Por Jaume Esteve
19/11/2017
Un crimen que conmociona a un país. Una chica condenada a cadena perpetua que, treinta años más tarde, abandona la prisión tras ser exonerada. No hablamos de ningún asesinato macabro del pasado siglo en Estados Unidos sino que hay que remontarse todavía más atrás, al Canadá del siglo XIX, para encontrar las raíces del nuevo gran relato de Netflix.
Aunque pilló por sorpresa a la opinión pública, que se la llegó a jugar por Stranger Things, la victoria de The Handmaid’s Tale en los pasados Emmy fue una demostración más de que los gustos de las grandes audiencias no condicionan la temporada de premios. Y sabedores de que la obra de Margaret Atwood se ha hecho con muchos adeptos, en Netflix han tirado de cartera para asegurarse el próximo gran filón. Alias Grace, serie basada en otro relato de la escritora, se estrenó el 3 de noviembre.
Lo hace con nombres conocidos delante y detrás de las cámaras. La obra, que tan sólo consta de seis episodios, tiene el sello de Sarah Polley. La que sorprendiera al mundo con aquel papel de la mano de Isabel Coixet en Mi Vida Sin Mí ha decidido pasar al otro lado de la pantalla desde hace una temporada y en Alias Grace pretende explorar la relación que se establece entre los personajes sobre los que gira ese brutal doble asesinato que todavía hoy se recuerda al otro lado del Atlántico.
La ficción gira alrededor del personaje de Grace Marks, que fue condenada junto a James McDermott por el doble asesinato en 1843 de Thomas Kinnear y Nancy Montgomery, para los que trabajaban. Mientras McDermott fue ajusticiado con la pena de muerte, Marks se vio obligada a pasar el resto de sus días en prisión, condena que se revisó a los treinta años y que le permitió salir en libertad.
Sarah Polley escoge el ecuador de esa condena, cuando Marks ya ha cumplido 15 años de condena, para explorar la psique de un personaje misterioso que, todavía hoy, está envuelto en un halo de misterio.
Tal y como muestra el tráiler que ya se ha hecho público, Marks asegura sufrir una amnesia que le impide recordar qué sucedió exactamente el día de los hechos y será a través de sesiones de hipnosis cuando la condenada, junto a la audiencia, vaya descubriendo qué sucedió antes del asesinato. Vaya por delante que la relación entre víctimas y verdugos no era, precisamente, amistosa y que las humillaciones y abusos eran constantes.
¿Asesina o víctima?
La ficción parece jugar, a tenor de lo visto en el tráiler lanzado por Netflix, en esas zonas grises en las que el espectador no tiene claro si estamos ante una fría asesina con nervios de acero o ante una víctima que estaba en el lugar y momento equivocados cuando se cometió un baño de sangre. Lo que sí sabemos de antemano es que la obra parte del hecho histórico para elucubrar sobre lo que puedo haber sucedido hace casi dos siglos.
Por último, basta con echar un ojo al peso femenino de Alias Grace para notar, poco a poco, un cambio de tendencia en la industria de Hollywood. Proyectos como The Handmaid’s Tale se han ganado el respeto del público por poner sobre la mesa los problemas a los que se enfrenta la mujer en el día a día. Alias Grace, escrita, dirigida y protagonizada en gran medida por rostros femeninos, es una nueva demostración de que poniendo a mujeres en puestos clave es como se consiguen productos que apelen a la audiencia femenina. Si, además, la serie funciona igual de bien que la otra adaptación de Margaret Atwood, nos damos más que por satisfechos.