La economía china muestra muchos signos cuantificables de desaceleración. En el primer semestre se visibilizan la contracción de la demanda de bienes, el intercambio comercial y de los precios. Otro pilar fundamental que está trastabillando la actividad productiva de China es la crisis inmobiliaria: su mayor promotor, Country Garden, informó de una asombrosa pérdida de casi 7.000 millones de dólares en ese lapso.
Este importante revés lo lleva al borde del impago, profundizando una crisis inmobiliaria que amenaza con mermar aún más la economía del país.
La empresa ha sido considerada como una de las promotoras inmobiliarias más seguras de China e impulsora del auge económico del gigante asiático. Pero, este resbalón, podría resultar su talón de Aquiles.
El mercado inmobiliario de China representa alrededor de una cuarta parte de su producto interno bruto y dos tercios de la riqueza de los hogares. Sin embargo, la incertidumbre pospandémica y la represión gubernamental contra el sector han debilitado las ventas y afectado la confianza más amplia en la economía.
En una presentación ante la Bolsa de Valores de Hong Kong, Country Garden dijo que no había logrado captar ni reaccionar ante los riesgos de la actual crisis inmobiliaria. Sobre todo en las ciudades más pequeñas que albergan la mayoría de sus desarrollos, reseña Washington Post.
«Todas estas deficiencias han llevado a la dificultad más grave que la empresa haya enfrentado jamás», señaló. Y agregó que «sentía un profundo remordimiento por el desempeño insatisfactorio».
Country Garden fue fundada en 1992 por un ex agricultor. Luego entregó la empresa a su hija de 25 años, Yang Huiyan. Ahora una de las mujeres más ricas de Asia, ha estado acercándose al impago durante meses.
Crisis inmobiliaria tambalea economía China
Esta empresa es una de las muchas promotoras en China que no han podido pagar sus facturas durante la crisis inmobiliaria y tiene deudas de más de 200.000 millones de dólares. Este mes, la compañía confió que no había pagado los intereses de dos préstamos, lo que la ponía en riesgo de incumplimiento.
En su presentación, Country Garden -cuya difícil situación se asemeja a la de su competidora Evergrande- indicó que el continuo deterioro del desempeño financiero «puede resultar en un incumplimiento». La empresa manifestó que está negociando con los acreedores para evitarlo.
Un impago de Country Garden, que sería el mayor desde el colapso del gigante inmobiliario chino Evergrande en 2021, plantea un riesgo especialmente grande para los líderes. Mientras luchan por revivir la confianza en el milagro económico chino.
La crisis del sector inmobiliario socava aún más el objetivo del gobierno de China por alcanzar un crecimiento económico del 5% este año.
La economía china ya se ha visto acosada por un creciente desempleo juvenil, una desaceleración del sector manufacturero y un gasto deprimido en medio de fenómenos climáticos extremos.
El diario hongkonés South China Morning Post advirtió que un impago podría tener un impacto “mucho más duro” que el de Evergrande en 2021, ya que Country Garden tiene cuatro veces más promociones.
En total, según estimaciones de JPMorgan, Country Garden podría enfrentarse a más de 2.500 millones de dólares en vencimientos de bonos, tanto en China como en el extranjero, de aquí a final de año.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda. Entre las que destacaba Evergrande con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.
¿Efecto dominó?
Esta semana Evergrande, que está tratando de reestructurar los más de 340.000 millones de dólares que debe, reanudó sus operaciones en Hong Kong. Después de que sus acciones estuvieran suspendidas durante 17 meses. Rápidamente perdió 2.200 millones de dólares, o casi el 80% de su valor de mercado.
No se espera que un impago de Country Garden sea tan grave como el de Evergrande. Pero los analistas dicen que un colapso sólo perjudicará más a la economía de China, con efectos dominó en todo. Desde nuevas construcciones y compras de materiales de construcción hasta el gasto de los consumidores y la banca. «Una gran parte de los activos de los hogares chinos están vinculados a bienes raíces. Cuando los precios de las viviendas no crecen, o si esperan un debilitamiento de las perspectivas sobre las propiedades, la gente naturalmente siente que no tienen tanto dinero en sus bolsillos», sostuvo Gary Ng, economista senior de la firma de gestión de inversiones Natixis en Hong Kong.
EE UU entabla conversaciones francas en medio de advertencias de que China se ha vuelto “no invertible”. Sin embargo, el riesgo de contagio global es relativamente bajo, afirmó Ng. «Creo que la implicación más importante es que China tal vez no importe tanto del mundo como antes. «Pero es bastante improbable que haya un derrame masivo».
A partir de 2020, las autoridades chinas impusieron restricciones conocidas como las “tres líneas rojas” para limitar la cantidad de deuda que podían asumir los promotores. A medida que continuó la desaceleración del sector inmobiliario, las autoridades de China se han resistido a rescatar empresas o apuntalar el mercado con medidas de estímulo, como lo han hecho durante crisis inmobiliarias anteriores.
Los resultados de Country’s Garden, agregó Ng, muestran que muchos desarrolladores en China todavía están luchando.
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