En las últimas décadas la figura del multimillonario George Soros ha sido objeto de reconocimientos y de críticas. Su polémica vida está asociada a actividades filantrópicas y altruistas, pero también a procesos desestabilizadores. Ahora, en las redes sociales aumentan comentarios en su contra y lo vinculan con las protestas raciales en Estados Unidos.
A Soros, de 89 años, se le conoce por ser defensor internacional de ideales y causas democráticas durante más de 30 años. Su organización filantrópica, Open Society Foundations, apoya la democracia y los derechos humanos en más de 100 países.
En estas semanas han resurgido teorías conspirativas que involucran al inversionista. Dicen que contrata manifestantes y que tiene gente escondiendo pilas de ladrillos para arrojarlos contra comercios o la policía.
Además, lo acusan falsamente de orquestar y financiar las protestas por los homicidios de personas de raza negra que han sacudido Estados Unidos. Las publicaciones en internet sobre Soros se han disparado en las últimas semanas. Y han estado acompañadas por publicidad adquirida por grupos conservadores. Están pidiendo a las autoridades “investigar a George Soros por financiar el terrorismo interior y por sus décadas de corrupción”.
Aumentan críticas contra Soros
El empresario activista político y analista financiero húngaro-estadounidense y judío, también ha sido objeto de ataques antisemitas y teorías conspirativas por décadas. Ha donado miles de millones de dólares de su patrimonio personal a causas liberales y en contra del autoritarismo.
A finales de mayo, las publicaciones negativas sobre Soros en Twitter aumentaron de 20.000 a más de 500.000 diarias, de acuerdo con la Liga Antidifamación.
El Instituto para el Diálogo Estratégico, un centro de estudios en Londres enfocado en el extremismo y polarización, encontró un aumento más pronunciado en Facebook. Hubo 68.746 menciones de Soros en mayo. Su récord anterior de 38.326 menciones fue en octubre de 2018, cuando se le acusó de ayudar a las caravanas de migrantes que se dirigían a Estados Unidos.
La nueva ola comenzó cuando emergieron protestas a nivel nacional por la muerte de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis.
Algunos insisten en que Soros financió las protestas, mientras que otros sostienen que se coludió con la policía para fingir la muerte de Floyd el mes pasado. Pero las pruebas disponibles indican que las protestas son lo que parecen ser. Esto es, congregaciones de miles de estadounidenses molestos por la brutalidad policial e injusticia racial.
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