Enviva, el productor líder de biomasa a base de madera de origen sustentable, transita por un complejo proceso de reestructuración de deuda que pretende frenar su crisis financiera. La contingencia compromete el suministro a muchos proyectos de energía limpia. La empresa ha crecido de manera sostenida desde sus inicios en 2004 y actualmente tiene una alta demanda de su producto estrella, los pellets, que espera cubrir con una planta en Epes, Alabama, en construcción.
El problema que pesa sobre Enviva no está relacionado con los pedidos de esos pequeños cilindros compactados que son una fuente de energía sostenible. Ni con los subsidios a las energías renovables en Europa y Asia que alientan a los generadores de electricidad a quemar madera en lugar de combustibles fósiles. El problema de la multinacional, con sede en Maryland, es que prometió a los compradores más pellets de los que podía fabricar y por debajo del costo de producción, además de otras decisiones desacertadas. La crisis ocurre en u buen momento de las exportaciones estadounidenses de pellets. Van camino de superar el récord del año pasado.
El mayor proveedor mundial de pellets de madera industrial se acogió al Capítulo 11 de protección por bancarrota. Anunció su intención de recortar alrededor de 1.000 millones de dólares de deuda mediante acuerdos de reestructuración con acreedores. La deuda comercial de aproximadamente 350 millones de dólares que surgió con un productor de energía alemán -uno de sus mejores clientes- obligó a Enviva a solicitar protección por quiebra en marzo para deshacerse de la deuda y tratar de renegociarlos acuerdos de suministro que ya no son rentables.
El arrastre de la crisis financiera de Enviva
Enviva informó en la presentación que sus deudas superan los 2.600 millones de dólares. La empresa debe 780 millones de dólares a un banco de Delaware, 350 millones de dólares a una empresa energética alemana y 353 millones de dólares en bonos de las autoridades de desarrollo locales de Mississippi y Alabama. El anuncio se produjo 2 meses después de que Fitch Ratings rebajara la calificación de incumplimiento de Enviva por impago de intereses de 24,4 millones de dólares.
“Existe una incertidumbre considerable con respecto a la capacidad de Enviva para renegociar contratos antieconómicos con los clientes” celebrados en el cuarto trimestre del año fiscal 2022, dijo la agencia global de calificación crediticia en enero.
Con el creciente interés de las naciones asiáticas y europeas en quemar madera como combustible, la compañía esperaba cubrir la demanda con nuevas plantas. Una en Alabama y otra en Mississippi que aumentarían su producción anual de pellets existente de aproximadamente 5 millones de toneladas métricas. La construcción continuará en Epes, Alabama, aseguró Enviva. Pero el desarrollo de una instalación en Bond, Mississippi, está en pausa hasta que la empresa termine de reestructurarse.
«Esperamos emerger de este proceso como una empresa más fuerte. Con una base financiera sólida y mejor posicionada en el crecimiento futuro de la industria de la biomasa basada en madera», señaló Glenn Nunziata, director ejecutivo interino de Enviva a The Associated Press.
Críticas ambientales a la quema de madera
La crisis financiera de Enviva ha sacudido a algunos de los mayores inversores en energía limpia del país. Sumándose a la lista de decepciones financieras para el sector de inversión ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) que recaudó billones de dólares para fondos que prometen invertir con esos objetivos en mente.
El mayor productor mundial de pellets de madera utilizados para la producción de energía carga con una crisis financiera que espera solventar. Envía pellets de madera a todo el mundo desde cinco terminales en Estados Unidos y emplea a 1200 asociados.
La compañía ha sido objeto de controversia con respecto a su sostenibilidad con el análisis de ambientalistas. Sugieren que Enviva es responsable de la tala de unas 20 hectáreas por día de tierra talada y del aumento de CO2 en comparación con el carbón por megavatio-hora.
Señalan que quemar madera es menos eficiente que quemar combustibles fósiles, ya que emite más carbono para generar energía. La demanda de pellets, dicen, hace que se talen árboles que de otro modo permanecerían en pie, y elimina el dióxido de carbono de la atmósfera. El auge del carbón en el siglo XIX salvó los bosques de Europa occidental de ser arrasados para obtener leña. “Pero la solución para reemplazar el carbón no es volver a quemar bosques”, decía una carta de 2018 al Parlamento Europeo firmada por 772 científicos.
¿Subsidios para fabricar pellets que emiten CO2?
Los defensores de los pellets dicen que la matemática climática es más complicada. El dióxido de carbono emitido al quemar madera de los pinares del sur es reabsorbido con el tiempo por la siguiente cosecha de árboles que se plante. Eso hace que los pellets no sólo sean renovables, sostienen, sino una fuente de energía neutral en carbono.
Además, afirman que muchos pellets se fabrican a partir de desechos de aserraderos. Y de los restos que quedan en los sitios de tala, que emitirían carbono si se los dejara pudrir.
Pese a los cuestionamientos, los inversores en la industria de los pellets creyeron que la madera podría beneficiarse de subsidios a las energías renovables. Incluso, desplazar al carbón en las centrales eléctricas.
Por ejemplo, el inversor de capital privado Riverstone Holdings calificó a Enviva como una gran ganadora entre los proyectos de en energía renovable, todos en dificultades. Luego, el valor de su participación del 43% en Enviva se redujo. Pasó de 3.000 millones de dólares en 2022 a menos de 20 millones de dólares.
Capital Partners, del inversor activista Jeff Ubben, que fue el segundo mayor accionista de Enviva, perdió más de 200 millones de dólares al liquidar su mayor posición al conocerse la mala operación. La firma de inversión de impacto social de Ubben ha dejado de realizar inversiones y está devolviendo el dinero a los inversores.
La tregua
El productor de energía británico Drax sostiene que se le deben más de 75 millones de dólares por entregas no realizadas. La central eléctrica de Drax en la campiña inglesa consume alrededor de 7 millones de toneladas métricas de pellets al año. Ha aumentado su propia producción de pellets, incluida una reciente expansión de 50 millones de dólares de su planta de Aliceville, Alabama. Pero Drax todavía necesita comprar pellets a Enviva.
“Nos hemos centrado en asegurarnos de que nuestra cadena de suministro esté intacta, dijo el director ejecutivo de Drax, Will Gardiner. “Podremos gestionar el riesgo independientemente de lo que les pase”.
Después de solicitar protección por quiebra y amortiguar la crisis financiera los ejecutivos de Enviva aseguraron a los funcionarios locales que la construcción de la planta en Epes seguía su ritmo. Sin embargo, en el tribunal de quiebras, los acreedores del oeste de Alabama se han alineado con el recaudador de impuestos del condado que pide casi 97.000 dólares. Asimismo, la autoridad de desarrollo industrial quiere más de 1,1 millones de dólares. Sería la parte que corresponde a Enviva del coste de dragado del puerto, inactivo desde los años noventa. Un efecto en cascada. El tiempo y las decisiones marcarán la ruta del productor líder de biomasa a base de madera de origen sustentable.