Por Cambio16
22/11/2016
La asunción de Donald Trump a la presidencia de EEUU confirma cada día más que será un freno mayor al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), además de poner a prueba la eficacia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA).
En su anuncio difundido este martes a través de las redes sociales, el futuro inquilino de la Casa Blanca detalló una serie de medidas que, aseguró, serán ejecutadas «apenas asuma su mandato el 20 de enero». Entre esas medidas está una notificación de retiro del TPP, el cual calificó como «un desastre potencial para nuestro país».
Desde su campaña, Trump ha insistido en que rechazaría el TPP y la TTIP y que desde el primer día de su administración pediría a Canadá y a México renegociar el TLCAN, al que definió como el «peor acuerdo comercial de la historia». Cabe destacar que el anuncio del republicano se da luego de la visita de Barack Obama a la cumbre Asia-Pacífico celebrada este fin de semana en Lima (Perú) y en donde intentó calmar a los líderes de los países socios, que ya estaban preocupados por lo que Trump pudiera anunciar. Y no se equivocaron.
Precisiones
La diferencia radica en que el TPP y la TTIP aún no están en vigor ni han sido ratificados por el Congreso de EEUU, mientras el TLCAN está vigente desde 1994. El TPP es un tratado de libre comercio aprobado en febrero por 12 países de la cuenca del Pacífico, Chile, Singapur, Nueva Zelanda, Brunei, EEUU, Canadá, México, Australia, Perú, Japón, Malasia y Vietnam, que representan el 25% de las exportaciones globales y el 37% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
El objetivo de EEUU, que se sumó en 2008 a un TPP que existía desde 2006 entre cuatro países, se basa en crear un bloque regional para proyectarse en Asia-Pacífico y así frenar la influencia de China. El acuerdo, negociado en secreto, concentraría el 40% de la economía mundial y abarcaría sectores como la educación, los servicios de Internet, el ambiente y la salud, beneficiando, por ejemplo a las grandes empresas farmacéuticas.
Los partidarios del TPP creen que impulsaría el crecimiento económico y la creación de empleo, mientras sus críticos aseguran que afectaría a la soberanía nacional, disminuyendo la protección social y ambiental y dando más poder a las trasnacionales para demandar a los gobiernos.
«El TPP es otro desastre empujado por intereses particulares que quieren violar nuestro país, solo una violación continua de nuestro país», dijo Trump en un mitin de campaña en Ohio (noreste), en junio.
La TTIP, por su parte, es un tratado gemelo pero entre la Unión Europea y EEUU, sobre la cual Trump no ha hecho declaraciones específicas. Se trata del mayor acuerdo de libre comercio del mundo, ya que concentraría el 60% del PIB mundial y el 75% del comercio global, afectando también a casi todos los sectores de la economía.