Desde su fundación, en 1863, Cruz Roja siempre ha procurado estar en todas partes aportando soluciones y respuestas integrales y agiles que aumentan las capacidades de las personas y su autonomía personal, adaptándose a las necesidades cambiantes y crecientes de la población.
El propósito siempre ha sido poner a las personas en el centro de la solidaridad y la ayuda humanitaria, sobre todo en situaciones de emergencia y vulnerabilidad. Con los desafíos que hoy aborda la humanidad, como el cambio climático, la organización se ha fortalecido y evidencia una imagen más coherente y consistente que alcanza a más y más jóvenes audiencias.
Una Cruz Roja altamente digitalizada y con capacidad para anticiparse, con una mayor base social y el mayor número de personas voluntarias de su historia, multiplica su presencia en la sociedad para construir un mundo más humano, justo y regenerativo.
La nueva presidenta, María del Mar Pageo, nacida en Almería en 1961, es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada, y especialista en Geriatría y Gerontología. Es medica del Servicio Andaluz de Salud desde 1986, y hasta la fecha ocupaba la vicepresidencia primera de Cruz Roja Española, así como la presidencia de la Comisión de Genero e Igualdad de Cruz Roja, y la presidencia del Comité Autonómico de Cruz Roja en Andalucía.
Asume la presidencia de Cruz Roja en una coyuntura que ha acentuado la vulnerabilidad de las personas frente a una crisis económica agravada por la incertidumbre geopolítica global. Hay cada vez más demanda de ayuda y menos medios para actuar. ¿Cuáles serán sus prioridades para hacer frente a este desafío?
En Cruz Roja realizamos centenares de proyectos adaptados a cada necesidad y a cada persona. Así ha sido siempre y nuestra filosofía no cambia: buscar y adecuar los recursos que hagan falta para paliar esas necesidades. Es cierto que cada vez hay mas demanda, pero también mucha solidaridad de voluntarios y voluntarias que empatizan con los problemas de los demás y se vuelcan para cambiar sus realidades.
AYUDA DIRECTA. El 70% de las personas que piden hoy ayuda a Cruz Roja son mujeres. Entre las más de 61.000 ayudas entregadas, destacan productos alimentarios (más de 10.700) o de higiene (2.843), sanitarios (1.771) y vestuario (1.562); y económicas (más de 17.587) para coberturas de primera necesidad, pagos de recibos de suministros, vivienda, transporte o ayudas educativas y formativas.
Es muy difícil que priorice solo algunos proyectos porque, para una persona que está en la llamada «España despoblada», su mayor necesidad quizá es tener acceso a la sanidad; mientras que para otra persona puede ser dar de comer a sus hijos y, en paralelo, una mujer víctima de violencia de genero puede vivir en una vivienda acomodada de una gran ciudad, pero precisamente necesita salir de esa situación.
Todas y cada una de estas realidades hay que abordarlas con la misma importancia. Es cierto que la pandemia ha dejado más vulnerabilidad. El Plan Cruz Roja Reacciona viene a cubrir las necesidades derivadas de la pandemia, el cambio climático o el conflicto de Ucrania, entre otros. La actuación de Cruz Roja en los próximos cuatro años va a estar basada en cuatro líneas estratégicas:
Una Cruz Roja que trabaja por las personas
Cruz Roja es un movimiento de personas para las personas, es la razón de ser de la institución, que va a seguir centrada en reducir la vulnerabilidad. Esta línea estratégica de actuación exige intervenciones encaminadas a mejorar las condiciones de vida de las personas, y, dentro de ella, se encuentra la actividad de seis áreas de Cruz Roja:
- Socorros. Para que las personas superen las situaciones agudas o crónicas que ponen en peligro sus vidas. l
- Inclusión social. Ayudan a las personas en riesgo de pobreza, exclusión social y vulnerabilidad para que tengan los recursos para participar en la vida económica, social y cultural de la sociedad en la que viven.
- Empleo. Apoyan a las personas que se encuentran en situación de desventaja laboral para que puedan integrarse en igualdad de oportunidades y de trato.
- Salud. Ayudan a las personas a mejorar la gestión de su salud y a adoptar estilos de vida más saludables.
- Educación. Promueven la igualdad de oportunidades y la participación activa y contribuyen a la lucha contra la discriminación.
- Medio ambiente. Acción en el medio ambiente como factor global, de inclusión y mejora de la calidad de vida.
Una Cruz Roja que trabaja por las causas
Esta segunda línea estratégica no actúa ante situaciones concretas, sino que pretende mejorar el mundo en el que nos movemos y transformar la sociedad. Cruz Roja busca construir entornos seguros, inclusivos, saludables y sostenibles. El objetivo es trabajar con las personas, sus entornos y el medio ambiente con una intención transformadora con el fin de eliminar los obstáculos, causas y barreras que perpetúan las situaciones de vulnerabilidad, discriminación y desigualdad en sus diferentes formas. En este contexto, la organización centra los esfuerzos en tres ejes: luchar contra el cambio climático, lograr un entorno de no discriminación y trabajar por la igualdad de oportunidades.
Una Cruz Roja que trabaja por la base social
La tercera línea estratégica se dirige a movilizar a la sociedad para que contribuya a ayudar a todas las personas en situación de vulnerabilidad. Cruz Roja tiene la experiencia, el conocimiento y la capacidad para aunar esfuerzos y voluntades, y para construir una red de colaboración en la que cada esfuerzo se aprovecha y se optimiza. El objetivo es movilizar a la sociedad a través de la base social (voluntariado, socios, empresas colaboradoras) en las diferentes formas y dimensiones de la vulnerabilidad y discriminación, estableciendo alianzas y sinergias con los diferentes poderes públicos y entidades privadas.
Una Cruz Roja que trabaja por la formación, el talento y la transparencia
La cuarta línea estratégica tiene que ver con el propio funcionamiento del movimiento, que busca la máxima eficacia y el mayor alcance posible, siempre trabajando en un proceso de mejora continua, aprovechamiento del talento y optimización de los recursos. Y, además, se debe actuar rindiendo cuentas a la sociedad con transparencia.
La transformación está basada en desarrollar las capacidades de la organización, en la innovación y en la digitalización. El talento también debe jugar un papel primordial pues hay que poner a disposición de la organización las mejores capacidades de las personas que forman parte de la misma. En cuanto a la transparencia, se trata de una actitud irrenunciable: responsabilidad social, buen gobierno, analítica y gestión basada en datos, gestión del conocimiento y evaluación del impacto, control y buena gestión de los recursos económicos.
A los movimientos migratorios ocasionados por el hambre, la guerra y los refugiados políticos, se unen ahora los desplazados por el cambio climático. ¿No tendrían que hacer más los Estados y organismos supranacionales para evitar tragedias como las que se registran en el Mediterráneo?
Recientemente, el secretario general de Naciones Unidas, en su informe anual sobre protección de civiles en los conflictos armados, ha dado unas cifras escalofriantes sobre el triste fenómeno de los desplazamientos forzosos como consecuencia de los conflictos armados y otras situaciones de violencia, superándose en 2022 la cifra de más de 100 millones de personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares y comunidades para proteger sus vidas.
Indudablemente, los Estados podrían hacer mucho más de lo que hacen. Por un lado, cumplir las normas que regulan la protección de las víctimas en los conflictos armados (el Derecho Internacional Humanitario) para que la población civil y los bienes civiles no sean los principales damnificados de estas situaciones de violencia. Por otro, poner en marcha políticas públicas para luchar contra el cambio climático, reduciendo sustancialmente la emisión de gases de efecto invernadero y, finalmente, cumplir con los distintos instrumentos jurídicos internacionales para la protección de los refugiados y de los desplazados internos.
Cruz Roja es una institución auxiliar de los poderes públicos en el ámbito humanitario. ¿No cree que esa colaboración debe ejercerse desde la responsabilidad y desde la reivindicación ante la posible dejación de las administraciones? ¿A eso se refiere cuando habla de diplomacia humanitaria?
Para nuestra institución, la diplomacia humanitaria no es una posibilidad sino una responsabilidad que dimana del acceso privilegiado a las autoridades del que disfrutan las Sociedades Nacionales como auxiliares de los poderes públicos en el ámbito humanitario. Esta responsabilidad debe ser ejercida de conformidad con nuestro mandato humanitario y con pleno respeto a nuestros Principios Fundamentales. Es una herramienta dirigida a convencer y persuadir a los responsables políticos de la toma de decisiones y a los líderes de opinión para que actúen, en todo momento, en beneficio de las personas vulnerables, con pleno respeto a los principios humanitarios.
La nueva etapa va a incidir en la desinstitucionalización de la atención a las personas. ¿De qué forma?
El riesgo de institucionalización de las personas afecta a mayores, infancia o mujeres víctimas de violencia de género. Desde Cruz Roja abogamos por construir una sociedad transformadora que cuide a las personas y permita que las personas mayores tengan una vida autónoma.
En el contexto europeo se está replanteando el sistema de cuidados existente. Se buscan alternativas al modelo de institucionalización por su carácter asistencial y segregador, por la despersonalización que implica y por su rigidez, entre otros factores.
Durante la pandemia, todos hemos visto muy de cerca las consecuencias del sistema actual, especialmente en relación a las personas mayores, pero el riesgo de institucionalización también afecta a niños y jóvenes bajo el sistema de protección, a mujeres víctimas de violencia de género, a personas con problemas de salud mental o a personas sin hogar.
En ocasiones, la institucionalización provoca sentimientos de desarraigo, tristeza, abandono o pérdida de control sobre la propia vida. Estos sentimientos, ya de por sí preocupantes, tienen consecuencias aún más graves en el caso de las personas socialmente aisladas, así como en aquellas que sufren una soledad no deseada.
Cambiar el modelo de cuidados implica repensar el modelo de sociedad, entender que el bienestar individual y colectivo están estrechamente vinculados y son interdependientes. Debemos dirigir nuestra mirada hacia la búsqueda de un nuevo modelo de cuidados, y este solo puede construirse sobre un sistema fuerte de servicios públicos y apoyo comunitario centrado en las personas.
El acompañamiento, los cuidados, la implicación de la ciudadanía son algo consustancial a Cruz Roja; aquí sí que estamos en primera línea y las iniciativas para luchar contra la soledad, prevenir el aislamiento u ofrecer alternativas a la institucionalización son objetivos que impulsaremos decididamente desde la intervención, pero también desde la sensibilización y la educación. Tenemos que actuar y abogar por construir una sociedad transformadora, que cuida y que no deja a nadie atrás.
En esta línea, Cruz Roja ha puesto en marcha el proyecto CRECE: un gran reto para la Organización, que pretende validar e instalar un nuevo modelo de intervención y cuidados de larga duración que sea transferible a otras entidades y a las políticas públicas del sector. Se está desarrollando en 51 localidades de 15 provincias, y se extenderá hasta diciembre de 2024 con el compromiso de intervenir con 2.730 personas.
CRECE supone la oportunidad de diseñar y testar respuestas tecnológicas que ayuden a paliar situaciones de soledad no deseada, reforzando la intervención directa que se realiza con cada persona. El proyecto incluye también una investigación en materia de soledad no deseada y contará con una evaluación externa que permitirá conocer el impacto real del proyecto en la vida de las personas.
El riesgo de institucionalización no sólo afecta a los proyectos en los que se atiende a personas mayores, sino cada vez más a la infancia o mujeres víctimas de violencia de género, cuando lo ideal es que las personas desarrollen su ciclo vital en su entorno habitual. Para mantener a las personas en su entorno, también utilizamos la tecnología como herramienta que les permita desarrollar su actividad diaria con independencia y autonomía, lo que nos ayuda en el retraso de la institucionalización.
CAMBIO CLIMÁTICO. A los conflictos armados y otras situaciones de violencia, hay que sumar los desplazamientos como consecuencia del cambio climático. La escasez de recursos naturales –como el agua potable– va en aumento. El ganado y los cultivos luchan por sobrevivir en zonas cada vez más áridas y secas. ACNUR estima que cada año más de 20 millones de personas deben abandonar su hogar debido a los peligros que causan la creciente intensidad y frecuencia de eventos climáticos extremos (como lluvias inusualmente fuertes, sequías prolongadas, desertificación, degradación ambiental, ciclones o aumento del nivel del mar).
DIPLOMACIA La diplomacia humanitaria ha estado presente en Cruz Roja desde sus orígenes, cuando su fundador, Henry Dunant, fue capaz de promover una Conferencia Diplomática en 1864 en la que los Estados adoptaron el I Convenio de Ginebra para proteger a las víctimas de la guerra. Desde entonces, se aplicar esta herramienta en todos los niveles en los que actúa Cruz Roja. A nivel internacional, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja se reúne con los Estados Parte de los Convenios de Ginebra (196) para debatir y adoptar acuerdos humanitarios. En los niveles nacional y local, nos permite estructurar cómo influimos o incidimos en las decisiones o políticas que afectan a las personas para las que trabajamos.
Usted es especialista en Geriatría y Gerontología y conoce cómo envejece la población, especialmente en países como España, donde el proceso es muy difícil de revertir. ¿Cómo abordar este problema que convierte en epidemia situaciones de soledad, abandono y discriminación?
Debemos reconocer la valía de las personas mayores, y evitar estigmatizar su figura como una carga y un gasto en la sociedad; trabajar con ellas me ha permitido conocer sus necesidades de primera mano y las de su familia, su entorno y hasta a sus cuidadores. Pero también te permite ver el inmenso potencial que tienen, las ganas de vivir, su sabiduría, su visión histórica, lo que significan dentro de una familia… Sin duda, mucho más que una ‘carga’ y un gasto social, que es como desgraciadamente muchas veces se les ve.
Soledad, abandono y discriminación no son sus únicos problemas. Existe el maltrato (el psicológico directo y evidente, el físico y el que el perpetrador ni siquiera considera maltrato, como cuando se subestiman las capacidades de una persona mayor y se usan expresiones como “déjame a mí, que tú no sabes” o “ya no tienes edad para eso”); existe la institucionalización; la falta de recursos y cómo se hacen cargo de gastos de vivienda de hijos y nietos; barreras de movilidad, etc. Por eso, es necesario trabajar de manera personalizada e individualizada, como lleva Cruz Roja haciéndolo desde hace más de 40 años, ya que se trata de un colectivo nada homogéneo en cuanto a las vulnerabilidades que les afecta.
El papel de Cruz Roja es de especial relevancia ya que es un colectivo en constante crecimiento, e incluso con un crecimiento exponencial que especialmente se ve afectado por tres factores: vulnerabilidades relacionadas con la salud, con las relaciones sociales y con su autonomía. Relacionadas con su atención es importante destacar también el papel de las personas cuidadoras, con quienes también se trabaja no sólo la atención a las personas que cuidan, sino su propio bienestar y atención.
Para los próximos años, Cruz Roja va poner especial acento en los derechos de las personas mayores, por lo que cobran especial importancia campañas como la de Buen Trato; incorporar la perspectiva de derechos de las personas mayores de forma transversal en todas las áreas de Cruz Roja es un cambio importante que considera a las personas mayores sujetos activos/participativos en derechos y en el cambio social, con el compromiso de desarrollar el envejecimiento saludable, la cultura de la experiencia, el buen trato, evitando la soledad, el edadismo y la brecha digital.
En este plano, el proyecto piloto Reforzando Vínculos (con financiación europea) desarrolla acciones de impacto comunitarias para prevenir la institucionalización de la persona, lo que mejorará en la acción diaria de Cruz Roja, que busca seguir adaptando su atención de la mejor manera a las necesidades crecientes con las mejores condiciones para el usuario.
Aunque la brecha digital se acentúa en las personas mayores, la tecnología es una gran aliada de este colectivo: da soporte con dispositivos que les permiten mantenerse activos o estar comunicados. Nuestro asistente de voz para Alexa (Amazon) reduce la brecha digital ya que todo lo que el usuario quiere sólo tiene que verbalizarlo, lo que mejora la experiencia frente a dispositivos complejos.
La soledad también asola a la juventud. Nunca antes se habían registrado tantos casos de suicidio. ¿Cómo educar a las nuevas generaciones en hábitos de vida saludable?
La juventud afronta muchos problemas, y no es sólo el suicidio; desde el bullying a la precariedad, la soledad, la explotación o las dificultades educativas que se encuentran son algunos de ellos. Los jóvenes son un actor proactivo dentro de Cruz Roja, pero también un colectivo de atención prioritario. El contexto actual genera en los jóvenes atendidos por Cruz Roja, cuyo número se ha duplicado a raíz de la pandemia, un círculo de precariedad, explotación laboral, dificultad para formarse y cualificarse y, por ende, para emanciparse, que da lugar a niveles elevados de inseguridad.
La incidencia en competencias para la vida, el empleo y la educación en un contexto de digitalización, así como el fomento de su participación social son un imperativo para Cruz Roja. Trabajamos para crear oportunidades de futuro, fomentar su esperanza y desarrollar proyectos en las materias que más les interesan y preocupan.
La juventud ha sufrido ya dos crisis económicas, una pandemia, una crisis energética, la inflación y una guerra que afecta a todo el mundo, pero esta generación es solidaria y está concienciada con un planeta más sano y una sociedad más justa. Del mismo modo, los jóvenes se interesan por atender a las personas en situaciones de emergencia, a la infancia a través de la promoción del éxito escolar o el cuidado de los niños hospitalizados, etc.
CRUZ ROJA TE ESCUCHA. A través de Te Escucha, Cruz Roja tiene muy en cuenta el cuidado de la salud emocional de los jóvenes, ya que problemas como la soledad no deseada pueden cronificarse o derivar en otras vulnerabilidades; igualmente su inserción laboral es prioritaria con proyectos de primeras oportunidades o reforzando sus capacidades, para lo que el campus online y offline de formación se torna imprescindible como complemento a su capacitación.
¿La emergencia climática va a exigir nuevas respuestas y un cambio en el modelo de solidaridad?
La emergencia climática representa uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo y requiere respuestas significativas. Cruz Roja reconoce la necesidad de adaptarse a esta realidad y ha asumido un compromiso activo con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
La respuesta de Cruz Roja a la emergencia climática se basa en dos pilares fundamentales: la mitigación y la adaptación. Por un lado, la mitigación implica trabajar en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento global. Esto se puede lograr a través de medidas como la eficiencia energética, el uso de energías renovables, la gestión sostenible de los recursos naturales y la promoción de prácticas y estilos de vida sostenibles.
Por otro lado, la adaptación se refiere a la capacidad de las comunidades y las personas para enfrentar y adaptarse a los impactos del cambio climático. Esto implica fortalecer la resiliencia de las comunidades, mejorar la gestión de riesgos y desastres, promover la seguridad alimentaria e hídrica, proteger y restaurar los ecosistemas, y garantizar la inclusión y el acceso equitativo a los recursos y servicios para hacer frente a los desafíos climáticos.
Cruz Roja también trabaja en la sensibilización y la educación de la población sobre la importancia de la emergencia climática y la necesidad de tomar medidas. A través de programas de educación ambiental, campañas de concienciación y formación, se busca fomentar una mayor comprensión de los problemas ambientales y promover cambios de comportamiento hacia prácticas sostenibles.
Además, colaboramos con otras organizaciones, gobiernos, instituciones y comunidades para impulsar soluciones conjuntas y promover políticas y acciones a nivel global. A través de su red de voluntariado y su presencia en diferentes países, Cruz Roja desempeña un papel crucial en la respuesta a los desastres relacionados con el clima, brindando ayuda humanitaria, apoyo psicosocial y servicios de recuperación a las personas afectadas.
En 2030 Cruz Roja será climáticamente neutra. ¿Cómo compensará sus emisiones? ¿Se van a potenciar las alianzas con organizaciones como LIBERA, Ecoembes o SEOBirdLife?
El cambio climático no sólo es una amenaza para el futuro de nuestro planeta, sino que ya está generando crisis humanitarias en todo el mundo. Por eso, desde Cruz Roja hacemos un llamamiento urgente a la acción para salvar vidas. La estrategia de Medio Ambiente de Cruz Roja sigue tres pasos: calcular nuestras emisiones, reducirlas al mínimo y compensar lo que no podamos reducir a través de dos proyectos: el desarrollo de acciones de mitigación del cambio climático y la pobreza energética, con familias en situación de vulnerabilidad que son las que más lo sufren; y mediante proyectos de absorción de emisiones con iniciativas de reforestación.
Además de la compensación de la huella de carbono, Cruz Roja lleva estas reforestaciones a un nivel más alto de impacto en la sociedad. Busca la recuperación de la biodiversidad, promoviendo la supervivencia de animales y el asentamiento de las especies autóctonas desaparecidas en la zona; fomenta el empleo verde, favoreciendo el asentamiento de población en zonas despobladas; promueve la recuperación de espacios tradicionales, como sendas, coladas o cañadas, que también absorben el CO2, lo que mejora la respiración, reduce el efecto invernadero y evita desastres naturales provocados por la desertización del suelo; crea entornos más saludables; genera conocimiento ligado a las experiencias locales.
Los bosques, los animales y las plantas son un conjunto de sabiduría a valorar en el entorno a cualquier edad, así se promueve la endoculturación o cultura local, se fomentan los espacios de intercambio intergeneracional de conocimiento y se favorecen las relaciones interpersonales; impulsa el ecoturismo y crea agentes de cambio en la lucha contra el cambio climático.
Se necesitan medidas urgentes tanto para reducir el creciente calentamiento como para afrontar mejor los riesgos cada vez mayores de fenómenos extremos que este calentamiento ya está produciendo. Por todo ello, se hace un llamamiento mundial para asegurarnos que nos centramos en las personas y los entornos más vulnerables, para aumentar la financiación para la adaptación y resiliencia, para el fortalecimiento de leyes y políticas climáticas y compromisos globales en acciones prácticas, para permitir y promover un acción más anticipada y temprana que también reduzca el impacto de las perturbaciones climáticas, y para promover la sostenibilidad.
SER MEJORES
Como entidad referente humanitaria, invitamos a hacer de una determinada manera las cosas, por encima de lo que normalmente divide a las personas, y con un propósito común: el de ‘Ser mejores’, como reza nuestro claim:
- Si actuamos bajo el principio de humanidad, si no discriminamos… somos mejores personas, mejor sociedad.
- Si actuamos bajo el principio de imparcialidad, neutralidad, independencia… somos mejores personas, mejor sociedad
- Si actuamos desinteresadamente, si voluntariamos… somos mejores personas, mejor sociedad
- Si nos aliamos para alcanzar un logro mayor… somos mejores personas, mejor sociedad.
Desde 1986 ejerce como voluntaria. Una de las premisas de actuación de Cruz Roja es ampliar la base social, movilizar a los ciudadanos. ¿Cómo impulsar el compromiso de la sociedad con los más desfavorecidos?
Una vez que te unes al voluntariado, creces personalmente, entonces es muy fácil vincularse a esta experiencia en la que, además, creas vínculos con otras personas. Y son muy fuertes. Estoy segura de que, si la gente supiera el bienestar que aporta comprender que un pequeño gesto suyo puede cambiar la vida de una persona, lo harían sin dudar.
Sin embargo, el día a día, los compromisos personales diarios, el estrés, y la falta de tiempo que nos ocasiona el trabajo o la conciliación familiar, en muchos casos hace que la gente no se lo plantee, o crea no esto “no es para ellos”, o no podrían asumirlo.
Nada más lejos de la realidad, porque cada persona escoge la actividad que más le gusta, y participa el tiempo que considera oportuno, y este siempre va en aumento cuando lo prueban. No obstante, en materia de voluntariado, los retos que se nos presentan y los cambios que queremos hacer están relacionados con:
- El voluntariado joven, que se pueda incorporar a partir de los 12 años.
- La incorporación de voluntariado espontáneo/convergente: operaciones como la pandemia, Antígona o Ucrania nos han hecho aprender que la población en situaciones excepcionales se ofrece a ayudar, y queremos aprovechar ese potencial, que hasta la fecha no se tenía en cuenta. La vocación de Cruz Roja es canalizar la solidaridad de la población en cualquier forma que se exprese, con organización para hacer esa ayuda eficaz y efectiva.
- Habrá un sentido más aperturista para el alta del voluntariado: podrá ser online, sólo puntual, y una de las cosas más importantes, basándose en ofertas de personas ajenas a la organización se crearán actividades voluntarias, es decir, una persona experta en terapia con perros (un proyecto que no tiene Cruz Roja) se podrá ofrecer para dar sesiones en nuestros proyectos, por ejemplo, y contará como voluntariado dentro de Cruz Roja.
- Se buscará que el voluntariado espontáneo y sin formación especializada en emergencias pueda sumarse a operaciones concretas en las que se considere viable: por ejemplo, sacar agua, limpieza o traslado de muebles, búsqueda de desaparecidos… El objetivo es que se registren a través de una app en el móvil con el que controlar toda la actividad.
- La participación voluntaria en los órganos de gobierno: que no sólo vengan por la actividad, sino que se involucren y se queden también en la toma de decisiones.
- El microemprendimiento: un proyecto piloto que tenga un enfoque comunitario podrá contar con el apoyo de Cruz Roja, especialmente todos aquellos relacionados con la atención a colectivos vulnerables.
- Seguir ejerciendo el liderazgo de voluntariado en el mundo: somos referencia en España como organización voluntaria mejor valorada, y a nivel internacional seguimos ejerciendo el liderazgo en políticas de voluntariado.
¿De qué forma la tecnología y la digitalización van a fortalecer la manera de actuar de quienes siempre se han distinguido por estar cerca y ser los primeros?
La tecnología y la digitalización se suman al aspecto humano de la atención de Cruz Roja. Sin duda, nos apoya, nos sirve en muchas ocasiones de canal para comunicarnos o ser más eficaces o eficientes, pero también la utilizamos y la potenciamos para que esté al servicio de las personas, y en esos fuimos pioneros desde que se creó la Teleasistencia. Para ello, tenemos dos líneas de trabajo principales para los próximos años.
Por un lado, el internet de las cosas, que democratiza los servicios sin necesitar tecnología adicional a la que ya existen en los hogares; es decir, sin más “aparatos”. Con los dispositivos que ya tenemos en casa se busca dar más y mejor asistencia a las personas que viven solas. Por otra, la Inteligencia artificial: ya se ha hecho la skill para Alexa; se utiliza robótica y, ahora, queremos extraer los elementos más útiles en las personas con brecha digital para incorporarlos a dispositivos que puedan usar, de tal manera que puedan gobernar con su voz todo lo que puedan necesitar. Además, los datos que recogen el uso de estos dispositivos, se tratarían y trabajarían para tener un conocimiento y políticas que ayuden a las personas.
¿La apuesta por la innovación, el talento, el buen gobierno y la transparencia va a afectar también al funcionamiento interno de la entidad?
Sin duda. Es clave para la evolución y crecimiento de Cruz Roja, que siempre debe estar en constante avance y adaptación, como la sociedad. Aprovechar el talento, apostar por la innovación o rendir cuentas son imprescindibles.
La transformación está también basada en desarrollar las capacidades de la organización, en la innovación y en la digitalización. El talento también debe jugar un papel primordial, hay que poner a disposición de la organización las mejores capacidades de las personas que forman parte de la misma. En cuanto a la transparencia, se trata de una actitud irrenunciable: responsabilidad social, buen gobierno, analítica y gestión basada en datos, gestión del conocimiento y evaluación del impacto, control y buena gestión de los recursos económicos…
Cruz Roja ha diseñado una estrategia específica para mitigar los efectos de la despoblación. ¿En qué consiste el Reto 1.213?
Es una preocupación de Cruz Roja la situación de vulnerabilidad que sufren las personas que viven en zonas despobladas en España. A finales de 2020, se presentó el Informe de Vulnerabilidad Social en el contexto de la España Despoblada.
ESPAÑA VACIADA
Cruz Roja ha establecido cinco objetivos de trabajo: la mejora de las competencias, el acceso a los derechos sociales, la mejora de las condiciones de habitabilidad de los hogares, el acceso a un empleo digno y la mejora de la salud. Con 41 indicadores, se podrá medir y demostrar la trazabilidad de la intervención y su impacto. Y en base a eso, se ha establecido un catálogo de 144 respuestas basadas en las necesidades de las personas, del entorno o de los proyectos a desarrollar. Esta muestra está diseñada para resolver las necesidades de la manera más oportuna, y son de diferente naturaleza: algunas han sido pensadas para municipios de menos de 100 habitantes, y otras destacan por su carácter innovador.
El voluntariado se volverá clave para la acción, como en toda actividad promovida por Cruz Roja: su integración en la actividad debe ser total y es un valor diferencial; la presencia territorial de Cruz Roja asegura la máxima capilaridad en el territorio y la capacidad de actuar allí donde se necesita. Junto a la proximidad para identificar las necesidades del entorno, la acción directa y la disposición de recursos compartidos, se pretende garantizar el funcionamiento de esta estrategia como un verdadero sistema.
A raíz del análisis de los datos de ese estudio, no embarcamos en el diseño de una estrategia de respuesta específica para mitigar los efectos de la despoblación, con el compromiso de aproximarnos a las personas que habitan los municipios con menor población. Reforzando su intervención, trabajando por el empoderamiento y autonomía y con el conjunto de la comunidad con el fin de mejorar la calidad de vida y promover el acceso a sus derechos en condiciones de igualdad.
Dentro de la España Despoblada, concretamente en los municipios con menos de 100 habitantes (de los que hay 1.213), la situación de vulnerabilidad se ve considerablemente aumentada, viéndose mermada cada día más su capacidad de acceso a recursos y derechos por la despoblación y dispersión geográfica que les afecta.
El capital humano incalculable de Cruz Roja y su capacidad de movilización puede hacer con su nueva estrategia –Reto 1213– que la ayuda llegue incluso a entornos de difícil acceso. Así, se amplía la extensión de la intervención de Cruz Roja al 100% de los municipios despoblados, se abarca una cobertura de acción de, al menos, el 5% de la población, se duplica el número de respuestas ofrecidas y se involucra a más de 2.000 personas voluntarias.
Este ‘Reto 1213’ va más allá de realizar una intervención directa con las personas, entregar materiales o ayudas económicas, lo que se busca es fortalecer la capacidad de la sociedad, involucrando a sus habitantes en la solución de sus problemas facilitándoles si fuera necesario recursos que estén a disposición de toda la comunidad, acompañándolos en procesos de autogestión.
Frente a ayudas más tradicionales como podría ser entregar unas muletas a una persona que lo necesita, en el marco de esta estrategia lo que se hace es comprar varios pares que se ponen a disposición de todo el pueblo para que cualquier persona pueda utilizarlas en un momento de necesidad.
Igualmente, si para acceder a un recurso una persona necesita trasladarse a un pueblo vecino, aquí Cruz Roja no busca sólo darles el transporte necesario, sino que trabajará con los vecinos para poder instalar, por ejemplo, en una sala municipal o alquilada ese recurso, comprando el equipamiento necesario y animando a la población a hacerse cargo de su funcionamiento de manera desinteresada.
Así ha ocurrido, por ejemplo, en la provincia de Ávila, donde una peluquera jubilada ahora ayuda a sus vecinas a mantener el cuidado de su cabello en una sala aportada por su ayuntamiento donde el equipamiento y los productos de higiene los ha aportado Cruz Roja.
La comunidad es la que define cómo intervenir en cada zona: en algunos sitios la respuesta llegará en una ‘oficina móvil’ que llegará a ese municipio, y en otros, Cruz Roja sólo será el catalizador de la respuesta que surgirá en el propio entorno. Cada zona se enfrenta a problemas diferentes: la distancia, las dificultades de transporte por carretera o las condiciones climáticas, la falta de infraestructuras, la ausencia de conexiones y telecomunicaciones o los servicios inaccesibles.
Solucionar estas situaciones en las la población, además, es muy pequeña, es algo que no renta económicamente a quienes prestan estos servicios, pero que en términos humanos nosotros decidimos participar. Ayudar a tres personas vale mucho, aunque inviertas todo el día.
En el año 2021, Cruz Roja ya había desarrollado respuestas a las necesidades de las personas en 2.619 municipios, lo que representa el 75% de aquellos afectados por la despoblación, y hemos intervenido en 633 de los 1.213 municipios con población inferior a 100 habitantes (52%), a través de 65 proyectos diferentes.
En el umbral del 160 aniversario de su fundación, usted se enorgullece del hecho de que los 15 millones de voluntarios, alma y corazón de la entidad, trabajan sin hacer ruido porque un peto de Cruz Roja es un grito silencioso. ¿Qué visibiliza ese grito?
Tenemos diez ideas que resumen lo que somos y lo que defendemos:
- Somos personas voluntarias. El mayor movimiento humanitario independiente del mundo
- Actuamos en colaboración y aunamos voluntades
- Servimos a la humanidad; somos diversos, inclusivos, imparciales.
- Creemos en la justicia social y en la igualdad de oportunidades. Ayudamos a las personas a desarrollar nuevas capacidades y a mejorar y cambiar vidas.
- Somos una organización contemporánea. Escuchamos, aprendemos, mejoramos e inspiramos, ofreciendo en cada época lo que verdaderamente se necesita.
- Ofrecemos soluciones sencillas a problemas complejos; somos eficaces y eficientes. Nos adaptamos, nos reinventamos y adelantamos. Somos flexibles e innovadores.
- Somos fiables y auténticos. Ofrecemos esperanza y futuro a las personas y damos voz a quien no la tiene.
- Estamos en todas partes. Somos locales y globales.
- Somos tu vecino, tu familiar, tu amigo, tu compañero; somos el barrio, la comunidad la sociedad. Una organización de la sociedad, para la sociedad.
- Inspiramos y conectamos con lo mejor de cada uno.