Por Benito Guerrero
20/01/2017
«¡Ahora ya puedo respirar!». Todavía abrumada ante la trascendencia y la dimensión del objetivo cumplido, Cristina Gutiérrez se ha convertido en la primera piloto española que termina el Dakar en coches, después de superar un exigente recorrido de 9.000 kilómetros por Paraguay, Bolivia y Argentina que ha dejado en la cuneta a más de una cuarta parte de los coches participantes. Muchos de ellos, con más medios y experiencia que la joven odontóloga de 25 años.
Junto a su copiloto Pedro López y al volante del Mitsubishi Montero de DKR Raid Service, Cristina se ha clasificado en la 44ª posición absoluta en la meta de Buenos Aires, la sexta de la categoría T1.S (prototipos derivados de serie) y la quinta entre los pilotos debutantes.
«Hemos ido disfrutando cada kilómetro, disfrutando de todo lo que ha sido este Dakar. En suma, disfrutando de ir cumpliendo mi sueño según pasaban los kilómetros», confiesa Cristina. Al menos, la última prueba no planteaba grandes dificultades ni escondía ninguna trampa. «Con el paso de los coches se formaban roderas y eso era lo más peligroso. La organización se ha portado bien el último día y nos ha dado tregua. Ha sido una etapa muy bonita, para disfrutar», explica.
La siguiente parada fue el podio de Buenos Aires, un objetivo que hace dos semanas era un sueño todavía lejano y que hoy se ha convertido en una espléndida realidad. «Estoy muy emocionada y un poco abrumada, porque han sido muchos días y muy intensos», reconoce. Una acumulación de esfuerzo y tensión que Cristina ha acabado notando.
«Las tres últimas etapas sí que han pasado un poco más de factura. En general todos los días han sido muy duros, con enlaces muy largos y muchas variaciones de temperatura, y el cansancio se dejaba sentir. El problema es que luego dormíamos poco; en cuanto podía dormir más de cuatro horitas, me recuperaba bien», relata con satisfacción.
Siempre con la motivación y el ánimo al máximo, y muy bien arropada por el equipo DKR Raid Service, la piloto burgalesa ha sacado un gran provecho de su primera experiencia en el raid más duro del mundo. «Lo mejor ha sido el día a día, ir superando cada etapa. Cada día he disfrutado muchísimo. Aunque hubiese problemas, siempre he sabido sacar la parte positiva, siempre con el apoyo de la gente que llevo detrás, que me ha animado para seguir luchando. Al final, eso era lo que me hacía levantarme cada día», revela.
También ha habido instantes malos, pero han sido «puntuales, nada dramático”. “Algún momento que hemos pensado que no se podría seguir, algún problemilla mecánico (aunque el coche ha funcionado como un reloj), cuando nos quedábamos un rato empanzados… Pero siempre he mantenido intactas las esperanzas de acabar cada etapa», asegura.
A la hora del balance, Cristina ha querido dedicar el éxito de ser la primera mujer española que termina el Dakar en coches a muchísima gente. «A mi familia, por supuesto, que han estado aquí sufriendo incluso más que yo. Al equipo, que están exultantes; me quieren mucho y casi lo han celebrado más que yo. A mis amigos y, sobre todo, a los sponsors, porque sin ellos no podría estar aquí ahora mismo».
La meta de Buenos Aires también es el momento de empezar a pensar en los planes de futuro. A día de hoy, la joven burgalesa todavía no tiene nada cerrado y su programa deportivo dependerá del presupuesto que consiga reunir. “En función del patrocinio que tengamos se hará un programa u otro, pero en general cuantas más cosas se puedan hacer, mejor. Yo tiraría más por el mundial de rallys todoterreno y el Dakar. Y también querría cuidar el campeonato de España, porque al fin y al cabo es lo que me lo ha dado todo, donde he crecido y donde he aprendido”, explica.
Más a largo plazo, el punto de mira de Cristina Gutiérrez siempre es el Dakar, en el que tanto ha disfrutado y hoy ha hecho historia. «Hacerme un hueco en esta carrera sería espectacular», sentencia.