La crisis del coronavirus presenta una paradoja para los servicios informativos. Se habla de que los medios de comunicación son esenciales en estos momentos. Pero su trabajo se ve limitado por las restricciones de movilidad que supone la lucha contra la propagación de la enfermedad.
Adicionalmente, los mismos líderes que defienden la necesidad de una información oportuna, atacan a los medios cuando, a su juicio, estos no presentan la realidad que a ellos más se les acomoda.
Los profesionales de la comunicación en distintas latitudes se han quejado de los obstáculos en el cumplimiento de su labor. Y España no es la excepción.
Balance de comparecencias e intervenciones en medios de comunicación del presidente del Gobierno, los ministros/as y los representantes del Comité de Gestión desde que se decretó el Estado de Alarma ante el #COVID19.
▶40 ruedas de prensa
▶64 entrevistashttps://t.co/PW3KmlGZwq pic.twitter.com/Bo7O4TnWC1— La Moncloa (@desdelamoncloa) March 29, 2020
Ventaja en la otra cancha
Los periodistas se han visto forzados a trabajar de manera remota. No de manera presencial. No es, a simple vista, algo distinto a la realidad de otras profesiones u oficios. Sin embargo, en el caso de la prensa, los gobiernos, organizaciones y empresas podrían impedir o entorpecer la transparencia informativa.
En España, estos días las comparecencias más seguidas han sido las del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de las que periodistas de diversos medios han cuestionado públicamente el modo en el que Sánchez acepta preguntas al final de su comparecencias pública.
Los medios que cubre el evento informativos de manera remota no pueden preguntar directamente y deben enviar sus interrogantes al secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, quien se encarga de hacerlas llegar al presidente del Gobierno. Por su alto número, es imposible que todas sean respondidas y Oliver hace una selección, un filtro o censura de los asuntos que le pueden resultar «espinosos».
Preguntas por anticipado
El 12 de marzo, la Secretaría de Estado de Comunicación habilitó un chat por WhatsApp por la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, en la que se anunciaría el primer plan de choque para encarar la pandemia.
Originalmente fueron incluidos los periodistas habituales en La Moncloa (alrededor de 30). En cuanto el Ejecutivo lo puso en marcha, algunos periodistas decidieron mandar sus preguntas por anticipado. De este modo, el Gobierno contaba con ventaja. Conocía las preguntas que le harían.
🔴 Pedro Sánchez filtra todas las preguntas de la prensa y muchas las censura.
🔵 Almeida responde en directo en Telemadrid a madrileños a través de Skype.
La verdad es que es parecido. pic.twitter.com/xbMIgS4kCn
— Alberto Escribano (@AlbertoEscri) March 24, 2020
El sistema originalmente desarrollado para la rueda de prensa de Sánchez se extendió a otras comparecencias, como las de los ministros de autoridad competente durante el estado de alarma, como Sanidad, Interior o Transportes.
El mecanismo se extendió después a las comparecencias diarias de los técnicos y la Moncloa optó por incluir en ese grupo a todos los periodistas que lo solicitaran. El chat pasó así de los 30 originales a los 256 miembros que la aplicación pone como límite.
Cadena de desencuentros
Un elemento adicional, que ha generado la suspicacia de algunos periodistas es la ocurrencia previa de desencuentros de Pedro Sánchez con los periodistas. Por ejemplo, cuando anunció a su equipo de Gobierno tras las elecciones del 10 de noviembre, los periodistas no pudieron hacer preguntas.
Tampoco en la firma de su coalición con Podemos para formar Gobierno se permitió a los periodistas el acceso. En otra ocasión, en una rueda de prensa, solo aceptó dos preguntas.
Alternativas posibles
Los periodistas que tradicionalmente cubren La Moncloa afirman que hay alternativas para garantizar transparencia informativa. La actual fórmula del grupo de Whatsapp podría ser sustituida con otras aplicaciones, como Zoom.
Se trata de algo perfectamente factible. PP y Ciudadanos ya avanzaron en esa dirección. Los líderes de ambos partidos, Pablo Casado e Inés Arrimadas, se comunican por videconferencia con los periodistas que cubren sus conferencias de prensa. Este sistema permite preguntas en directo, es decir, sin «censura previa».
Además, esta plataforma limita el máximo de participantes a 50. Esto evita el excesivo tráfico que suponen los 256 miembros que pueden estar en un chat de WhatsApp.
Diferencias de estrategia
El sistema usado por Arrimadas y Casado contrasta con la estrategia de comunicación de la Presidencia de Gobierno, que permite a Pedro Sánchez tener una serie de preguntas filtradas antes de que salgan en pantalla.
En esta misma línea, Vox aplica el envío previo de preguntas y los voceros deciden cuáles responden. PSOE y Unidas Podemos eliminaron las apariciones públicas.
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