Por David Venegas
30/05/2018
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No, no es un señor. Fred Vargas es mujer. Francesa, además. Su nombre real es Frédérique Audoin-Rouzeau, pero ha hecho de su seudónimo su verdadero nombre. Su bandera. Es arqueóloga, pero decanta sus aventuras en libros. Títulos que han roto barreras de ventas. La llaman «la gran dama de la novela negra». Sus novelas hacen de lo cotidiano, asuntos extraordinarios. Y hace un par de días ganó el prestigioso premio Princesa de Asturias en Letras.
«Vargas percibe a la sociedad como un ecosistema misterioso y complejo». Son las palabras del jurado del Premio de Asturias. En más de 37 años de concurso, Vargas es la séptima mujer en lograr esta condecoración. El jurado prosigue. «Sus obras encarnan la revitalización de un género como la novela de intriga, la acción y la reflexión. Maneja un ritmo que recuerda la musicalidad característica de la buena prosa en francés. En sus novelas la Historia surge como metáfora de un presente desconcertante».
Declaración de Fred Vargas, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2018. Léela completa aquí: https://t.co/IxQuoe6RaF pic.twitter.com/y7XuKLm51b
— Fundación Princesa de Asturias (@fpa) May 28, 2018
Mujer incógnita
Vargas es un rompecabezas andante. Trata de mantener un bajo perfil. Aunque tiene una visión muy seria y amplia del mundo, da pocas entrevistas. Cualquiera de sus fanáticos diría que ella misma es un personaje de su narrativa. Sin embargo, su discreción no la exime de ser una activista política. Sus palabras tienen mucho peso en el mundo de habla inglesa. Pero, como la ilustre que es, sabe mantener distancia entre las corrientes que la rodean.
En una conversación con The Guardian ella afirma que sus papeles como arqueóloga, activista y novelista no se tocan entre sí. «Las historias detectivescas no están para cambiar la realidad social. Como historiadora, sé que las victorias ante problemas sociales y políticos no dependen de los escritores. La novela tiene otros fines, tan importantes y profundos, pero diferentes y alejados de la política».
Desde otra perspectiva, la escritora eligió el seudónimo Fred Vargas en honor a María Vargas, un personaje interpretado por Ava Gardner en La condesa descalza. La autora tiene una hermana gemela, se llama Joëlle y es una pintora conocida como Jo Vargas. Sí, también escogió el seudónimo por Ava Gardner. Stéphane es el hermano mayor, y es historiador de la Primera Guerra Mundial. Su padre trabajó toda su vida en una compañía de seguros, pero también se dedicó a estudiar la filosofía de André Breton. En boca de Fred Vargas su padre siempre le prohibió la televisión y escogía los libros que leerían ella y su hermana. «Solo podíamos leer mitos, cuentos populares y poesía barroca del siglo XVII». Además, en varias ocasiones ha relatado que su infancia transcurrió alrededor de artes primitivas, máscaras y cuadros surrealistas.
Escribir por diversión
Fred Vargas nunca se propuso ser una escritora best seller. Su acercamiento al negocio de las letras fue cuando tenía 28 años. Su primera semilla de novela surgió durante una excavación en la zona sur de Francia. «Comencé a escribir por placer. Me encantaba mi trabajo de arqueóloga, pero sabía que había algo más en mi vida». Juegos de amor y muerte (1996) fue su primer libro policíaco y, aunque afirma que es una historia muy mala, con el ganó un concurso de manuscritos inéditos. Por fortuna, esta victoria hizo que se tomara enserio su papel de escritora y ajustará las tuercas de lo que sería su verdadera pasión.
La escritura de Fred Vargas es, si se quiere, musical. Así lo afirman los expertos. Sus iconos son Conan Doyle, Rousseau, Proust y Hemingway. Pero Agatha Christie es su modelo mayor. En sus tramas hay mucha historia económica. Pero también se ha decantado a profundizar en épocas como la romana y la edad media. También ama plasmar el estilo de vida de los siglos XVI y XVII. La realidad, sin embargo, se mezcla con la ficción y el thriller. «Siempre gritaré sobre las cosas malas de Francia y Europa. Hago entrevistas, me meto en protestas. Cuando escribo, hablo sobre ciencia«. Así lo afirma para The Guardian. Y apunta: «Hago que mis lectores se enfrenten al horror de la humanidad. Pero todo bajo la seguridad del hogar». No hay dudas, Fred Vargas cuenta historias peligrosas… o mejor dicho de enigmas, como le aseguró a El País.
Los cinco infaltables
En 2006 la Asociación de Escritores del Crimen inauguró la sección Daga Internacional para la mejor novela negra. Cada año Fred Vargas es nominada. Y ha ganado la categoría más de cuatro veces. La escritura de Vargas es creativa, original y muy interesante. Sus tramas son intensas y con complejos hilos argumentales. Así que te recomendamos cinco títulos para cogerle gusto a las novelas de intrigas.
Los tres evangelistas
Es una trilogía. Que se levanten los muertos (1995), Más allá, a la derecha (1996) y Sin hogar ni lugar (1997). La trama cuenta la historia de Mathias, Lucien y Marc, apodados Los tres evangelistas. Son jóvenes historiadores sin un céntimo que conviven en un destartalado caserón en la calle Chasle de París. Junto con los expolicías Marc Vandoosler, tío de Marc, y Louis Kehlweiler, alias el Alemán, forman un peculiar equipo de investigación capaz de resolver lo más extraños casos.
En el primer libro deben descubrir el paradero de una cantante de ópera que, presuntamente, fue asesinada. En el segundo tomo encuentran un hueso humano en la pequeña villa de Port-Nicolas, ¿de quién será el hueso? Por último, la trilogía cierra con el caso de un amigo del equipo que, lamentablemente, es psicópata.
Huye rápido, vete lejos (2001)
En esta novela aprece Jean-Baptiste Adamsberg, un personaje habitual en la mayoría de las creaciones de Fred Vargas. Es comisario y no tiene ninguna ley para llevar a cabo sus investigaciones.
La sinopsis reza: Alguien pintó un cuatro negro, invertido y con la base ancha, sobre cada una de las trece puertas de una edificio del distrito 18 de París. Debajo aparecen tres letras: CLT. Adamsberg las fotografía y titubea: ¿es una simple pintada o una amenaza? La revista Marie Claire escribió: «Antes de Fred Vargas la novela negra no nos interesaba. Pero bien, llegó el momento de entonar un mea culpa. Vargas inquieta y conmueve. Su talento va más allá del género. A partir de hoy, lo juramos: no se nos volverá a escapar».
La tercera virgen (2006)
En esta ocasión Adamsberg se enfrenta al fantasma de una monja del siglo XVIII que degolla a sus víctimas. También se cuela entre vírgenes profanadas y pociones mágicas. El libro ha logrado vender más de 400 mil ejemplares en francés. Se llevó el Trofeo 813 a la mejor novela francófona en 2006. Al año siguiente recibió el reconocimiento Duncan Lawrie International Dagger. «Una característica notable de este libro, que relata una excitante historia actual basada en una receta medieval para obtener la inmortalidad, es su carácter fantasmal», escribió El País.
Cuando sale la reclusa (2017)
Dicen que es su obra más completa y ambiciosa. Es la más reciente novela de Fred Vargas. Aquí el comisario Adamsberg investiga la muerte de tres ancianos que fueron mordidos por una Loxosceles refuscens, una araña venenosa conocida como La reclusa. Las picaduras son peligrosas, pero no letales. En la historia el protagonista se sumerge en hilos que se remontan a la Edad Media. Esto es lo que piensa la editorial Siruela sobre el título: «Aquí se entrecruzan el medioevo, la arqueología, los mitos, el mundo de los animales. También una descripción detallada y poderosa de los oscuros laberintos del alma humana».
Bajo los vientos de Neptuno (2004)
Entre París y Quebec. Esos son los escenarios de esta aventura del comisario Adamsberg. Él investiga el asesinato de una joven con tres heridas de arma blanca. Lo curioso es que durante su investigación emerge una cadena de homicidios iguales. Todos firmados por el criminal Tridente. De hecho, el libro obtuvo tal éxito que en 2008 fue adaptado a una serie con el mismo nombre. Fue dirigido por Josée Dayan y protagonizado por Jean-Hughes Anglade.