universidad cántabra ha continuado con fuerza su programación estival y aunque su núcleo fuerte y original es el municipio de Laredo, también se puede disfrutar en otras sedes de la comunidad autónoma. Por ejemplo en Polanco, donde Eva Fernández Cobo, recién graduada en Magisterio de Educación Infantil, aprendió sobre literatura infantil y pudo utilizar esos nuevos conocimientos de cara a su trabajo final de carrera. “Los cursos de verano ofrecen la posibilidad de profundizar en temas más específicos fuera del currículo habitual del grado”, apunta la joven.
A Manuel Estrada le gustaría llegar a los 6.000 asistentes, divididos entre alumnos matriculados y aquellos que disfrutan de las actividades culturales, tales como conciertos, conferencias y talleres. En total, cuentan con 106 propuestas educativas para este verano. Estrada destaca el valor que han conseguido los cursos enfocados a la obtención de empleo, movilidad laboral o el emprendimiento y revela que han ayudado a mucha gente a encontrar un hueco en su sector. También aquellos cursos de formación para profesionales, como los que ha realizado José Manuel Alonso Pedreguera, licenciado en Derecho de 51 años, en pasadas convocatorias. “El último trataba sobre la reforma del régimen local español, una temática de sumo interés entre los funcionarios locales al afectar de una manera directa al trabajo que diariamente realizábamos”, explica Alonso. La XXXI edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria cuenta con la experta en ébola Pilar Estébanez, el fotoperiodista Gervasio Sánchez, el escritor Andrés Trapiello y el historiador Fernando García de Cortázar, entre otros.
Mientras, en la Universidad del País Vasco todo continúa igual. El presupuesto, el número de cursos y la cantidad de alumnos se mantendrán en 2015. “Nuestros cursos tienen muy buena referencia, no sólo por la cantidad de gente que atraen sino por la calidad y la valoración que reciben”, comenta Carmen Agoués, directora de los Cursos de Verano. La psicóloga Begoña Ibarrola, el filósofo José Antonio Marina, la escritora Espido Freire o el periodista Miguel Ángel Aguilar serán algunos de los ponentes. “El aprendizaje no finaliza al acabar una carrera. La necesidad de continuar formándose es ineludible”, puntualiza la profesora de Derecho. “La Universidad tiene el poder de cambiar el mundo y gracias a ella podemos reflexionar, mejorar y evolucionar”.