Estos últimos días han estado llenos de tensión en Estados Unidos. El país se encuentra en el ojo del huracán por los recientes acontecimientos en el Capitolio y la suspensión de la cuenta en Twitter del actual presidente Donald Trump. Cuando faltan nueve días para que deje su cargo, Trump revive la tensión con Cuba. Anunció que la isla regresa a la lista de Estados “patrocinadores de terrorismo”.
La noticia la dio el secretario de Estado Mike Pompeo. “El continúo apoyo de Cuba al terrorismo en el Hemisferio occidental debe detenerse. Hoy Estados Unidos está devolviendo a Cuba a la lista de Estados patrocinadores de terrorismo. Con esto responsabilizamos al régimen de Castro por su comportamiento maligno”, escribió el alto funcionario en su cuenta de Twitter.
El jefe de la diplomacia estadounidense justificó la medida «en el apoyo que brinda repetidamente La Habana a actos de terrorismo internacional al albergar a fugitivos estadounidenses y a dirigentes de grupos al margen de la ley de Colombia..
Cuba apoya la dictadura en Venezuela
Pompeo también citó el apoyo de seguridad de Cuba a Nicolás Maduro, cuyo régimen ha sido señalado de graves violaciones a los derechos humanos por la comunidad internacional. La Casa Blanca asegura que Cuba ayuda al dictador Maduro a mantener su control del poder y a crear «un ambiente permisivo para que los terroristas internacionales vivan y prosperen en Venezuela».
Con esta la medida, el Gobierno estadounidense envía un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional..
Respuesta de Cuba
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, condenó la medida y la tildó de «hipócrita y cínica», de «oportunismo político». Afirma que la lista no tiene legitimidad alguna y carece de una motivación genuina.
¿La decisión afecta al gobierno de Biden?
Con esta acción, el gobierno de Trump retrocede una vez más en el acercamiento entre Washington y La Habana, que propició Barack Obama sin que hubiese un compromiso alguno por parte de Raúl Castro. El deshielo solo fue de una parte. Cuba mantuvo su discurso antiestadounidense.
La Habana fue incorporada a la listas de patrocinadores de terrorismo en 1982 por proporcionar atención médica y asistencia política a integrantes de las FARC y de ETA. Desde que Trump llegó al poder en enero de 2017 intentó emparejar el «intercambio» y tomó medidas drásticas. Endureció las restricciones de los viajes y el envío de remesas de Estados Unidos hacia Cuba. También impuso sanciones por los envíos gratuitos de petróleo venezolano a la isla.
Durante su campaña electoral, Joe Biden afirmó, sin basamentos, que revertiría de inmediato las medidas de Trump que «han infligido daño al pueblo cubano y no han hecho nada para promover la democracia y los derechos humanos». La reciente medida de Trump podría dificultar que el nuevo presidente reanude las relaciones con el Gobierno cubano tan pronto como asuma el cargo.
¿Qué impacto tiene para Cuba?
La decisión de incluir a Cuba en la lista en la que solo están Corea del Norte, Irán y Siria podría traerle grandes consecuencias a la isla. Se le complicará la compra de armas y se le restringe la asistencia económica.
Además, la instituciones financieras tendrán otro motivo para evitar operaciones con Cuba. Las aseguradoras podrán suspender la cobertura de transacciones y operaciones. Y habrá más escrutinio en las operaciones con la isla, lo que resultará en que menos gobiernos y empresas querrán tener una relación comercial o política.
Cuba vuelve a la lista en un momento delicado de su economía
El 1 de enero entraron en vigor reformas económicas de gran impacto en Cuba. Una de ellas es la implantación de la moneda única, el peso cubano, a una tasa de cambio de 24 pesos por dólar. Hasta ahora, además del peso cubano, también circulaba el peso convertible, equivalente a un dólar estadounidense. Con la pandemia de la COVID-19, la destrucción de la economía venezolana, la economía cubana se ha contraído un 11% en la cifras oficiales, pero podría ser mucho más por el tremendo bajón que ha tenido el turismo en el mundo, la única actividad que genera divisas en la isla.
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