Por Andrés Tovar
03/06/2018
La otra cara de la debatida migración a Europa la encontramos en casos como la crisis en Sudán del Sur. Un país que está experimentando niveles récord de hambre y malnutrición. Con 1,8 millones de personas en riesgo, el país tiene uno de los peores niveles de seguridad alimentaria del mundo.
La causa principal de la crisis en Sudán del Sur, como ocurre con muchas de las crisis de hambre más acuciantes del mundo, es el conflicto bélico. Pero para empeorar las cosas, la nación africana también está experimentando la «temporada de escasez». Período que se produce entre la cosecha y el crecimiento de nuevas plantas. Por ende, las reservas de alimentos se están agotando rápidamente.
Bintou Keita, secretario general adjunto de la ONU para las operaciones de mantenimiento de la paz, dijo en una reunión del Consejo de Seguridad el jueves pasado que el continuo conflicto en el país está teniendo un impacto directo en la situación humanitaria. Según la ONU, se estima que 7,1 millones de personas -más de la mitad de la población- dependen de alimentos provistos por la ayuda humanitaria.
«El conflicto debe terminar», dijo el representante nacional del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Adnan Khan. «Hoy en día, (el conflicto) es una de las principales causas del hambre en Sudán del Sur. Está a millones de personas a abandonar sus tierras. Sus hogares y sus trabajos. Necesitamos paz y acceso sostenido humanitario para tener éxito «.
La crisis en Sudán del Sur: cinco años de un parto adolorido
Ahora en su quinto año, la crisis en Sudán del Sur ha causado la muerte de decenas de miles de personas. Asimismo, ha llevado a 4.4 millones de personas a huir de sus hogares, según la ONU. Cabe destacar que los sursudaneses son numerosos en los distintos rescates realizados en el Mediterráneo, en las peligrosas travesías hacia Europa que han dejado más un millar de muertos en lo que va de 2018.
Sudán del Sur se convirtió en el país más joven del mundo después de que obtuvo su independencia de Sudán en 2011. Ésto, después de un conflicto que duró décadas. Dos años después, en diciembre de 2013, estalló nuevamente la lucha. Principalmente entre rebeldes opositores, actualmente liderados por Rick Machar, y las fuerzas del gobierno liderado por Salva Kiir.
La crisis en Sudán del Sur ha llegado a un punto en que Kiir y Machar acordaron recientemente un cese del fuego «permanente». Fundamentalmente, permitirán el paso a la asistencia humanitaria. Asimismo, propiciarán la liberación de prisioneros de guerra y detenidos. Si bien es un paso positivo, analistas advierten que los niveles de desconfianza entre los dos harían difícil lograr una paz duradera. Apenas unas pocas horas después del cese al fuego que entró en vigor el sábado, se informó que se violó, y se recibieron informes de enfrentamientos violentos en todo el país.
Conflicto y hambre
El hambre en Sudán del Sur refleja una tendencia mundial.: la conexión entre las guerras y la inseguridad alimentaria. Una dolorosa sinergia identificada por los organismos humanitarios. Según un informe publicado por el PMA y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura en enero, el conflicto es una amenaza directa para los cuatro «pilares de la estabilidad alimentaria». Disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad.