Cambio16
15/03/2018
Toyota Auris: adiós al diesel, hola al mercado híbrido
El chasis del SEAT León fue la figura escogida para darle vida al Cupra e-Racer, el eléctrico de carreras más veloz del mundo. En este sentido, el auto cumple con las reglas para competir en el circuito E TCR. Su cuerpo al estilo hatchback tiene un propósito: el mejor rendimiento posible. Para esto, la firma añadió elementos aerodinámicos y fortachones. El Salón de Ginebra lo alabó.
Tal como señala TopSpeed, el Cupra e-Racer tiene una capucha larga que se extiende hasta la nariz. Pero los detalles más importantes están en la sección frontal: parachoques, guardabarros, tomas y divisores. Los arcos son anchos y macizos, la fibra de carbono no puede faltar y el ala trasera es realmente espectacular. En otro sentido, los cuatro motores eléctricos están montados en el eje trasero, de esta manera, el auto proyecta una potencia de 670 caballos de fuerza. Mención aparte con las tres cámaras incrustadas en los motores. Así mismo, alcanza 100km/h en 3,2 segundos. A los 200 km/h llega en 8,2 segundos.
Por otro lado, la batería de 65 kWh posee 6,072 pilas. Tiene 23 paneles de 264 unidades de carga. Por fortuna, solo se necesitan 40 minutos para recargarlas. La batería representa la tercera parte del peso total del auto, es decir, 450 kilos. «Cupra e-Racer alcanza 12 mil revoluciones, frente a las 6.500 de un auto de competencia a gasolina, y todo con una sola marcha», comparte Xavier Sierra, director técnico.
El norte del Cupra e-Racer es el dinamismo. «Para minimizar el arrastre aerodinámico, los retrovisores fueron sustituidos por cámaras de video. El conductor puede visualizar todo lo que sucede a su alrededor gracias a tres objetivos y una gran pantalla en el salpicadero», puntualiza Sierra. De hecho, parece que el sonido es otro detalle singular. «A diferencia de un vehículo tradicional, este eléctrico emite un sonido similar al de un mosquito».