Desde Australia se exportan tres mil toneladas de carne de canguro al año a 60 países. De acuerdo con las estadísticas disponibles (2003), 75% de esta carne se utilizó como alimento para mascotas.
#Kangaroos face the largest commercial slaughter of land-based wildlife on Earth. Almost almost 90 million been killed for commercial purposes in the last 20 years.
Myths of overpopulation of one of our iconic native animals are just that – myths.https://t.co/bAUuAnbDGt— Animal Justice Party NSW (@AJPNSW) December 2, 2019
Matar canguros es un delito
A pesar de que matar canguros es un delito en Australia, el gobierno otorga licencias a cazadores privados y cuenta con un código nacional que describe cómo se deben matar los canguros, reseña Deutsche Welle.
Sin embargo, en la opinión de activistas ambientales: «el gobierno quiere que la opinión pública piense que se trata de una forma de matar rápida y limpia». Esa es la opinión de Greg Keightley, quien trabaja como voluntario en el Parque Nacional Blue Mountain.
Según sus explicaciones pareciera que los cazadores de canguros no tienen ningún tipo de piedad. Una de sus historias cuenta cómo encontró un bebé canguro abandonado, mientras un grupo de hombres ataba a la madre en una camioneta.
En el vehículo había decenas de canguros vivos con las patas amputadas. Esta práctica mantiene la carne de canguro fresca y así los cazadores se ahorran costes en transporte y refrigeración.
Tens of thousands of #kangaroos have been killed and turned into pet food in a controversial Victorian trial https://t.co/KHXSO6TpsM
— Voiceless (@VoicelessNews) May 12, 2016
Condenado por matar 21 canguros
Y es que al parecer la caza de canguros no se hace solo por motivos económicos, sino también por diversión. En noviembre, se conocía la noticia de que un hombre había sido condenado por matar a 21 canguros grises en el este de Nueva Gales del Sur. La sentencia: 500 horas cuidando a la fauna huérfana + dos años de prisión.
Los canguros acostumbrados al contacto humano en esa zona padecieron mucho sufrimiento, situación que impresionó a la comunidad. Justamente en Nueva Gales del Sur, Niall Blair, ministro de Industrias Primarias de ese estado de Australia, el año pasado señalaba que el gobierno variaba el número de canguros a los que los agricultores podían disparar, ya que estos se habían convertido en una plaga que se comían el pasto para el ganado.
Sin registro de muertes
De allí que los cadáveres de los marsupiales no sean etiquetados y como consecuencia, no se haga un registro de los animales muertos. Frente a esto hay quienes señalan que lo que debe resolver el gobierno australiano son las sequías cada vez más violentas como efecto del cambio climático que desplaza a las poblaciones de canguro en busca de alimento.
De acuerdo con datos del gobierno regional, las poblaciones de canguros rojos en Nueva Gales del Sur han descendido de 5,1 millones de individuos a 2,9 millones. Mientras, la población de canguros grises ha aumentado de 3,9 millones a cuatro millones.
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