Por Javier Molins
Carlos Cruz-Diez goza de una envidiable salud a sus 93 años, algo que él achaca a que fue “fabricado con muy buenos materiales” y respiró “aire puro entre los cañamelares de Caracas que, en la época, estaba rodeada de haciendas. No existía la hamburguesa ni el hot dog y la industria alimentaria no era tan sofisticada. Me alimentaba de las gallinitas que teníamos en el corral y las legumbres frescas y sin pesticidas”.
Toda una lección de hábitos de vida saludable que nos da este pionero del arte cinético que hasta el 19 de noviembre cuenta con una exposición en la galería Cayón de Madrid y al que esperan siete exhibiciones más a lo largo de los próximos meses en todo el mundo.
La relación del caraqueño con España ha sido muy estrecha y dilatada en el tiempo, pues desde su primera exposición en la Galería Buchholz de Madrid en 1956 hasta la actual en Cayón han pasado 60 años. En aquella época, conoció y entabló amistad con los principales artistas españoles como Canogar, Chirino, Millares o Tàpies, y recorrió el país para encontrar sus raíces y explicare “por qué los latinoamericanos son así”.
Cruz-Diez recuerda la España de la postguerra que conoció por primera vez con gran sorpresa. “Yo no entendía cómo España estaba en crisis, cuando los cafés, bares, teatros y estadios estaban repletos de gente. Por la Gran Vía madrileña a las tres de la mañana era difícil desplazarse por la cantidad de gente”. Un comentario que también podría aplicarse a la España actual que ha atravesado dificultades económicas.
Pero para crisis, la que vive actualmente su país de origen. “Lamentablemente, la riqueza nos empobreció moral y económicamente. Ni las dictaduras ni la democracia, que tanto ha hecho para construir la Venezuela moderna, lograron resolver algunos problemas básicos en la estructura social. Por lo tanto, llegó un militar golpista apoyado por el gran capital y encontró despejado el camino para instaurar el ineficaz populismo”.
El artista hace estas reflexiones sobre su país, donde se le ha dedicado el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez, aunque hace ya más de 50 años que reside con su familia en París. Fue la capital gala donde se dio a conocer a nivel internacional y en la que ha recibido varios reconocimientos como la Orden de las Artes y las Letras o la Orden Nacional de la Legión de Honor.
Estando ante un artista que ha hecho del color el objeto principal de su obra, la última pregunta es obligada. ¿Qué es para Cruz-Diez el color? “Es del dominio de lo afectivo, es como el amor. ¿Por qué te embarcaste con esa mujer si hay otras más bellas? Porque esa es la que me gusta”.
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