Las Naciones Unidas y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja piden a los gobiernos e iniciativas privadas que se desarrolle una “vacuna del pueblo”, que llegue a todos en forma gratuita, contra la COVID-19. Exigen unir esfuerzos para desarrollar, probar y ampliar la producción de test diagnósticos y, por supuesto tratamientos efectivos, de calidad y asequibles.
La COVID-19 es una enfermedad que afecta a todos por igual, pero con un impacto desproporcionado en los grupos e individuos más vulnerables. En los países con grandes precariedades en los sistema de salud el impacto es demoledor.
Advierten que mientras se trata de identificar las herramientas más efectivas para combatir el virus debe prevalecer el espíritu de solidaridad global. «Nadie debe quedar atrás”, recalcaron.
Manifestaron que la vacuna del pueblo debería proteger tanto a los ricos en las ciudades como los pobres en las comunidades rurales. A los ancianos en casa hogares y a los jóvenes en los campamentos de refugiados. Un contrato social global para la vacuna del pueblo es un imperativo moral de la comunidad global,
Unidad para hallar “vacuna del pueblo”
El gobierno británico promovió la cumbre mundial de la Alianza para la Vacuna. El primer ministro Boris Johnson emplazó a las empresas y gobiernos a una “nueva era de cooperación mundial” en asuntos sanitarios para afrontar de manera más eficiente la pandemia del coronavirus. En en encuentro lograron recaudar 8.800 millones de dólares que se utilizados en la vacunación 300 millones de niños contra enfermedades como malaria, neumonía y el virus del papiloma humano.
La Unicef declaró que la COVID-19 ha alterado la prestación de los servicios de inmunización en 68 países, tanto ricos como pobres. Y coloca a unos 80 millones de niños menores de 1 año en peligro de contraer enfermedades como la difteria, el sarampión y la poliomielitis.
“No podemos cambiar un brote mortal por otro. No podemos permitirnos perder décadas de logros en materia de salud”, dijo la directora ejecutiva, Henrietta Fore.
En la cumbre GAVI también se anunció un mecanismo para permitir a los países en vías de desarrollo obtener cualquier vacuna efectiva contra el COVID-19 cuando esté disponible. Espera recaudar otros 2.000 millones de dólares con ese fin.
Sin embargo, los expertos señalaron que los países clamarán por vacunas. Y eso puede hacer que los esfuerzos para una distribución equitativa sean extremadamente desordenados. Los países acaudalados muy probablemente tratarán de abrirse camino al frente de la fila y dejarán a los países pobres al final. «Un gran problema», indicó Jimmy Whitworth, profesor de Salud Pública en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Alcanzar la inmunidad colectiva
El multimillonario estadounidense Bill Gates, cuya fundación es muy activa en la investigación de vacunas, djo que es fundamental que el mayor número de personas tenga acceso a la vacuna en cuanto se encuentre.
“Estas compañías lo hacen para ayudar al mundo, no porque crean que puedan obtener beneficios de una vacuna, sino porque saben que es un bien público”, comentó
Gates consideró perturbador que haya tantas teorías conspiratorias en las redes sociales, no solo frente a la vacuna contra la COVID-19, sino en general sobre las vacunas: “Cuando tengamos una vacuna, queremos desarrollar la inmunidad colectiva. Para ello hay que asegurarse de que se administra a más del 80% de la población mundial».
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