La crisis climática ofrece condiciones más cálidas y húmedas para que los mosquitos, propagadores de enfermedades como la malaria y el dengue, se establezcan y expandan especialmente en Europa. En los últimos ochenta años la prevalencia de esos insectos transmisores ha aumentado considerablemente en muchas regiones del planeta a medida que se intensifica el calentamiento global.
Europa está experimentando una tendencia cada vez más frecuente de veranos más largos y calientes y al mismo tiempo de inundaciones colosales. Estos fenómenos meteorológicos extremos crean condiciones más favorables para que los mosquitos como Aedes albopictus y Aedes aegypti se reproduzcan y disparen brotes de enfermedades.
A las alteraciones climáticas se unen la degradación ambiental, la urbanización no planificada y las desigualdades socioeconómicas que exacerban el riesgo de aparición y propagación de enfermedades infecciosas. Por ejemplo, un clima más cálido puede alargar la temporada de transmisión y alterar el alcance geográfico. Esta circunstancia podría llevar enfermedades a regiones que carecen de inmunidad poblacional o de una sólida infraestructura de salud pública.
El mundo debe prepararse para el repunte del paludismo y el dengue
La profesora Rachel Lowe, que dirige el grupo de resiliencia de la salud global en el Centro de Supercomputación de Barcelona (España), advirtió que en las próximas décadas se extenderán brotes de enfermedades transmitidas por mosquitos en partes del norte de Europa, Asia, América del Norte y Australia que actualmente no están afectadas. La doctora Lowe hará una presentación en el congreso de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en Barcelona para alertar. «El mundo debe estar preparado para un fuerte repunte de dengue y la malaria», apuntó.
Mosquitos transmisores se expanden en Europa
El calentamiento global debido a la crisis climática significa que los mosquitos transmisores de enfermedades como la malaria y el dengue pueden encontrar un hogar en más regiones. Con brotes en áreas donde es probable que la gente sea inmunológicamente ingenua y los sistemas de salud pública no estén preparados.
La experta considera que la cruda realidad es que las estaciones cálidas más largas ampliarán la ventana estacional para la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos. «Favorecerán brotes cada vez más frecuentes y cada vez más complejos de abordar», dijo
El dengue solía encontrarse principalmente en regiones tropicales y subtropicales. Las temperaturas gélidas durante la noche matan las larvas y los huevos del insecto. Las temporadas cálidas más largas y las heladas menos frecuentes la han convertido en la enfermedad viral transmitida por mosquitos de más rápida propagación en el mundo. A hora se está arraigando en Europa.
El mosquito tigre asiático (Aedes albopictus), portador del dengue, se ha establecido en 13 países europeos desde 2023. En Italia, Francia, España, Malta, Mónaco, San Marino, Gibraltar, Liechtenstein, Suiza, Alemania, Austria, Grecia y Portugal. Hace 10 años eran solo 8 países de la UE. El número de casos de dengue notificados a la OMS se ha multiplicado por 8 en las últimas 2 décadas. Pasó de 500.000 en 2000 a más de 5 millones en 2019.
El impacto del cambio climático
Lowe afirma que el colapso climático aceleraría la propagación a medida que las sequías siguen a las inundaciones. “Las sequías y las inundaciones relacionadas con el cambio climático pueden conducir a una mayor transmisión del virus. El agua almacenada proporciona lugares adicionales para la reproducción de mosquitos”, añadió
Insistió en que los brotes anteriores subrayan la importancia de evaluar los riesgos futuros de enfermedades transmitidas por vectores y preparar contingencias para futuros brotes. «Si continúa la trayectoria de altas emisiones de carbono y crecimiento demográfico no son buenas las perspectivas. El número de personas que viven en áreas con enfermedades transmitidas por mosquitos se duplicaría a 4.700 millones para finales de siglo.
Subrayó que antes las dificultades para contener el cambio climático parece tan difícil de abordar, habrá más casos y posiblemente muertes por enfermedades ocasionadas por mosquitos transmisores como el dengue y la malaria en Europa. «Debemos anticiparnos a los brotes y actuar tempranamente», añadió.
Sugirió mejorar la vigilancia con sistemas de alerta temprana y destinar de manera más efectiva recursos a las áreas de mayor riesgo para controlar y prevenir brotes de enfermedades y salvar vidas.
La profesora Sabiha Essack, dijo que el colapso climático era un “multiplicador de amenazas” para la resistencia a los antimicrobianos. “El cambio climático compromete la integridad ecológica y ambiental de los sistemas vivos. Y permite que los patógenos causar cada vez más enfermedades. El impacto en los sistemas hídricos, los animales productores de alimentos y los cultivos amenaza el suministro mundial de alimentos”, confió la especialista de la Universidad de KwaZulu-Natal en Sudáfrica.