Por Ana Bedia
Pisó el acelerador hasta poner su coche a 200km/h por una vía interurbana -la carretera LE-473 (Pola de Gordón-Pantano de Luna)-, superando en 80 km/h la velocidad máxima permitida. Mientras cometía esta temeridad, grababa su infracción (captura del vídeo en la imagen inferior). Después, la compartió con los miembros del ciberespacio a través de una conocida red social. Y claro, el final de esta historia no es nada soprendente. El conductor, de 25 años de edad y residente en La Robla (León), ha sido imputado por un delito contra la Seguridad Vial, algo que le saldrá caro.
Este joven podría ser condenado a una pena de prisión de tres a seis meses, o una multa de seis a doce meses y trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un tiempo superior de uno a cuatro años.
Lamentablemente este no es un caso aislado y todos tienen un factor en común: se trata de conductores que han grabado sus temeridades al volante y que han decidido hacer alarde de ellas en las redes sociales. Estas son algunas de las infracciones más conocidas:
Un joven francés se graba conduciendo desde el asiento del copiloto por la AP7 en Barcelona y comparte su temeridad en una red social. Fue condenado en julio del año pasado a seis meses de cárcel y un año sin poder conducir.
Dos policías locales filman en 2013 sus bailes dentro del coche patrulla cuando estaban de servicio y su vídeo se convierte en fenómeno viral de Internet. El Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès (Barcelona) les suspendió seis meses como castigo.
Hace unos meses, un joven puso su vehículo a 240 km/h en Cuenca y, como en los casos anterioes, el vídeo con las imágenes de la infracción corrieron a una velocidad comparable con la que marcaba su cuentakilómetros por YouTube.
Este tipo de infractores no responden a un perfil concreto, según explica a Cambio16 el guardia Álvarez, de la Agrupación Tráfico. No obstante, cuenta que la mayoría son “varones de entre 20 y 30 años”.
Pese al impacto mediático de estos vídeos y que en la mayoría de los casos los infractores son detectados y procesados, se siguen registrando. Desde Tráfico, explican que suelen encontrar estos vídeos en grupos de motor de las redes sociales, donde se suelen comentar y compartir entre los usuarios.
El guardia Álvarez destaca que a raíz de la publicación de estos casos en los medios de comunicación, en estos grupos se alerta a los usuarios con mensajes del tipo: “Cuidado con lo que subís que lo pueden detectar”.
La mayoría de estos conductores con afán de protagonismo son pillados gracias a denuncias de ciudadanos, que se topan con estos vídeos en la Red y se los hacen llegar a los investigadores.
Desde la Agrupación de Tráfico explican que también están proliferando los conductores que cuentan con aparatos GPS que van grabando en tiempo real durante los trayectos y que cuando detectan una infracción, son esos mismos usuarios los que cortan los vídeos y se los hacen llegar.
Después entra en acción la labor de los investigadores, que analizando las imágenes localizan la matrícula o el lugar en el que se ha producido la infracción, claves para la posterior detención del conductor.