La exposición a determinadas sustancias químicas podría asociarse con una mayor probabilidad de sufrir tumoración en senos. Estudios alertan del impacto de los ftalatos y parabenos, que incluyen los productos de cuidado personal, en la formación de cáncer de mama. Sacarlos de los gabinetes del baño y del uso, reduciría estos riesgos.
Varias investigaciones afirman que la alta exposición al estrógeno es un importante factor de riesgo de cáncer de mama. Las sustancias químicas disruptoras endocrinas que imitan al estrógeno, también conocidas como xenoestrógenos, se han vinculado con un mayor riesgo de cáncer de mama, incluso en dosis bajas.
El cáncer de mama es actualmente el más común a nivel global y representa el 12,5 % de todos los nuevos casos anuales de cáncer en el mundo. Según la OMS, en 2020 se diagnosticaron 2.261.419 nuevos casos y 685.000 fallecieron por esa enfermedad.
Un nuevo estudio, publicado en Chemosphere, señala que los dos xenoestrógenos más comunes, ftalatos y parabenos, se usan ampliamente en productos para el cuidado personal. Como champú, desodorante, loción, esmalte de uñas, fragancias y más.
La mayoría de las investigaciones toxicológicas sobre el cáncer utilizan modelos animales o líneas celulares del tumor. Pero esta investigación tuvo como objetivo comprender cómo la reducción de la exposición real a estos tóxicos afecta los marcadores tempranos de cáncer de mama.
Sobrevivientes a ese cáncer e investigadores se asociaron para reclutar mujeres libres de cáncer que usaran diariamente productos de cuidado personal con parabenos y ftalatos.
En el estudio se asignaron aleatoriamente a algunas mujeres ciertos controles: recolectaron sangre, orina y células de tejido mamario de las participantes al comienzo y al final de un período de intervención de 28 días. Mientras otras participantes que no eran de control cambiaron a productos sin ftalatos ni parabenos.
Los parabenos y el cáncer de mama
Observaron una reversión significativa de las vías de señalización celular asociadas con el cáncer. Cambios significativos de genes asociados con el cáncer de mama conocidos a un perfil «normal» y una reducción significativa en los niveles de ftalatos y parabenos en la orina después de la intervención.
“Para nosotros (los sobrevivientes de cáncer de mama), este estudio cambia el paradigma de la investigación de esta patología”, dijo Polly Marshall. Directora ejecutiva de Breast Cancer Over Time y coautora del estudio, a Environmental Health News (EHN). «En lugar de buscar correlaciones, encontramos una manera de estudiar realmente la causalidad en los cuerpos de las personas».
Como proyecto de investigación participativo basado en la comunidad, las sobrevivientes de cáncer de mama se incorporaron en todos los pasos del estudio. Desde generar preguntas de investigación hasta reclutar y educar a los participantes.
El diseño del estudio es una fortaleza más allá de ser realizado en humanos, indicó Marshall. El hecho de que las muestras antes y después de la intervención provengan de las mismas mujeres mantiene constantes los factores externos que de otro modo podrían sesgar los resultados, como la dieta y la exposición a la contaminación. Los investigadores también pudieron ver los resultados en un corto tiempo en lugar de esperar décadas para seguir a una cohorte de mujeres.
Los fondos para la investigación del cáncer generalmente se destinan a encontrar una cura y un tratamiento en lugar de la prevención. Sin embargo, el potencial para proteger a las generaciones futuras es lo que motivó tanto a los sobrevivientes como a los participantes. La mayoría de los cuales tenían un ser querido con cáncer de mama. “Hay mucha gente que quiere ir más allá de la concientización y las cintas rosadas y hacer algo para prevenir este cáncer”, resaltó Marshall.
Regulación de productos
Los investigadores dijeron que el estudio debe replicarse en uno más grande para confirmar los resultados. Según Shanaz Dairkee, investigadora del cáncer en Sutter Health y autora principal del informe, este estudio piloto abre muchas puertas para futuras investigaciones. “Este diseño podría aplicarse a otras sustancias químicas sospechosas junto con otros tejidos humanos accesibles con riesgo de cáncer u otras enfermedades”, adicionó.
Dairkee también cree que las investigaciones futuras deberían evaluar el impacto combinado en la salud de la reducción química de múltiples fuentes, como los productos para el cuidado personal y la dieta.
Los autores sostienen que este tipo de investigación también podría ayudar a cerrar las brechas de investigación necesarias para la regulación química. Organizaciones, como Breast Cancer Prevention Partners, han abogado por productos de cuidado personal más seguros desde principios de la década de 2000. Si bien ha habido algunos avances recientes con la aprobación de la Ley de Regulaciones de Modernización de Cosmético. El gobierno federal aún tiene que prohibir o restringir los productos químicos relacionados con el cáncer de mama y otras enfermedades crónicas.
Kaley Beins, científica sénior del Environmental Working Group, se enfoca en mejorar la salud pública al reducir la exposición química de los productos para el cuidado personal. “Los estudios basados en intervenciones como este, que relacionan los cambios de comportamiento no solo con la reducción de la exposición sino potencialmente con los mecanismos de reducción del riesgo, respaldarán la importancia de regular los productos de consumo en general”, afirmó.
¿Qué son los parabenos y los ftalatos?
Los cosméticos y los productos de cuidado personal están compuestos por distintos ingredientes, pero los parabenos y los ftalatos juegan un papel en contra de la salud, en especial se vinculan al cáncer de mama.
Los parabenos son sustancias químicas comúnmente usadas como conservantes en muchos productos cosméticos. Incluidos maquillaje, humectantes, productos para el cuidado del cabello y cremas o geles para afeitar. Llos más comunes son el metilparabeno, el propilparabeno, el etilparabeno y el butilparabeno.
Además, los parabenos pueden penetrar en la piel y actuar como una versión débil del estrógeno en el cuerpo, lo cual puede activar el crecimiento del cáncer de mama positivo para receptores de hormonas. Se han hallado parabenos en el tejido mamario y en el cáncer de mama, pero esto no significa mucho. También se hallaron parabenos en muchos otros tejidos por su amplio uso.
Entretanto, los ftalatos se usan con frecuencia para mantener el color y reducir la fragilidad del esmalte de uñas y del fijador para el cabello. También es un componente de muchas fragancias de productos de limpieza y de cuidado personal. Los ftalatos son disruptores hormonales. El ftalato no actúa exactamente como el estrógeno, pero puede ser un disruptor del equilibrio de otras hormonas que interactúan con el estrógeno, incluida la testosterona.
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