Si hay niñas que crecen con el sueño rosa de casarse de blanco, ese es un sueño roto —o nunca lo fue— para otras. El 30 de julio, Día Mundial de la Trata de Personas, se recuerda que el tráfico, en su mayoría, de niñas, mujeres, o de niñas a las que obligan a ser mujeres, son vendidas a hombres o familias, y es un mercado pujante enChina.
Antes de que siga leyendo, hagamos un ejercicio. Imagínese que es una mujer de países como Birmania, Laos o Tailandia. Los tres son considerados importantes mercados de trata de personas. También imagínese que es de Corea del Norte, donde hasta puede ir preso por solo cruzar la frontera de manera ilegal. A eso agréguele que puede ser víctima de violación, aborto, desnutrición e infanticidio en los centros de reclusión del país, una vez que lo repatrien forzosamente.
Todo es un engaño
Imagínese que forma parte de una etnia. Que se hunde en la pobreza. Que necesita salir a trabajar. Y que, además, quiere vivir en libertad, tal como les puede pasar a las norcoreanas. Imagínese, asimismo, que ve un aviso en Internet y que un gestor, digamos, un traficante, un proxeneta, un chulo la contacta, pero, claro, usted no sabe que lo es.
El asunto, para no hacer el cuento largo, es que le ofrece “un buen curro y una mejor pasta”. Así que usted se entusiasma y “se lanza al agua” o la lanzan, en caso de que, incluso, sea su propia familia.
Es el caso que, una vez que cruce la frontera, se encuentra con la sorpresa de que alguien la compró. Si antes vivía una pesadilla, no se imagine lo que viene.
Aumenta el “tráfico de novias” made in China
Desde hace tiempo se viene denunciando el mercado pujante de “trata de novias” en China, donde a los hombres les cuesta conseguir mujeres para casarse o la misma política de hijo único ha hecho que familias las compren para embarazarlas y que procreen.
La ONG Manos Unidas denunció, con motivo de este día internacional, que el negocio del “tráfico de novias” en China —o hacia China— es un mercado emergente en el sudeste asiático. Tanto es así que lo tilda del “mayor mercado de prostitución del mundo”.
Así, se calcula que hay 225.000 casos de trata desde 2003 a escala mundial. Sin embargo, esto se ha incrementado junto con el aumento del hambre y la pobreza.
Ambos detonantes, hambre y pobreza, afectan y exponen, sobre todo, a los más vulnerables que aún están en su país o a los que inmigran. De hecho, se calcula que en 2015 hubo un repunte de 25.000 casos contabilizados de trata; desde entonces no ha dejado de incrementarse.
“El tráfico de personas es —de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas— un grave delito y una grave violación de los derechos humanos. Cada año, miles de hombres, mujeres y niños caen en las manos de traficantes, en sus propios países y en el extranjero. Prácticamente todos los países del mundo están afectados por el tráfico, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas”.
El Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata indica que la trata es la captación, el transporte o la recepción de personas. Para ello, se recurre a la amenaza, al uso de la fuerza o a otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder.
La trata de personas
El fin es explotar a la persona y esa explotación comprende distintas formas: 1. Prostitución. 2. Trabajos o servicios forzados. 3. Esclavitud o prácticas análogas. 4. Servidumbre y extracción de órganos. 5. Mendicidad o matrimonio forzado. 6. Venta de niños a particulares, familias, o para que sean niños soldados.
A continuación, datos importantes de la ONU:
- Las mujeres representan el 49%, y las niñas el 23% de todas las víctimas de la trata.
- La explotación sexual es la forma más común de explotación, con el 59%. Le sigue el trabajo forzado con el 34%.
- La mayoría de las víctimas de la trata están dentro de sus países. Las que están en el extranjero se trasladan a los países más ricos.
En el caso de países como Birmania, Laos y Tailandia, las mujeres se enfrentan a la discriminación y la violencia. Son dos motivos poderosos que las empujan a buscar el sustento.
“Mujeres y niñas son las responsables de obtener los ingresos familiares, pues en numerosas ocasiones los hombres caen en el consumo de alcohol y drogas ilícitas. Además, el acceso a la educación y la salud es muy limitado, así como la disponibilidad de agua, electricidad e infraestructura básica”, informó una nota de prensa de Manos Unidas.
La política del hijo único
Las mujeres pobres, de minorías étnicas (en estas las niñas son obligadas a tener relaciones sexuales desde muy jóvenes), procedentes de familias desestructuradas o monoparentales, suelen verse obligadas a emigrar para trabajar como domésticas, en restaurantes y, sobre todo, en la prostitución.
A este caldo de cultivo se suma la política de hijo único que China ha tenido por décadas. Por tanto, hay un déficit de mujeres con respecto a hombres, lo que aumenta la presión de este país sobre los países fronterizos. Ello hace que cada vez más las mujeres sean vendidas a China para matrimonios forzados.
“Los hombres chinos pagan entre 10.000 y 20.000 dólares para traer al país a mujeres extranjeras”, afirmó Patricia Garrido, responsable de proyectos de Manos Unidas en el sudeste asiático.
Por si fuera poco, Manos Unidas citó un informe de la ONU sobre el hambre en el mundo, lo que repercute en estas mujeres y demás víctimas o posibles víctimas de trata.
De este modo, 690 millones de personas pasan hambre en este momento. Sin embargo, se cree que la COVID-19 pueda hacer que alrededor de 130 millones más sufran la misma situación para finales de 2020.
Este mismo problema afecta a las prostitutas de esos países asiáticos. También puede obligar a la prostitución online a otras mujeres, quienes corren el riesgo de ser captadas por traficantes.
El caso de mujeres birmanas
En marzo de 2019, otra ONG, Human Rights Watch, publicó que los gobiernos de Birmania y China habían fracasado en su labor de evitar la trata de mujeres y niñas de la etnia kachin como “novias” para familias en este último.
En ese entonces difundió un informe que lleva por título Danos un hijo y te dejaremos ir: el tráfico de “novias” de Kachin desde Birmania a China. El documento señala cómo los traficantes venden a mujeres y niñas de los estados Kachin y Shan. Ambos se encuentran en el norte de Birmania y limitan por el este con China. La idea es que sean esclavas en ese país.
“Sobrevivientes de la trata explicaron que personas de confianza, incluso miembros de su propia familia, les prometieron empleos en China. Pero que, en su lugar, las vendieron por el equivalente a entre 3.000 y 13.000 dólares a familias chinas. En China, por lo general, las encerraban en una habitación donde las violaban para que quedaran embarazadas”, apuntó una nota de prensa.
Heather Barr, codirectora del Departamento de Derechos de la Mujer y coautora del informe, afirmó que ambos gobiernos se hacían de la vista gorda en este caso y que los traficantes actúan a sus anchas en las dos fronteras.
Un problema creciente
Las sobrevivientes contaron que, por lo general, las familias chinas tenían más interés en tener un hijo que una “novia”.
Una vez que las mujeres y las niñas traficadas daban a luz, a veces podían escapar de sus captores. No obstante, esto solía pasar a costa de que tuviesen que dejar a su hijo y con pocas esperanzas de volverlo a ver.
Otros países de donde trafican «novias» para China son Camboya, Nepal, Pakistán, Vietnam y Corea del Norte.
Desde 1987 el porcentaje de mujeres de la población china ha disminuido constantemente. Por tanto, la brecha de género entre hombres y mujeres de entre 15 y 29 años de edad está aumentando.
De acuerdo con investigadores, China tiene entre 30 millones y 40 millones de “mujeres desaparecidas”. Es decir: hoy deberían estar vivas, pero no existen porque las familias tienden a preferir a los varones. Esto se ha visto impulsado por la política del hijo único desde 1979 hasta 2015.
Además de eso, están las continuas restricciones de China a los derechos reproductivos de las mujeres. Tal es el caso de los abortos forzados e implantación de dispositivos intrauterinos en mujeres de minorías étnicas musulmanas como las uigures.
Posición de España con respecto a la trata de personas
Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno, aseguró que ninguna persona puede ser presa de la trata y que ninguna sociedad lo puede tolerar.
“En pleno siglo XXI, la ONU aún tiene que señalar la fecha de hoy como el Día Mundial contra la Trata de Personas. Los seres humanos no pueden ser el objeto de ningún negocio, ninguna sociedad puede tolerarlo o mirar hacia otro lado. Nunca más”, dijo en Twitter.
En 2019, la trata de mujeres con fines de explotación sexual, asentada en España, y el proxenetismo fue una actividad lucrativa. De acuerdo con el medio Heraldo, que citó a la Fiscalía General del Estado, esta superó los 5.000.000 de euros diarios, la mayor parte en dinero negro.
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